Enrique Carballea: sin egos desubicados

—Santy, te voy a hacer un disco, pero solo cantarás un tema.

—¿A ti qué te pasa, loco?

—Déjame pensarlo bien todo y después discutimos.

Es este el diálogo que, imaginariamente, ha repensado Enrique Carballea más de una vez. Él hablando con Santiago Feliú, “convenciéndolo” para regalarle un disco por su 60 cumpleaños.

“Siempre nos pasaba algo parecido a eso”, me dice…”Te adelanto que ese será el disco más difícil de mi vida: Fascinantemente mundo: Santiago Feliú se llamará. Comenzamos a grabarlo este mes”.

Enrique Carballea es un hombre de grandes ideas que, por suerte, tendremos para rato porque la COVID-19 no pudo apagárselas. Afortunadamente, materializa sus ideas, para ello se rodea de personas talentosas, y ahí están, quedan para la posteridad. La pandemia, como me ha dicho, nos ha hecho repensarnos la vida, “y me he puesto creativo con proyectos que ya tenía en mente y otros que me han surgido en este tiempo, para los que he contado con el apoyo del Ministerio de Cultura y el Instituto de la Música”.

“Es un disco en el que vuelvo a trabajar con Ruly Herrera, pero no es Real Project. A menudo los hijos se nos parecen, como dijo Serrat, y para no repetir la fórmula de Real Project-GES, convoqué entonces a Roberto Fonseca, Jorge Aragón, Jorge Luis Lagarza y Roberto Luis Gómez. Intervienen además Yusa, Kelvis Ochoa, Polito Ibáñez, Haydée Milanés, David Blanco, Héctor Téllez Jr., Miguel Díaz-Canel Villanueva, Camila Guevara, Silvio Rodríguez…

“Es un disco de fiesta, por los 60 años que cumplirá Santiago Feliú en marzo. Ahora viene todo el proceso, hablaremos de eso luego. Estoy feliz, ya ves”.

Hablar con Carballea supone entonces enterarse de mil sueños que le revolotean dentro, y alegrarse cuando confirma que ya son un hecho, como los recientes fonogramas, de los cuales accede a conversar sin tapujos. Discos de fiesta, me aclara, porque no le gusta emplear el término Homenaje: uno por Eliseo Diego y otro por Sergio Vitier.

“Tuve una relación particular con Eliseo Diego. Te cuento, en 1984 produje dos conciertos de Pedro Luis Ferrer en el Hubert de Blanck, que se llamaron La eternidad por fin comienza un lunes, y en uno de esos conciertos leyó poemas Eliseo. La idea de este proyecto era que no fueran solo poemas musicalizados, sino que pudiéramos jugar con la voz de Eliseo e intervenirla.

“Tengo ganas de volver al escenario y hacer espectáculos como esos con los grandes de hoy, esa mezcla de actores, música, poesía… como lo hicimos en los 80”.

“En esos conciertos abría Vicente Revuelta, que salía por el medio del pasillo, haciendo el bufón de La duodécima noche, con las máscaras, la voz en off desde la cabina era de Flora Lauten, y había un hada madrina con esos palillos lumínicos que era Marianela Boán. Qué recuerdos esos…

“Conté para este disco con Horacio “El negro” Hernández en un tema a batería y voz. Otro tema fabuloso, No es más, con Javier Zalba. Ernán López Nussa hace fragmentos de En la calzada de Jesús del Monte; Anolan González hace Testamento; Héctor Quintana, Leonardo García, Fidel Díaz Castro, Michel Portela… hicimos este trabajo y me hace ilusión estrenarlo cuanto antes en la Biblioteca Nacional.

“Perdóname el ego desubicado, como diría Santiago Feliú, pero es un disco especial.

“Para el disco por Sergio Vitier trabajé con Héctor Quintana, Javier Zalba, Rolando Luna, Yandy Martínez, Andrés Coayo y Adel González en la percusión, las cantantes María Victoria Rodríguez y Mayda Michel. Invitamos a Barbarito Torres, a Roberto García…, Zalba y yo tenemos una amistad infinita.

“En este disco, el tema Rondó a lo desconocido, tiene una connotación especial. Es una tristeza de amor gigante. Mi madre murió en el momento en que grabábamos ese tema en el estudio, y siempre tendré el recuerdo terrible asociado a ese tema. Le dije a Cristian Vitier que hiciera una pequeña intervención. Rolando Luna fue tan generoso que permitió que en un momento, en el intro del solo, las primeras notas las hiciera en los teclados Cristian. Es muy emotivo. Y destaco que sin el aporte de la viuda de Sergio, Liliam Vázquez, no hubiera sido posible”.

—Hace mucho tiempo que no estás en los escenarios, en los espectáculos, como ese de La eternidad por fin comienza un lunes.

—Tengo ganas de volver al escenario y hacer espectáculos como esos con los grandes de hoy, esa mezcla de actores, música, poesía… como lo hicimos en los 80. Tengo ganas de volverlo a hacer, porque después de dedicarme a la producción musical, me he restado esas vivencias.

—En Cubadisco te fue muy bien. Tuviste seis nominaciones con proyectos en los que asumiste dirección y producción.

—A todos los premié en mi corazón y, de ellos, tres tuvieron premios. El disco de Horacio “El Negro” Hernández, un DVD que amo profundamente de los Jóvenes Clásicos del Son, y otro con diversos músicos en Bailar, una fiesta por Enrique Plá.

“Premios obtuvieron el disco de Real Project-GES; Dos Lenguajes, de Ruy Adrian López Nussa y De cuerpos y formas, de Barbarito Torres”.

“Estoy en medio de un susto creativo bienhechor. Animal de galaxia, un álbum que recrea diez temas de la obra de Silvio”.

—¿En qué proyectos te encuentras ahora?

—Estoy en medio de un susto creativo bienhechor. Animal de galaxia, un álbum que recrea diez temas de la obra de Silvio. Siempre faltará alguno que le guste a la gente, porque es difícil escoger solo diez de su repertorio.

“Es que pensé hacer un disco instrumental, con jazz rock fusión, y aquí se muestra una absoluta madurez de Héctor Quintana, de Tony Rodríguez en el piano, de Yandy Martínez en el bajo, de Oliver Valdés en la batería y Esteban Puebla en los teclados. Es un disco que creo que será muy hermoso. Mi sueño es estrenarlo en un teatro y que la gente cante fragmentos de las canciones cuando los músicos toquen. Tengo un lujo tremendo en ese disco, con el Sello Colibrí”.

Y Carballea continuará, por suerte, imaginando, planeando, creando…