Con motivo de la celebración de su cumpleaños 92, tuvimos el privilegio inmenso de conversar con una imprescindible de la escena cubana: Verónica Lynn. En la entrevista titulada “Gracias, Verónica, por existir”, publicada por La Jiribilla, dimos a conocer algunos momentos relevantes de la vida y la trayectoria artística de esta excelsa actriz.
Pero recientemente, de manera pormenorizada, la teatróloga Yana Elsa Brugal compiló, en 198 páginas, pasajes y reflexiones sobre la maestría, la extraordinaria capacidad histriónica, el talento y rigor ético de Verónica Lynn en su paso por el teatro, la radio, la televisión y el cine.
De ello da fe su libro Verónica Lynn, una vida en el arte, presentado el 18 de febrero en la sala Rubén Martínez Villena, como parte del Foro Literario organizado por la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en el contexto de la edición 33 de la Feria internacional del Libro de la Habana.

“Resulta reconfortante recomponer un libro dedicado al quehacer artístico de quien tiene mucho que decir acerca de los procesos del actor, debido a su recorrido por buenos e inolvidables momentos de su labor. En él presentamos a Verónica tal y como es: una artista imprescindible del pasado y el presente continuados. Una artista consagrada al arte de la actuación desde los años cincuenta y que hoy, con 94 años de edad, todavía mantiene su presencia en el teatro, la televisión y el cine. Sus significativos aportes a partir de sus propias experiencias.
“Destacamos asimismo personajes cardinales asumidos por Verónica a lo largo de sus setenta años de carrera artística. Es la Verónica actriz, pero también la Verónica teatróloga y pedagoga», dijo en exclusiva la autora del libro publicado por la Editorial En Vivo, del sistema de la radio y la televisión cubanas.
Mientras, en una concurrida sala Villena por la presencia de varias generaciones de actrices y actores, el reconocido actor Fernando Hechavarría, durante la presentación, catalogó este texto como el pago a “una deuda pendiente desde hace muchos años”.

Más adelante aseguró que “nunca antes me había arriesgado a presentar un libro y solo por Doña Vero lo haré… Entre todos los entrevistados está presente una constante y es el reconocimiento a la maestría de Verónica, a sus valores éticos y morales. Verónica es una mujer extraordinariamente grande como actriz y como persona por su bondad superlativa.
“En este título se recogen sus experiencias, que constituyen verdaderos aportes al arte de la actuación. Por ello el texto resulta perfectamente un material de consulta permanente”. Y visiblemente emocionado, dijo por último: “Ojalá, Vero, algún día podamos llegar a la altura de tus pies”.
Al finalizar la presentación del título una vida en el arte, Verónica Lynn agradeció a los asistentes y a todos en general “por quererme tanto”. En realidad, las gracias una vez más a usted, Maestra, por ser ejemplo perenne de entrega y amor a su profesión y especialmente por ser —apropiándonos de algún modo del testimonio del joven actor Dennys Ramos— una manta mágica para generaciones de artistas que han tenido la enorme dicha de formarse bajo su tutela.