Fotografía contemporánea cubana: de todo un poco

Ramón Cabrales Rosabal
21/1/2016

La llegada del siglo XXI ha logrado un proceso democratizador y popular de la fotografía, no solo desde el punto de vista técnico a través de la imagen digital, sino en todos sus aspectos: históricos, sociales, comunicacionales y artísticos entre otros muchos. Los fotógrafos se multiplican y las imágenes invaden los medios de comunicación y las redes sociales, se hace cada vez más difícil a los críticos de arte poder hacer valoraciones más puntuales y explicitar sobre el trabajo creativo de los hacedores de imágenes. Los géneros y estilos se mezclan no solo dentro de la manifestación fotográfica, sino que ésta a su vez se fusiona con otras manifestaciones plásticas y no plásticas como la música, el performance, la instalación, el video, etc.

La fotografía es más asequible, pero a la vez más compleja. Se ha convertido en parte fundamental de la comunicación visual, la cual se ha ido adaptando no solo a los avances tecnológicos sino también a las necesidades de la sociedad. De ahí que la fotografía contemporánea está impregnada del mundo postmoderno presente en todo el arte y en su valoración influyen múltiples factores, entre los que se pueden mencionar los históricos, los documentales, los periodísticos, los sociales y lo puramente artístico. Pero existen otros muchos valores atribuibles a la fotografía que se hallan estrictamente en el terreno de la más absoluta subjetividad, como pudiera ser la fascinación que puede ejercer sobre un espectador la obra de un determinado fotógrafo, como pueden ser los desnudos de Leo Fernández o la capacidad de una imagen para emocionar o suscitar una reflexión sobre la condición humana a través de los retratos de ancianos y campesinos de la joven Yanela Piñeiro, o para provocar una sonrisa cómplice entre el fotógrafo y el espectador como puede pasar con la foto “El ultimo empujón” de Carlos Mayol. Las razones del valor de la fotografía contemporánea pueden ser múltiples, y no deben verse como excluyentes entre sí. En la actualidad la fotografia constituye un objeto de estudio muy difícil de abordar desde una perspectiva unívoca. No se puede obviar que la fotografía hoy día esta íntimamente relacionada con la llamada cultura de masas, independientemente que pueda llegar a ser una obra de arte. Es decir la fotografía contemporánea presenta un grado de complejidad notable tanto desde el punto de vista formal, contextual, sociológico, psicológico, metafórico… que hace que su interpretación se haga desde puntos de vistas polisémicos y connotativos.


Foto: Gabriel Dávalos

La fotografía como arte puede haber tenido en sus orígenes un valor periodístico, siempre y cuando su aspecto formal sea original o sugerente. La “artisticidad” es un valor que adquiere la fotografia de diversas maneras, a veces buscando la similitud con una pintura o lo que comúnmente se le denomina Pictorialismo, como ocurre de forma frecuente en fotografías de paisajes, desnudos o incluso retratos. La fotografía pictórica se ha usado desde sus orígenes, solo que en el mundo contemporáneo busca nuevos acercamientos al mundo de la plástica, a través de estilos más cercanos, como el Art Pop, el Body Art, el Arte Povera o la simple Abstracción. Muchos críticos de arte no ocultan que el valor de la fotografía, en el propio campo del arte, depende muchas veces, simplemente, de las reglas del mercado como ocurre con las obras del alemán Andrea Gursky o del australiano Peter Link. Vistas aisladamente, muchas fotografías cotizadas a través de galeristas y comerciantes de arte pueden provocar en el espectador indiferencia o incluso rechazo, si no se conocen las claves para interpretar correctamente su producción fotográfica. Hoy en día no solamente el fotógrafo debe estar preparado con las herramientas necesarias para poder competir entre tantos otros y lograr obras verdaderamente creativas y originales, sino que el espectador debe a su vez tener los conocimientos mínimos para poder interpretar, leer y valorar obras complejas y a veces controversiales incluso en el aspecto ético-moral como fueron las imágenes expuestas en la  singular exposición Sex in the city curada por el crítico Piter Ortega en la galería La Acacia en febrero de 2013  y que tenía como tema central el homoerotismo en el arte cubano [1]. Exposición que creo marcó un antes y un después en la fotografía contemporánea cubana.

De ahí que para poder hablar de fotografía, para hacer fotografía, para buscar su verdadero concepto documental o creativo se requiera una preparación, un estudio profundo del mundo de la imagen, del arte y la comunicación. A partir de estos conocimientos, ha surgido en el mundo en general y en Cuba en particular, una pléyade de jóvenes y no tan jóvenes fotógrafos que están revolucionando el arte fotográfico. Los jóvenes surgen ya con ideas muy novedosas desde el punto de vista creativo, y otros no tan jóvenes redimensionan su obra buscando nuevas aristas que le permiten mantenerse en el mundo contemporáneo de la fotografía.

