José Abreu Cardet, un historiador que trasciende fronteras
8/2/2019
La ciudad de Holguín, ubicada en el oriente de Cuba, está llena de historias, leyendas, cuentos y mitos, narrados por quienes se sienten enteramente dueños de todo su entorno, como José Abreu Cardet, un incesante investigador de cuanto aconteció en el pasado y de lo que sucede en los tiempos actuales.
Sumido entre libros y entregado a la búsqueda de nuevos aportes al conocimiento y la cultura de las nuevas generaciones, Abreu es referencia holguinera, y de Cuba, en la actualización de los hechos de mayor relevancia registrados en la historia.
Ese andar en la búsqueda de precisiones que contribuyen a enriquecer el conocimiento de la población está presente en el día a día de este hombre, recientemente distinguido con el Premio Nacional de Historia 2018 por la obra de la vida.
Más de 30 libros publicados y una centena de ponencias, conferencias, artículos son muestras de la incansable trayectoria de un hombre que ha dedicado la mayor parte de su vida a estudiar la historia de Cuba con sensibilidad y humanizando cada capítulo, para garantizar la comprensión de los lectores, conferencistas o estudiantes.
El laureado investigador ha viajado a España, México, Canadá y República Dominicana, países en los cuales participó en eventos como el Coloquio de Historia Canario-Americana y el Encuentro de investigadores sobre el Caribe, y es miembro extranjero de la Academia de Historia de República Dominicana y de la Asociación de Historiadores del Caribe.
Los intercambios con estudiosos de otras naciones han contribuido en gran medida a la sólida formación de Abreu, quien considera que la historiografía cubana va por buenos caminos de manera general, a través de los cuales se investigan temas diversos en cada espacio del país, y subraya particularmente a Holguín, donde aprecia un fuerte bastión en el estudio de diferentes etapas de la historia.
Abreu Cardet es toda una personalidad de su natal Holguín, ha inclinado su atención hacia las guerras independentistas, específicamente la Guerra Grande o Guerra de los Diez Años porque, como él mismo afirma, la historia lo ha humanizado desde las propias raíces familiares.
“Mi abuela me contaba, rememora, acerca de los mambises, de personas de carne y hueso, sin idealizarlos, con deseos de comer, fumar y vivir”, detalles que lo enrumbaron por el camino de investigar y escribir sobre el decursar de hombres y hechos que identifiquen más el entorno de la sociedad.
Graduado en 1975 en el Instituto Superior Enrique José Varona, de la Universidad de La Habana, trabajó poco tiempo como educador en un preuniversitario de Santiago de Cuba, y posteriormente laboró en el Museo Provincial La Periquera, de Holguín, fue director del Museo Casa Natal de Calixto García y actualmente se encuentra en la Oficina de Historia, Conservación y Restauración de Patrimonio, del Ministerio de Cultura en Holguín.
Rodeado por cientos de libros, en un ambiente que recuerda a las grandes bibliotecas, por el olor del papel teñido por el tiempo, Cardet asegura que el historiador debe trabajar mucho, tener información sólida, buscar muchas visiones y no ser esquemático.
Acerca de cómo enfocar su obra de escritor, expresa: Comúnmente me hago preguntas como, ¿por qué va la gente a la guerra? y en ese sentido no me dedico a narrar combates, sino trato de ir más allá para dar otra visión menos dogmática.
Estas precisiones y estilos personales de su andar en el contexto de la historia se reflejan en: Los senderos de la pasión; nueva visión del 68, Los resueltos a morir, Introducción a las armas, La guerra grande y dos puntos de vista, entre sus publicaciones más difundidas en Cuba.
En las paredes del local que ocupa su despacho, en su residencia de la calle Fomento, cuelgan los reconocimientos y distinciones merecidos por el historiador, entre los que sobresalen el Premio Nacional Ramiro Guerra, el Regino Boti en Historia y el José María Heredia, que otorga la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
El más reciente aún no está, lo recibirá en el contexto de la Feria Internacional del Libro de La Habana y, confiesa sin falsa modestia, “a mí me gusta que reconozcan mi trabajo, ha sido un esfuerzo de toda la vida, pero hay muchas personas detrás de este resultado, gente que te estimula, te da un dato, una cifra y eso es destacable”.
También existe alguien especial que menciona a cada instante y no falta en sus anécdotas, ni viajes: “Elia es la base fundamental de mi vida, esposa y compañera”.
José Abreu Carde, es un holguinero de esos que invitan a los amigos a la casa para conversar tranquilamente, contar vivencias, reír, rememorar y degustar un café fuerte o un té.
Holguín se siente orgullosa de tener este hijo que trabaja intensamente, disfruta su quehacer, sueña con tener salud para concluir sus proyectos y no se esconde detrás de un nombre en la portada de un libro. (ACN)