Farmacia: una concepción, una escuela se inauguró en Pinar del Río, como parte de las actividades de la Bienal de La Habana para incluir por primera vez otras provincias dentro de la muestra central.

El Museo de Arte Pinar del Río (MAPRI) abrió sus puertas con Volver a la Tierra, una exposición personal de Juan Carlos Rodríguez, gestor de Farmacia.

“Es un proyecto artístico-pedagógico con el propósito de desarrollar una Escuela de Artes Visuales en Pinar del Río. Su raíz está en la necesidad de reintegrar al hombre con la tierra, para ello se sustenta en la memoria telúrica —como substrato del imaginario simbólico— y el arte como proceso de sanación. Orientada por cuatro pilares (antropológico, psicológico, filosófico y poético), su estructura pedagógica incluye talleres de formación regulares y de extensión, encuentros teóricos, debates críticos, exposiciones, intercambios y colaboraciones. La propuesta curatorial para esta ocasión define al proyecto como obra en proceso“.

Las distintas piezas que se exhiben en la institución, cargadas de enorme espiritualidad, interconectan esos dos polos que representan el ser humano y el micro o macroespacio que le rodea, todo ello a través de la memoria simbólica.

Otras sedes se sumaron con muestras colectivas donde participan los integrantes del proyecto, independientemente de edades y etapas de desarrollo. Así, en el Centro Provincial de Artes Visuales (CPAV) y en el Museo de Historia Natural, donde se exhibe Árbol del Mundo, encontramos producciones artísticas de notable solidez conceptual junto a trabajos de niños y adolescentes que cursan los talleres de formación.

La memoria como archivo es el núcleo en el que se inspiran varios de los creadores nacionales y extranjeros invitados. Performance, obras de sitio e instalaciones operan sobre este principio.

La hora del cuervo, del artista Yunior Pérez Rodríguez, adquiere enorme carga emotiva al estrechar vínculos que le atan a la tierra y los recuerdos que conserva de su padre. Con No lugar, Ana Karina Medrano Febres (Venezuela) transporta por las calles y espacios vueltabajeros, representaciones de sus vivencias —documentos personales, fotografías familiares, objetos que la conectan a un espacio diferente en el cual ya no vive—, todos depositados en el interior de una valija que abre y enseña a los demás. Dália Rosenthal (Brasil), luego de realizar estudios previos y de convivir por varios meses en el Batey de Sánchez, una pequeña comunidad del occidente cubano, establece una relación directa entre territorios físicos y míticos locales. El conocimiento de lo autóctono se convierte en herramienta fundamental para la posterior acción colectiva, que en este caso tiene como elemento raigal al tabaco. Arrowroot, obra de sitio del canadiense James K-M, establece puentes de recuerdo entre las ciudades de Quebec y Pinar del Río.

A partir de esta semana estará realizándose en el MAPRI un ciclo de conferencias que incluye interesantes acercamientos al tema de la tierra, la humanidad y la memoria telúrica desde los campos de la geología, edafología, medicina, biología, psicología y naturalmente el arte. Complementan estos encuentros, talleres teórico-prácticos impartidos por los artistas para el público sin límite de edad y las obras de sitio que en su mayoría también son de carácter colaborativo.

Farmacia demuestra nuevamente que se encuentra a la altura de las circunstancias y que siempre se podrá contar con el proyecto para participar en cualquier propuesta artística. Ojalá existan en el país iniciativas similares que, con poco, mucho sean capaces de hacer por devoción al trabajo.