 Los jóvenes surgen ya con ideas muy novedosas desde el punto de vista creativo, y otros no tan jóvenes redimensionan su obra buscando nuevas aristas que le permiten mantenerse en el mundo contemporáneo de la fotografía.

En este trabajo solo me referiré a alguno de los trabajos fotográficos de jóvenes que desde el primer momento han despuntado con gran acierto y también de algunos no tan jóvenes que han ido evolucionando a lo largo de sus vidas para mantener una obra fresca y original de acuerdo a los nuevos aires de la contemporaneidad.   Veamos primeramente un bosquejo sobre el trabajo fotográfico de algunos de los jóvenes ya que tratar de estudiarlos a todos es una tarea imposible por la gran cantidad de muchachos interesados en el mundo de la fotografía y la variedad de géneros y estilos que utilizan. Muchos de ellos profesionales de diversas ramas, unas más cercanas al arte o a la comunicación que otras, otros graduados de las diversas escuelas privadas de fotografia que han surgido y en muchas de las cuales se les provee desde luego de la técnica digital y de herramientas tan amplias como composición, apreciación, lenguaje fotográfico, géneros y estilos, semiótica e historia del arte como ocurre con los graduados de la Academia de Arte y Fotografía Cabrales del Valle. Después pondré algunos ejemplos de fotógrafos que ya no son tan jóvenes pero que sus obras han ido evolucionando a la par que el arte y que en estos momentos realizan trabajos muy  contemporáneos.


Foto: Gabriel Dávalos

Me gustaría comenzar por la obra de un exalumno, un joven que está realizando una obra documental muy interesante sobre el mundo del ballet. Me refiero a Gabriel Dávalos Hidalgo quien acaba de exponer su serie Habana sensual en el Palacio Lombillo. No es el primero que hace fotografía de ballet, pero llevar a los bailarines a un contexto popular como puede ser poner a una importante figura del ballet en una pose en punta delante de una guagua en la parada de Coppelia me parece formalmente algo muy original. La composición que realiza Dávalos en toda la serie siempre está basada en un bailarín o una bailarina como centro de interés, pero a través del gesto que realiza se puede observar lo dinámico y rítmico de la obra, muy a fin con la danza. Tal vez recuerda un poco la obra de la gran maestra española Isabel Muñoz, pero al mismo tiempo se aleja de la misma por la gran dinámica que logra. Es un ejemplo de fotografía documental, tal vez social pero que compite perfectamente con la tal vez mal llamada “artística”. Aclaro que nunca he encontrado diferencias entre lo documental y lo artístico, una se nutre de la otra y viceversa, solo hay buenas y malas fotos.


Foto: Jorge Otero

Jorge Otero, nacido en La Habana en 1982, dueño de una sólida formación académica a través de la Academia de Bellas Artes San Alejandro primero y concluidos en la Universidad de las Artes, trabaja la ambigüedad del cuerpo humano, a causa de las modas, las transformaciones, cirugías y publicidad generada por la belleza corporal. Todo esto está perfectamente reflejado en sus series Epidermis y La ejecución de la cera. Para lograr sus objetivos de fotografía conceptual utiliza figuras de modelos desnudos a través de una textura como de mimbre tejido, semejante al conocido yarey cubano usado en los sombreros de los campesinos y un fondo de un blanco impoluto logrando una sensación muy particular en los receptores. Sus fotos a veces son hipercríticas y desafiantes como es su imagen denominada “Escudo” y expuesta en la serie Sex in the city, donde dos policías posan de una forma muy ambigua escondidos detrás de una gorra oficial.

Para terminar con los jóvenes, lo haré con la más joven promesa de la fotografia cubana, la adolescente Yanela Piñeiro Gutiérrez, quien con apenas 16 años, desde su natal Bejucal ha logrado una sólida carrera. Ha demostrado ser una gran artista captando retratos y contextos sociales. El mundo que la rodea, ella lo regodea y alcanza con sus imágenes, verdaderas obras de arte, que le han permitido ganar diversos premios en Cuba y en otros países. Yanela trabaja la fotografia documental, pero con una estética de alto vuelo, creando composiciones formales que trasmiten mensajes muy humanos y sobre todo muy reales. Junto al fotógrafo estadounidense Jeffrey Cárdenas expuso primero en el Museo Nacional de Bellas Artes y luego en EE.UU. la serie Cómo lo vemos a usted a través de la cual ambos artistas dialogan con una serie de personajes callejeros obteniendo retratos sociales y psicológicos comparables, sin exagerar, con los de Dorothea Lange. Retratos creados entre ambos usando los mismos modelos, en un estudio armado en la calle, con luces naturales y artificiales, trasmiten a través de una sonrisa o un gesto toda la personalidad, la dulzura o el sufrimiento de diversos seres humanos.

