El maestro Adolfo Roval, destacada figura del ballet, falleció hoy en La Habana a los 91 años de edad.
Nació en Cruces, provincia de Cienfuegos, el 18 de septiembre de 1929. Desde muy joven se estableció en La Habana, donde en 1952 comenzó a estudiar en la Escuela de Ballet Alicia Alonso. Ingresó en el Ballet de Cuba en 1954. En 1957 colaboró en la creación de un grupo de ballet profesional en Puerto Rico, bajo la dirección de José Parés. En 1959 se incorporó al reconstituido Ballet Nacional de Cuba, donde alcanzó la categoría de solista, por su desempeño en roles como el Bufón en El lago de los cisnes, Mamá Simone y Alain en La fille mal gardée, y el Dr. Coppelius en Coppélia, por cuya interpretación recibió el reconocimiento de la crítica internacional. Actuó junto a la prima ballerina assoluta Alicia Alonso en varias de estas obras, en memorables representaciones.
“Por sus extraordinarios méritos en la danza escénica, y su intensa labor docente, le fue entregado en 2019 el Premio Nacional de Danza que otorga el Ministerio de Cultura de Cuba”.
Adolfo Roval participó en 1967 en la creación del Ballet de Camagüey. Su labor pedagógica se extendió a otros países, en instituciones como el Ballet de Bellas Artes de Ciudad México; el Ballet de Cali en Colombia; Les Ballets du Rhin, en Francia; el Centro Artístico Yantra, en Bruselas, y la Cátedra de Danza Alicia Alonso, antecedente del Instituto de la Danza Alicia Alonso de la Universidad Rey Juan Carlos, en España. En ambos centros impartió clases de ballet e Historia de la Danza.
Por sus extraordinarios méritos en la danza escénica, y su intensa labor docente, le fue entregado en 2019 el Premio Nacional de Danza que otorga el Ministerio de Cultura de Cuba.
Adolfo Roval era una persona muy querida y admirada, no solo por sus innumerables alumnos en todo el mundo, sino también por sus compañeros de trabajo y amigos.