Teté Bances y el Ismaelillo en la colección del Museo Nacional de Artes Decorativas, muestra integrada por obras de incalculable valor de los esposos José Francisco Martí Zayas-Bazán (Pepe Martí, 1878-1945, hijo del Apóstol José Martí) y María Teresa Bances Fernández-Criado (Teté, 1890-1980), se exhibe hasta el venidero mes de febrero en esa institución de la capital con piezas de pinturas, esculturas, muebles tallados, joyas, platos, cubiertos, copas,  espejos, alfombras, jarrones en pedestal, lámparas de techo (tipo araña) y de pared.

Prevista inicialmente su inauguración para el 8 de noviembre en homenaje al Día de la Cultura Cubana, las inclemencias del tiempo ocasionadas por el huracán Rafael ocasionaron que su apertura se pospusiera para el pasado viernes 15 de noviembre en coincidencia con el aniversario 505 de la fundación de La Habana. Se mantendrá abierta al público durante tres meses.

La exhibición de esta colección de lujo —patrimonio cultural, histórico, artístico y doméstico de Pepe y Teté—  es un proyecto asumido, en conjunto, por el Museo Nacional de Artes Decorativas (MNAD) y el Centro de Estudios Martianos (CEM), este último ubicado en la mansión donde residió el matrimonio, en Calzada número 807, entre 2 y 4, en la barriada capitalina del Vedado, una edificación ecléctica construida en 1915 con el capital del español don Victoriano Bances, banquero y ganadero radicado en Camagüey, padre de Teté, quien, como su esposo, era hija única.

La muestra está integrada por obras de incalculable valor de los esposos José Francisco Martí Zayas-Bazán y María Teresa Bances Fernández-Criado.

Con 66 años de edad, en ese lugar falleció José Francisco, quien recibió allí los primeros servicios funerarios y luego el cadáver tuvo honores en el Salón de los Pasos Perdidos, en el Capitolio. Fue hijo de María del Carmen Zayas-Bazán Hidalgo (1853-1928) y un reconocido militar que alcanzó el grado de General del Ejército Constitucional.

Además, formó parte del grupo de oficiales que hizo el cambio de banderas ante la Capitanía General el 20 de mayo de 1902, con la proclamación de la República.  En su infancia inspiró el libro Ismaelillo, la primera obra publicada de toda la producción poética de José Martí, quien la escribió en Caracas, en 1881, y la publicó al año siguiente en Nueva York.

“(…) se integra al proyecto una selección de la gran cubertería de plata, plata dorada y acero inoxidable”.

La colección de Teté fue conformada por obsequios de su esposo, así como por objetos que compró en sus viajes al exterior, sobre todo en Europa, además de regalos de sus amigas pertenecientes a la alta aristocracia habanera que solían asistir a las tertulias que se realizaban en su mansión, entre estas Rosita Blanco Herrera, condesa de la Mortera y Natasha Mella. Al fallecer, 35 años después de la partida de José Francisco, muchas de esas reliquias pasaron a distintas instituciones, fundamentalmente al MNAD y otras quedaron en Calzada y 4, hoy sede del CEM.

“En la exposición se exhibe una vajilla de porcelana de Sévres, una de las principales fábricas de porcelana europea, la cual se encuentra en la ciudad de Sèvres, Francia. El conjunto fue producido durante el período Napoleón III en el siglo XIX. Asimismo se integra al proyecto una selección de la gran cubertería de plata, plata dorada y acero inoxidable, varias de cuyas piezas tienen grabadas las letras “J” y “M” entrelazadas entre sí. También se presentan abanicos, mantones de manila y peinetas de carey. Todas pertenecientes a la colección de nuestra institución”, dijo Yosvanis Fornaris, director del MNAD.

La muestra incorpora un costurero de madera taraceada y bronce dorado, del siglo XIX, procedente de Europa.

Asimismo enfatizó que el CEM, y la directora de esa entidad,  Marlene Vázquez Pérez, además de ofrecer su incalculable cooperación con este proyecto, incorporó a la muestra dos valiosas piezas de artes decorativas: una figura escultórica de bronce y mármol titulada Faisán y lagarto, de Jules Moigniez, un escultor animalista francés que trabajó durante el siglo XIX; además de un costurero de madera taraceada y bronce dorado, del siglo XIX, procedente de Europa.

Igualmente se exhiben fotos inéditas extraídas de la papelería de María Luisa Gómez-Mena, condesa de Revilla de Camargo, documentos que forman parte del fondo de la institución. En esas instantáneas aparecen tanto la figura de María Teresa Bances Fernández-Criado como la de José Francisco Martí Zayas-Bazán.