El cine italiano ha sido presencia constante en los espacios de exhibición, en festivales y muestras, en nuestras salas de cine. Antes del surgimiento del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), en 1959, ya los futuros directores Tomás Gutiérrez Alea y Julio García Espinosa habían estudiado en el Centro Sperimentale di Cinematografía en Italia, uno de los más influyentes en este ámbito.
Durante décadas, el cine italiano ha sostenido esa presencia en Cuba. Los realizadores en la península han mantenido esa tradición, tradición en imágenes que hemos podido apreciar en cines y en televisión.
Después de la pausa obligatoria a que nos sometió la pandemia de COVID-19, el panorama cultural, específicamente audiovisual, se expande: recientemente concluyó la quinta edición del Festival de Cine Europeo en Cuba, se aproxima uno de los eventos más esperados, el Festival de Cine Francés; pero, entre uno y otro, se inserta la primera edición de Orizzonti Italia-Cuba, una iniciativa gestada por el realizador cubano Luis Ernesto Doñas y el director de Teatri della Resistenza, Simone Faucci, quienes este miércoles, en el lobby del cine Chaplin, ofrecieron detalles a la prensa sobre las principales actividades que se han programado dentro del evento.
Junto a los directores artísticos, la vicepresidenta del ICAIC, Tania Delgado, manifestó los propósitos de la institución al albergar esta iniciativa que conducirá a un clima de mayor colaboración entre instituciones de ambas naciones.
Con el objetivo de contribuir a la socialización de experiencias y a la formación de realizadores y especialistas del quehacer audiovisual, Orizzonti Italia-Cuba incluye también una serie de clases magistrales.
Desde el 4 de junio y hasta el día 11 del propio mes, el Orizzonti Italia-Cuba ofrece, en el cine Chaplin siempre a las 6:00 p.m., una muestra de cine contemporáneo italiano que incluye el filme El padre de Italia (Fabio Mollo, 2017), escogido para la inauguración del evento (4 de junio); el documental Ennio (Giuseppe Tornatore, 2021) para el domingo 5; y continúa sus presentaciones el día 8 con Cuban dancer (Roberto Salinas, 2020); una tarde de cortometrajes, prevista para el 9 de junio con Bagni, Magnesio, Come ieri, Battlefield, Teresa, Olvídate de eso y Fuori programa; La traviata (Mario Martone, 2021) es la propuesta para la tarde del 10 de junio y el cierre será la proyección de Fiore gemello (Laura Luchetti, 2018).
Con el objetivo de contribuir a la socialización de experiencias y a la formación de realizadores y especialistas del quehacer audiovisual, Orizzonti Italia-Cuba incluye también una serie de clases magistrales. La primera de ellas, convocada para el 3 de junio a las 2:30 p.m., es antecedente del propio evento y contará con la participación del guionista y director Fabio Mollo, quien abordará el proceso “De la escritura a la imagen”.
La sala de Animados ICAIC acogerá una sesión dedicada a la realización de videojuegos (7 de junio), como uno de los contenidos audiovisuales que mayor impacto tiene hoy entre un amplio sector de espectadores, será impartida por Favio Viola y se concentrará en las relaciones que se establecen alrededor de estas obras, su título: “Videogames as a cultural and social engine”.
En las últimas sesiones (días 8, 9 y 10 de junio) de estas jornadas dedicadas a la formación, se incluyen tres encuentros con el reconocido editor Roberto Perpignani. En estas jornadas el reconocido montador y profesor defenderá su tesis sobre “El montaje cinematográfico no es una pipa y mucho menos un oficio”. La experiencia de este profesional de una de las especialidades más connotadas de la realización audiovisual, y su participación en esta primera edición de Orizzonti Italia-Cuba confirma la relevancia de un evento que se instaura ya como un puente entre las filmografías y los convenios de colaboración entre ambas naciones.
Además de estos espacios, el evento contará con mesas de diálogo, exposiciones y actividades colaterales, de las cuales el lector atento conocerá más detalles a través de esta revista.