Uno de los momentos del año más esperados por el público cubano es el Festival de Cine Francés, un espacio para apreciar lo más reciente en materia audiovisual producido en esa nación. Cada edición del evento ha sido un encuentro con la cinematografía, pero también con la cultura y los artistas galos, en diálogo permanente con sus seguidores.

Arribar este año a la edición 25 del Festival de Cine Francés nos lleva a pensar en sus orígenes y trascendencia para la vida cultural de La Habana, principal sede de la programación, aunque este año retoma su presencia en varias provincias de la Isla; por tanto, los espectadores de Santiago de Cuba, Granma, Camagüey, Ciego de Ávila, Cienfuegos y Villa Clara, serán también parte de la fiesta de celebración por las dos décadas y media de la presencia de este festival entre nosotros.

“Cada edición del evento ha sido un encuentro con la cinematografía, pero también con la cultura y los artistas de esa nación, en diálogo permanente con el público cubano”.

“Desde su creación en 1997, el Festival de Cine Francés en Cuba siempre ha buscado ofrecer un panorama de la diversidad de la cinematografía francesa: un cine audaz, que sorprende, interroga y a veces conmociona, abordando con delicadeza las realidades y los problemas contemporáneos. Las películas de esta edición reflejan perfectamente esta diversidad”, refieren Christophe Barratier y Nouredine Essadi, fundadores de esta iniciativa.

En la sala Héctor García Mesa del Icaic, los organizadores del Festival ofrecieron los detalles de la programación. Foto: Del autor

Este martes 24 de septiembre, los organizadores del Festival, ofrecieron todos los detalles de su programación, en una conferencia de prensa celebrada en la sala Héctor García Mesa del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), que contó con la participación de Olivier Giron, consejero de la Embajada de Francia en Cuba; Alexandre Guillochon, director de la Alianza Francesa y Antonio Mazón Robau, programador de la Cinemateca de Cuba.

Para la inauguración se seleccionó el filme Noviembre (Cédric Jiménez, 2022), thriller que se adentra durante cinco días en el corazón de los servicios antiterroristas franceses durante la búsqueda de los sospechosos tras los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París.

Basado en hechos reales, Noviembre obtuvo varias nominaciones en los principales festivales y concursos del cine europeo; por lo que, más allá de la temática y el tratamiento, el filme convence por su realización en cada una de las especialidades. Esta propuesta será exhibida el 2 de octubre a las 5:00 p.m. en el cine Chaplin; justo después de la inauguración de una exposición curada por la especialista en Gráfica de la Cinemateca de Cuba, Sara Vega, que recoge los carteles realizados en las 25 ediciones del Festival.

El thriller Noviembre es el señalado para inaugurar la muestra. Foto: Cortesía del Icaic

Giron y Guillochon refirieron la importancia de este evento y su presencia en el gusto de los espectadores, agradecieron el apoyo de instituciones y personas que durante estos años han hecho posible que el festival sea un verdadero encuentro con el cine francés y sus creadores.

Por su parte, Mazón mencionó que en la presente edición se manifiesta como línea temática el tema judicial, con varios filmes que lo abordan, incluido el premiado Anatomía de una caída (Justine Triet, 2023); además de Las dos caras de la justicia (Jeanne Herry, 2023) y El caso Goldman (Cédric Khan, 2023).

Anatomía de una caída, cinta merecedora de numerosos premios a nivel internacional, incluidos la Palma de Oro del Festival de Cannes y dos Globos de Oro. Foto: Cortesía del Icaic

En esta edición el Festival de Cine Francés también rinde homenaje a importantes figuras del cine, e incluye en su programación un apartado a la obra de Laurent Cantet, a Claude Sautet por su centenario y al actor Alain Delon, uno de los rostros del cine francés.

Como señala el Excmo. Señor Laurent Burin Des Roziers, embajador de Francia en Cuba: “Llegar a la 25 edición del Festival de Cine Francés en Cuba es celebrar un cuarto de siglo, y con ello la ocasión de reforzar nuestro compromiso con la aventura que nos propician imagen y sonido para acercarnos al cine. A lo largo de estos años hemos podido confirmar que todas y cada una de las ediciones anteriores del Festival ha detonado iniciativas, proyectos, escenarios, imaginarios, formas de relación entre la cinematografía francesa, las creadoras y creadores cubanos, junto con el público de la Isla”.