Impronta de Teasur en su XVI edición
15/8/2018
Agosto, para las artes escénicas de Isla de la Juventud y su afición, tiene siempre un matiz singular. El octavo mes del año hace 16 ediciones se convirtió en momento ideal para la cruzada teatral Teasur y la confluencia de estilos en salas o plazas abiertas.
En esta ocasión concurrieron a la cita, además de los locales Tijo, Pinos Nuevos, Piruetas, La Gruta, Camarcó, La carreta de los Pantoja, Raíces de España, Índigo y Carapachibey, las compañías Rita Montaner, Teatro Nacional de Guiñol y Piruetas, que hicieron sus presentaciones en salas y, distribuidos en tres brigadas, también llevaron su quehacer a comunidades rurales de difícil acceso.
Hasta comunidades rurales de difícil acceso llegó la XVI edición del evento anual Teasur,
cruzada teatral que se realizó del 6 al 12 de agosto en Isla de la Juventud.
Foto: Víctor Samuel Piñero
Leonardo Estrada Velázquez, especialista de desarrollo artístico del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, calificó el evento como un espacio vital, una manera de aglutinar los procesos creativos de los directores, una alternancia o mixtura entre lo que se está haciendo en La Habana a nivel de hecho escénico y lo que ocurre en el Municipio Especial.
Asimismo, como suceso cultural ofrece una perspectiva de cómo va evolucionando el arte teatral en el ultramarino territorio, al tiempo que deviene espacio abierto a otros en comunidades y salas, un encuentro de diálogos en el cual la teatralidad va más allá del artista que crea para un público determinado, comenta.
Apunta el también profesor de la Universidad de las Artes que esta es una buena ocasión para que los habitantes de la Isla tengan ese ámbito de liberación y regocijo, porque el arte es la medicina del alma.
Huella en el gusto estético
“La calidad no depende de circunscribirlo al teatro que se hace en una región”, enfatiza el joven. “La Habana, por ejemplo, tiene un diapasón con muchas maneras de ver el hecho escénico, desde obras más realistas hasta las más simbolistas, grupos de pequeño o gran formato, mejores o peores, en la ínsula puede que ocurra lo mismo”, apunta Leonardo Estrada Velázquez.
En este particular, el experto alude a las opiniones encontradas del público —el que aplaude porque se identifica con la historia, y el crítico, a quien le resulta ajena la pieza teatral—, debido al modo en que se utilizaron los recursos y recrearon la obra.
“Teasur sirve al público para divertirse, salir de lo cotidiano, por ser un espacio de liberación en el cual, además, puede comparar las propuestas locales y foráneas, una manera de educar su gusto estético, esa es otra de las aristas positivas del foro, destaca el también dramaturgo y crítico.
Herramientas para mejor hacer
Del texto a la puesta en escena, elementos esenciales de ladramaturgia contemporánea, es el título de una jornada de talleres que matizaron la parte teórica de la actual versión de la cita, la cual lamentablemente no contó con la concurrencia debida.
Leonardo Estrada Velázquez, especialista de desarrollo artístico del Consejo Nacional de las Artes
Escénicas, calificó al evento Teasur como un espacio vital a nivel de hecho escénico.
Foto: Roberto Díaz Martorell
De todo se aprende, la dramaturgia como arte de componer yrepresentar una historia sobre el escenario es difícil, porque tiene un componente subjetivo: la estética y una parte técnica, su ABC, que alude a principios establecidos, cómo organizarlos, estructurarlos ydelimitarlos a partir de las categorías que la estudian.
El dramaturgo es una persona que compone universos, y para poder experimentar en ellos es necesario conocer qué es lo que se debe y no se debe hacer. Desde esta perspectiva fue negativa la asistencia al taller de los beneficiarios, al final los verdaderos protagonistas de ese diálogo de ida y vuelta.
En las postrimerías, Estrada Velázquez sugirió que la curaduría, incluso por concurso, podría contribuir a aportar calidad al Teasur —más allá de que el evento pueda o no ser competitivo—, tanto de las obras que presenten los grupos locales, como de las de la capital, ese nivel de exigencia tributará a educar el gusto estético del que hablábamos.