Impulsos creativos de la cerámica en Cuba

Elaine Caballero Sabugueiro
7/6/2019

La historia de la cerámica en Cuba es tan antigua como nuestra existencia, si nos remontáramos a los aborígenes, los primeros pobladores de la Isla. Durante siglos, la tradición de darle vida al barro se ha mantenido, una prueba más de que el hombre conecta con la naturaleza de manera especial y única.

Dan May Ruiz por Dulce Habana, Primer Premio de la XI Bienal de Cerámica Mixta García Buch.
Fotos de la autora

 

En estos tiempos las prácticas son otras, más depuradas y elegantes, pero sin perder la esencia. Así lo demuestra la exposición colectiva de la XI Bienal de Cerámica Mixta García Buch, evento organizado por la Asociación Cubana de Artesanos y Artistas (ACCA), que en esta ocasión rinde homenaje a los 500 años de La Habana.

La muestra quedó inaugurada este miércoles 5 de junio y estará abierta al público durante un mes en la Galería Manos, ubicada calle Obispo entre Aguacate y Compostela. Como parte de las actividades de la apertura se dieron a conocer los resultados del concurso ideado explícitamente para esta Bienal.

Esperanza Ramos Cano por Habana, magia y encanto,
Segundo Premio de la XI Bienal de Cerámica Mixta García Buch

 

El jurado —integrado por Lázaro Valdés, Yoel González, Katherine Hechavarría, José René Cano y Milena Acosta— otorgó el primer premio a Dan May Ruiz por Dulce Habana. Como el título indica, la obra recrea el sabor de la ciudad y su conexión directa con el azúcar, el sentido del gusto, las golosinas y los manjares de un buen postre.

La pieza sobresale también debido su nivel de detalle y autenticidad, ya que si como espectador caminas distraído por la exhibición, puedes confundir fácilmente los pequeños objetos de Dulce Habana con caramelos, dulces o galletas. El realismo que logra el creador, en ese sentido, es sorprendente.

En tanto, el segundo lugar le correspondió a Esperanza Ramos Cano por Habana, magia y encanto; mientras que el tercero lo mereció el trabajo En un balcón de La Habana, de Celia Mariana García Horta. También fueron entregadas varias menciones a talentosos artistas cubanos.

Tercer premio En un balcón de La Habana, de Celia Mariana García Horta.
 

Arte, utilidad y oficio se mezclan como fieles confidentes de un mismo latido con diferentes nombres, para dar paso a morfologías diversas, donde la inspiración por la antigua villa de San Cristóbal figura como elemento en común.

Una frase del Historiador de la Ciudad de La Habana, el Doctor Eusebio Leal Spengler da inicio a las palabras del catálogo: “siempre tendremos que empezar y siempre hay cosas buenas por hacer”. Ese es el principio de la XI Bienal de Cerámica Mixta García Buch que, aunque no sea un encuentro conocido ni altamente demando por las mayorías, sirve para tomarle el pulso a los caminos de la artesanía en Cuba.

En la muestra estuvieron en calidad de invitados José René Cano Amber, Katherine Hechavarría, Milena Acosta Villafante, Osbel Fernández y Vicente Valdés, además 13 artistas participantes, entre ellos, Carlos Alberto García, Celia Mariana, Dayana Márquez y Leonel Chamizo.

El arte de la cerámica proviene de la era neolítica, cuando se realizaron los primeros recipientes para almacenar el excedente de la agricultura. En un principio los objetos se modelaban a mano y se situaban al sol en los países de temperaturas cálidas.

En el caso de las regiones frías se colocaban cerca de los fuegos tribales. Hoy en día es necesario colocar al calor la arcilla u otro material cerámico, a una temperatura superior a los 400 o 500 grados Celsius. Según los estudiosos del tema, los primeros pueblos que iniciaron estas prácticas con técnicas sofisticadas fueron los chinos.

La exposición estará abierta al público durante un mes, desde este 5 de junio.
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