Hermaiony Villa: sacaré lo que en el pecho llevo
Si en estrofas dejara Martí una declaración de principios y sentimientos, pudiéramos entonar: “¡No, música tenaz, me hables del cielo!”. A él, el verso libre se le vuelve himno de vida.
Dicen, que el arte y la poesía no necesitan más verdad que el sentimiento. Absorta por el concepto del Homagno martiano, la artista Hermaiony Villa presenta, en la Casa del Alba, la muestra personal ¡No me hables del cielo!
“Aprendiendo de la historia de Martí puede entenderse a la humanidad”.
La sutileza de la joven deja entrever la mística alrededor de cada lienzo. Y representa a Martí junto al anillo que siempre llevó, su máxima expresión del compromiso con Cuba, , su amor infinito. Esa retórica del aro, creado a partir de los grilletes que tuvo en el Presidio Político, resulta el hilo conductor de la exposición, que se hace expresión de la dicotomía humana entre sufrimiento y amor que encarna Martí en su sacrificio patrio como Apóstol de la independencia de Cuba.
Nueve piezas recorren, íntimamente, la sublimación suprema de un héroe más humano que de costumbre. A la artista, le bastan las estrofas para que se le desgarre y tiemble sin compasión el pecho. Reza así, entonces, el llamado de Pepe, que es también el de Hermaiony: “Venid, venid a ver por dentro”.
Con 18 años, Hermaiony Villa ve en Martí una parte esencial de la sociedad cubana. Su acercamiento al Apóstol fue en el momento en que la descubrieron los seminarios de estudios del Movimiento Juvenil Martiano de su secundaria. Confiesa que resultó un respiro de aire fresco conocer a personas de su edad que veían a Pepe de otra forma.
A partir del encargo de su escuela de hacer un cuadro del Héroe Nacional, comenzó la obsesión por pintarlo desde diferentes perspectivas. Algo más de un año devino el tiempo de creación de la muestra.
“Pensé la exhibición en un orden cronológico, que pasara por momentos claves de la infancia de Martí, hasta llegar a la visión que se tiene de él en la cultura cubana y universal. Cada uno se inspira en algunos pasajes de su vida que lo marcaron y que repercutieron en su personalidad y en su forma de entender el mundo. Algunos de estos momentos están asociados al amor, al luto por María Granados, la relación compleja con su esposa Carmen Zayas-Bazán, la muerte en Dos Ríos.
La muestra está pensada como una exposición itinerante, y puede incluir en el futuro más obras, en la medida que vayan naciendo, pues estarán conducidas por la vida de Martí.
“Nunca me había enfrentado a un formato así. El gran formato permite más libertad para los detalles, para jugar con la composición, las luces o los colores. La técnica óleo sobre lienzo resulta muy ágil y, junto al gran formato, ayudan mucho a la plasticidad. Es la teatralidad que te permite crear la pintura desde la materia y desde los efectos de contrastes y claroscuros, dependiendo del pasaje representado”, agregó.
“Cada cuadro es una parte de su historia, que lo marcó, y la repercusión que tuvo en su personalidad y en su visión del mundo”.
Dices que la obra te pide lo que necesita, ¿cómo fue el proceso creativo de la muestra?
El proceso acontece de forma muy subjetiva, varía según el lienzo. Algunas nacen a partir de la lectura de algún texto de Martí, por ejemplo, “Dante no estuvo en el presidio”, fue después de mi lectura de El Presidio Político en Cuba. Lo leía y veía imágenes e hice bocetos para decidir parte de la técnica: contraste, iluminación, colores, tonos, espacio.
Otras composiciones surgen de mi necesidad de tratar un tema en la vida del patriota, es el caso de “Rojo como en el desierto”. Desde mi inquietud busco la información que requiere la obra para crear algo coherente con el tema y la historia.
Afirmas que a todas las composiciones le antecedieron una etapa de documentación. ¿Qué papel jugaron las fuentes de información en tu obra?
