Instituto Cubano de la Música califica el 2022 como un año de grandes retos para la cultura cubana
Como un período de grandes retos para la cultura cubana está referido el 2022 en el informe de balance anual del Instituto Cubano de la Música (ICM). Dicha institución está subordinada al Ministerio de Cultura y tiene bajo su encargo la aplicación de la política de desarrollo y promoción de la música dentro y fuera de Cuba.
Para el 2023 el ICM contempla acciones para el desarrollo de la creación artística y los espectáculos, junto a la gestión del patrimonio musical como expresión de la identidad nacional.
En el informe se destacan los retos y la adaptación de las entidades para recuperar los sistemas de trabajo de forma paulatina tras el paso de la pandemia de COVID-19 y las repercusiones que ello dejó, junto a las dificultades energéticas y económicas.
Resalta también la atención dirigida a la realización de los procesos vinculados con los espectáculos musicales y del Programa de Desarrollo, así como el establecimiento del cronograma para la evaluación artística y el diálogo con instituciones de otros sectores para dar solución a viejas problemáticas que han afectado la labor de artistas y creadores.
El balance, asimismo, destaca las resoluciones 40 y 41 del presidente del Instituto de la Aeronáutica Civil de Cuba, relacionados con la importación de instrumentos musicales y refiere las estrategias comunicativas, la constitución del equipo de comunicación y el trabajo efectuado en redes sociales, el cual experimentó un crecimiento en todas las plataformas.
También menciona los reconocimientos más importantes en el año, el respaldo a creadores en la realización de proyectos artísticos sin fines comerciales y los resultados de eventos significativos, como fue el caso de la edición 37 del Festival Internacional Jazz Plaza, la Feria Internacional de la Música Cubadisco, el Festival Internacional de Coros Corhabana 2022 y las jornadas de presentaciones artísticas en el país.
La etapa significó un tránsito a la normalidad en el funcionamiento de las agrupaciones del movimiento creativo y artístico de la música de concierto y durante el año se estabilizaron las programaciones de las orquestas sinfónicas y el desempeño de las agrupaciones de cámara.
En el 2022 también se enmarcan la declaración del Bolero y la Trova como Patrimonio Cultural de la Nación y la atención priorizada a la música campesina, la rumba y la música urbana con las acciones correspondientes para fomentar el desarrollo de esos géneros. En ese contexto se destacaron las repercusiones de las actividades en celebración del 50 aniversario de la Fundación del Movimiento de la Nueva Trova.
Por su parte, las labores referidas al espectáculo musical, su concepción, calidad y sus problemáticas más importantes, ocuparon un espacio en el informe del ICM, en el cual se abordaron las acciones dirigidas a formar a los artistas y profesionales que intervienen en ese ramo y se valoró incrementar los espacios de diálogo entre creadores y especialistas.
En el 2022 se enmarcan como acciones significativas la declaración del Bolero y la Trova como Patrimonio Cultural de la Nación y la atención priorizada a la música campesina, la rumba y la música urbana.
También se destacó la aprobación de la ley que regula el sistema de protección a la creación artística y literaria y las repercusiones ante el reconocimiento de los derechos de los artistas, intérpretes y ejecutantes como sujetos con derechos conexos.
No obstante las limitaciones, en el documento se resaltó el comportamiento favorable de la programación y en él se refirió el trabajo del Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana (Cidmuc) y del Museo Nacional de la Música, las labores en el campo de la docencia, las publicaciones físicas y digitales y la preservación del patrimonio de la memoria histórica musical en Cuba.
Asimismo, se resaltaron la colaboración en proyectos internacionales, la concentración en las regiones de América Latina y Europa, los esfuerzos para consolidar los vínculos con artistas radicados en el exterior y la participación de artistas de todas las regiones del mundo en los eventos culturales de carácter internacional celebrados en el país.
Uno de los principales desafíos referidos en el escrito es la gestión de los recursos humanos, la aprobación de las subvenciones para las unidades artísticas y los retos del empleo de aquellas no subvencionadas, las cuales estuvieron afectadas ante la contracción de los presupuestos. “Con relación a la formación y superación del capital humano los principales avances se encuentran en las acciones desarrolladas en favor de la enseñanza artística”, precisa el documento.
La actividad comercial, por su parte, estuvo signada por varios retos, sobre todo en lo referido a la falta de consenso en la comercialización nacional, la tendencia decreciente en los ingresos por concepto de exportación de música en vivo y la mala planificación de las ventas, en lo cual influyeron los años de pandemia y la tarea ordenamiento, al no tener referentes para la definición de los precios. Según el balance, en ello influyó el hecho de que la mayoría de las instituciones no planificaron ingresos por concepto de exportación.
Dentro de los objetivos en el presente año, el ICM prevé el enriquecimiento del desarrollo y la gestión del capital humano del sistema de la música y el perfeccionamiento de los sistemas de trabajo, gestión y control de sus instituciones. Asimismo, contempla las acciones para el desarrollo de la creación artística y los espectáculos, junto a la gestión del patrimonio musical como expresión de la identidad nacional.