Evocación de Fidel
26/11/2016
“¿Cuál fue el más duro de esos momentos que recuerda junto a Fidel?
El del cinco de agosto de 1994, cuando la marginalidad y la canallada pretendían subvertir el orden de cosas en el corazón de la Habana. Fidel ha contado en varias ocasiones que cuando le comunicaron que nos aprestábamos a defender con las armas en la mano la integridad del Museo de la Ciudad y de nuestras instalaciones, decidió venir para acá. En un momento debí salir a una reunión a la que me convocaron y cuando iba regresando y todas las calles se cerraban, Galeano, Carlos III, Belascoaín, Malecón … subí como quien va para la Universidad para buscar otra vía y de pronto, veo delante de mí los tres carros de combate de él, que iban buscando el camino. En un momento determinado abandoné el automóvil y subí al tercer carro. Ahí me contó que había salido para la Habana Vieja porque le dijeron que yo estaba sitiado.
En medio de aquella batalla, cuando la multitud patriótica, colérica y enfebrecida contra lo que estaba ocurriendo lo rodeó, se viró y me dijo: ¿qué hacer ahora? y le respondí: seguir la corazonada. Y afirmó: la corazonada es esta, vamos para allá. Entonces llegamos al Malecón.”
Fragmento de Si queda un caballero en el mundo, ese es Fidel. Fragmento de una entrevista a Eusebio Leal, de Magda Resik Aguirre. Tomado del libro Viaje a los frutos, compilación de Ana Cairo Ballester. Ediciones Bachiller, Editorial José Martí. La Habana. 2006.