El artista es multidisciplinario por naturaleza, todo tipo de arte se nutre de su alrededor.
En aquellas que tienen un carácter más realista debí buscar información visual, instantáneas, cuadros que antecedieron mi trabajo. En esta ocasión, los únicos dos cuadros que han sido trabajados directamente siguiendo una fotografía son: el de Martí con María Mantilla y “Homagno”.
Para los otros, tomé como referencia fotografías que le hice a un vecino, que según lo que investigué, conserva una estatura similar a la de Martí. Además, para lograr el parecido tuve que estudiar el rostro del Apóstol desde diferentes perspectivas, las últimas fotos que se le hicieron, su proceso de envejecimiento.
Siempre que busco información trato de extraer todo lo que puedo de sus textos. El título de cada obra es casi una cita directa a algún escrito de él. La fuente principal para hablar de Martí es el propio Martí, mi interpretación de lo que él sintió en sus versos, ensayos, cartas.
“La fuente principal para hablar de Martí es el propio Martí”.
A veces me preguntan si mi obra deviene una ilustración de un momento, anécdota o fase de la vida del Apóstol. Me gusta pensar que esos instantes que lo marcaron fueron el motor y el motivo para crear mi obra. Sus emociones son el discurso para decir algo. Quiero hablar a la humanidad a partir de él.
¿Por qué enlazar en una misma muestra la prosa y las artes plásticas?
No creo que se pueda hablar de Martí sin mencionar la palabra, sea escrita o hablada. A cada obra la acompaña un texto de mi autoría, que puede funcionar como compendio de apuntes sobre el momento que se describe visualmente.
Con frecuencia redacto un texto para un cuadro en específico o a la inversa. Cuando una experimenta el lienzo tiene la oportunidad de leer y ganar otro punto de vista sobre esa experiencia. Palabra e imagen se enlazan. En la exhibición se puede ver por separado, pero surge la magia de verdad al estar juntas.
“No creo que se pueda hablar de Martí sin mencionar la palabra, sea escrita o hablada”.
Como joven artista, ¿qué importancia tiene la academia en tu formación profesional?
En el arte contemporáneo todo es posible. Absolutamente. Creo que la academia puede ser la base que te brinda las herramientas para crear.
La academia te da la oportunidad de entender la pintura como un objeto vivo. Desde el dibujo hasta las últimas capas de pintura forman parte de un proceso que se aplica a la literatura, la música y a la vida diaria.
A partir de tu sensibilización con el pensamiento martiano, ¿cómo desearías que se abordara desde la enseñanza la figura de Martí?
Me gusta decir que la repetición vacía es la madre del desinterés. Con cada generación que nace nos alejamos del hecho histórico y más del momento en que vivió el héroe cubano.
Hay que llegar a crear el interés, y lo digo como joven. Convendría verlo como una figura histórica que tuvo nuestra edad, cometió errores, tuvo novias, se rió, lloró, fue como tú y tú puedes ser él. Ese debería ser un motor impulsor para aprender de la historia y tener más conocimientos al instante de crear.
Anhelo que la muestra genere la necesidad de indagar más en la vida de Martí, tomando como partida la escena representada. Pretendo que las imágenes sean una puerta para descubrir a Pepe.
“Pretendo que las imágenes sean una puerta para descubrir a Pepe”.
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Y aunque todas las obras son igual de arropadas por Hermaiony, hay una de ellas que nace, sobre todo, de su empatía emocional con el Apóstol. “El texto del Presidio Político en Cuba me marcó mucho. Al leerlo tenía justo la edad que Martí tuvo al escribirlo. Empiezo el cuadro ‘Dante no fue al presidio’ con la misma edad con que él pasó esa tortura. Esta disociación de tiempo y espacio me hizo saber que de haber pasado lo mismo no lograría sobrevivir. El lienzo deviene el respeto por esa fuerza interna que tenía Pepe a tan pronta edad”.
Igual al verso de Martí, la colección de Hermaiony Villa saca, profundamente, lo que en su pecho lleva.