La tercera edición del espacio Hoja de Guao, coordinado por la Asociación de Escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), tuvo lugar el 19 de enero de 2023 en la Sala Guillén de la Uneac; conducido por el poeta, narrador, dramaturgo y crítico cubano Rigoberto Rodríguez Entenza, Coco.
El encuentro, creado para dialogar sobre literatura, contó con Laidi Fernández de Juan como panelista, quien abordó el tema La crónica en la literatura cubana. La crónica, como género literario, conjuga la subjetividad del autor con hechos de su realidad. Allí destaca la obra de dos maestros de la crónica cubana: Jorge Mañach y Eladio Secades. Como aspecto en común aparece La Habana, “reseñando pasajes de la vida cubana a través de sus estampas de la época”, que a su vez “distan en cuanto a intencionalidad de generar humor y al empleo del lenguaje en sus crónicas, diferencias comprensibles dado el origen y la formación intelectual de cada uno de ellos”. La panelista realizó una breve reseña de la obra de ambos cronistas y se adentró en factores distintivos, lo que permitió resaltar la cubanía de los autores:
Ambos escritores, cada uno con un estilo diferente y con objetivos distintos, Mañach dedicado a las calles, a los barrios, a los parques, a los monumentos, a las catedrales; y Secades a los tipos sociales y a los sucesos cotidianos, ciñeron sus escritos a una mirada costumbrista, entendiéndose como tal la observación entre dulce e irónica del entorno y de los hábitos de La Habana en sus respectivas épocas.
La crónica recobra vital importancia, ya que logra dar cuenta de los acontecimientos desde una visión crítica, jocosa e incluso sarcástica, donde destaca la experiencia de quien observa los hechos.
“En efecto, Mañach y Secades critican todo lo referente a la ciudad, pero se sienten irremediablemente conquistados por ella”, añadió. Entre otros autores, más cercanos en el tiempo destacó a Enrique Núñez Rodríguez, prolífico creador en varios ámbitos (teatro, televisión y prensa plana), y a Héctor Zumbado, llevado a la categoría de filósofo por todos nosotros, humildes seguidores y feroces admiradores suyos.
“En la década del 80 brilló como nunca antes, y en gran medida este fenómeno se debe a la mano mágica de estos fundadores”.
La historia del humor cubano en la crónica costumbrista fue recogida sigilosamente por Laidi Fernández de Juan en el presente encuentro. “En la década del 80 brilló como nunca antes, y en gran medida este fenómeno se debe a la mano mágica de estos fundadores”, comentó la autora.
La panelista tuvo un momento de agradecimiento a los presentes, y mencionó especialmente a Dazra Novak como cronista cubana, además hizo un llamado consciente al hecho de que existen muy pocas cronistas mujeres en Cuba. Al finalizar el panel tuvo lugar un debate con el público donde se intercambiaron experiencias y se aludió a otros cronistas cubanos.
Al cierre Laidi leyó una crónica que viera la luz por primera vez en La Jiribilla llamada “El día que fui martes”, articulando, como es costumbre en la autora, su visión humorista con una impresión entre luces y sombras de nuestra realidad.