Dentro de los artistas contemporáneos pero que empezaron su obra tiempo atrás que cuentan con un trabajo sistemático que ha ido evolucionando y logran estar dentro de la fotografia mas actual, sin lugar a dudas uno de los mas interesantes, un verdadero camaleón artístico lo es René Peña.

Aunque nacido en 1957 y graduado en Lengua Inglesa su obra actual está impregnada de esa energía juvenil que lo caracteriza. “Pupy” como cariñosamente le llaman sus allegados comenzó su trabajo haciendo fotos eminentemente documentales, aunque con un sello muy propio allá por los principios de los 90 bajo una crisis económica terrible que abatía al país. Tal vez a lo largo de los años y hasta el presente Peña ha utilizado los mismos temas como son la religiosidad, el racismo, el erotismo, la ambigüedad sexual, pero siempre enfrascado en un contexto social. Usó la fotografia analógica en blanco y negro de forma genial, mago del contraste y de la textura, logró un trabajo que ya es parte del arte cubano. Con los nuevos tiempos pasó a lo digital y al color, creando verdaderas obras de arte, incluso algunos remakes de grandes pinturas como su famosa “Muerte en el baño” donde alude a la muerte de Marat. Sus fotos de detalles son únicas. Sus composiciones trasmiten una gran fuerza, gracias precisamente, a la simplicidad de las mismas y al perfecto uso de la ley figura fondo usando esa textura que solo él sabe lograr creando imágenes muy conceptuales, muy propias, a veces bien minimalistas.

Otro fotógrafo que trabaja la fotografia documental, pero ya dentro del grupo de los más avezados, nació en 1971, y la convierte en verdadera obra de arte, es el espirituano Adonis Flores. Con una obra que ha evolucionado y ha llegado a ser irreverente, demuestra su formación dentro del mundo del arte, es arquitecto, esto tal vez le permite el uso de recursos formales propios de la plástica como son las perspectivas, el equilibrio, las líneas, los colores, etc. Su obra fotográfica basada en gran parte con el tema militar tal vez dada por su propia experiencia en Angola y en las Torres Gemelas y de la cual el mejor ejemplo es su serie “Camuflaje”. Su fotografía es contemporánea porque comunica y dialoga con el espectador, trasmite el mensaje de forma muy directa. Para complementar su obra, utiliza además el video y el performance.

Contemporáneo con Adonis, compañero de aula en la escuela de arquitectura, otro espirituano Álvaro José Brunet, también presente en la exposición Sex in the city creo que es uno de los realizadores más talentosos dentro del mundo fotográfico cubano actual. Su formación muy cercana al mundo del arte lo ha llevado a interpretar a la fotografía como una obra plástica, más que documental, independientemente que su obra trasmite mensajes muy subliminales y connotativos. Su obra tal vez inspirada en la del español Chema Madoz, minimalista y conceptual, se aleja de la del peninsular por los símbolos que utiliza muy propios de la Cuba que vive y revive día a día. Es un investigador incansable, trabaja sus piezas como bien él dice después de haberlas pensado una y mil veces hasta lograr no sólo los efectos de iluminación que desea, sino hasta que la idea que quiere trasmitir está bien cristalizada. Su obra rebosa modernidad, espíritu de renovación, actualidad creativa y como artista de estos tiempos no se limita a mostrar lo que hace sino también a enseñar a través de su Academia “El Garaje Fotográfico”.

 Nunca antes la fotografía había llamado tanto el interés de fotógrafos y de público como en la actualidad.

Con estas breves reseñas sobre lo que es y lo que significa la fotografia contemporánea cubana quiero dejar manifiesto que nunca antes la fotografía había llamado tanto el interés de fotógrafos y de público como en la actualidad. Acabo de regresar de un viaje a EE.UU. donde pude estar presente en la mayor Feria de Arte Contemporáneo del país celebrada en diciembre pasado en la ciudad de Miami. Junto a grandes de la pintura, de la escultura, del grabado estaban muchos importantes fotógrafos cubanos como Nadal Antelmo, Yunior Yanes, René Peña, Alejandro A. Taquechel y muchos otros. La fotografía contemporánea cubana vive una etapa de esplendor a través de múltiples creadores que la están poniendo muy en alto en el plano internacional.

Notas:
  1. El homoerotismo en el arte cubano es el tema de la exposición colectiva, curada por Píter Ortega, con obras, en su mayoría inéditas, de los artistas Roberto Fabelo, Rocío García, Duvier del Dago, Humberto Díaz, René Peña, Jorge López Pardo, Adonis Flores, Gustavo César Echevarría (Cutty), Enrique Rottenberg, Lidzie Alviza, Alejandro González González, Jorge Otero, Javier Castro, Eduardo Hernández, Osailys Ávila, Lázaro Luis García, Lancelot Alonso, Stainless, José Luis Díaz Montero, Carlos Ernesto García, Yenisley Yanes, Tai Ma Campos, Álvaro José Brunet, William Acosta y Julio Ferrer.
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