El Taller Internacional de Verano del BNC y su raíz histórica
Tres cuartos de siglo atrás, en junio de 1950, Alicia y Fernando Alonso dieron un paso histórico al fundar la Academia de Ballet que llevó el nombre de nuestra excelsa bailarina, institución que tuvo la tarea histórica de formar a la primera generación de bailarines cubanos y comenzar la creación de un método propio de enseñanza, que al paso del tiempo sería mundialmente reconocido como la Escuela Cubana de Ballet.
No hay que olvidar que en la formación del Ballet Alicia Alonso, hoy nuestro Ballet Nacional de Cuba, el 28 de octubre de 1948, en su elenco fundador, de 40 miembros, solamente 16 eran cubanos. Ellos tuvieron la clara visión de que había que rescatar el talento para la danza que existía a lo largo y ancho del país.
Gracias a la gestión de la Dirección de Cultura de la Federación Estudiantil Universitaria (FRU), que arrancó una modesta subvención económica al gobierno de Carlos Prío Socarrás, pudieron darse a esa tarea de forja, que incluyó un sólido plan de estudios del que se beneficiaron los miembros de la compañía y los alumnos de la Academia, muchos de ellos con becas gratuitas, como fue el caso de Mirta Pla, Aurora Bosch, Menia Martínez, las hermanas Margarita y Ramona de Sáa y los santiagueros Joaquín Banegas y Jorge Lefebre.
Célebres fueron los Cursos de Verano que ofreció con ilustres pedagogos extranjeros y que se hicieron extensivos al alumnado de las filiales que surgieron en varias ciudades del país.
Con la creación de las Escuelas de Ballet dentro del Sistema Nacional de la Enseñanza, la escuela cubana se ha hecho extensiva a muchos países mediante las asesorías de profesores y maîtres y los prestigiosos Cuballets.
El Ballet Nacional de Cuba, bajo la guía de Alicia Alonso, organizó sus Talleres, 30 años atrás, efectuados de manera simultánea a los Festivales Internacionales de Ballet y en sus Talleres Internacionales de Verano.
Desde el pasado 29 de julio y hasta el 10 de agosto de este año, el Taller se celebró con la participación de 150 alumnos, procedentes de Puerto Rico, Colombia, México, Panamá, Argentina, Ecuador, Estados Unidos, Saint Martin, Guatemala y España y de estudiantes y bailarines profesionales cubanos, procedentes de La Habana, Pinar del Río, Matanzas, Villa Clara, Holguín, Camagüey y el Municipio especial de la Isla de la Juventud.
El programa de estudios, dirigido por la maître Mercedes Beltrán, directora de la Cátedra de Danza del BNC, incluyó dos ciclos: el Infantil, para estudiantes de 9 a 12 años y el Pre-profesional, de 13 a 35 años, y en ellos se impartieron asignaturas tales como Ballet, Dúo clásico, Variaciones de repertorio, Preparación física, Maquillaje, Creación coreográfica y elementos de la danza moderna cubana.
La Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba fue sede de la Gala de Clausura, con un ameno programa que incluyó selecciones del repertorio clásico tradicional como Paquita, Coppelia y Don Quijote.
Talento, vitalidad y ansias de superación fueron premiados con cerradas ovaciones del numeroso público asistente. Tuve el honor de pronunciar nuevamente las palabras de clausura, con la certeza de que mientras hayan talento y centros formadores, el futuro del ballet cubano está sólidamente garantizado