—Reina la desproporción
de una secta egocentrista
bajo la égida egoísta
del poder y la ambición.
Hambre, guerra, destrucción,
terrorismo universal
y muerte circunstancial
por factores prevenibles,
son las huellas más terribles
de la injusticia social.
—¿Por qué, en lugar de salvar
la vida en cualquier nación
el hombre inventa un avión
con el poder de matar?
El mundo fuera un lugar
libre de pobres y hambrientos,
si se usara en alimentos
una mitad aunque sea
del dinero que se emplea
en fabricar armamentos.
—La guerra —trágica empresa
urdida en mortal enjambre—
mata al hambriento, no al hambre,
y al pobre, no a la pobreza.
Los hombres con la impureza
de fatales desaciertos,
minan los pechos abiertos
de los pueblos masacrados
para quedar separados
por un abismo de muertos.
—A diario se puede ver
la retroalimentación
horrible de la ambición
de riqueza y de poder:
los fuertes quieren tener
todo cuanto el mundo encierra,
la ambición genera guerra,
esta en odio se convierte,
y el odio siembra la muerte
y el terror sobre la tierra.
—Condenemos la avaricia
de unos cuantos poderosos
que ajan inescrupulosos
el reino de la justicia.
Llegue la equidad propicia
para que el mundo en cuestión,
sea una sola nación
viviendo en la misma casa
sin arder sobre la brasa
del poder y la ambición.
Solo entonces
Cuando acabe la rabia enceguecida
por el polvo de muchas ignorancias,
cuando acaben las balas, las distancias,
los azotes absurdos a la vida,
cuando nadie disfrute la embestida
que acorrala al hermano, ni haya ventas
de refugios con lecho de tormentas
hollinando la voz de cada aurora,
cuando se oiga el gemido del que llora
y el auxilio no empiece a sacar cuentas,
cuando tengan las horas el abrazo
al alcance de todos los afectos,
cuando el odio se quede sin proyectos,
y al rencor se le dé el último plazo
para ser desterrado en el ocaso
sin derecho al sarcasmo ni a la herida,
cuando quede el insulto sin guarida,
y al llamado del bien canten los bronces…
entonces… solo entonces… SOLO ENTONCES
EL MUNDO TENDRÁ PAZ Y LARGA VIDA.