El lugar exacto donde nació la leyenda
2/12/2020
Cuando se insiste en la conformación de una tradición alrededor del 4 de diciembre, momento de la creación de los Van Van, se piensa en el sitio donde la orquesta ofreciera su primer concierto hace 51 años: el callejón de 23 y P, en la capitalina barriada del Vedado. Con ello se propicia algo mucho más trascendental que la elemental referencia histórica al espacio físico que señala la aparición en escena de la gustada agrupación; se trata de cultivar en el corazón de cada cubano una emoción singular al conocer el lugar donde ocurrió un evento mítico para la cultura nacional.
Son aspectos que nutren de orgullo patrio: pertenecer a la tierra de Juan Formell y entrañar las mismas raíces culturales de los integrantes de una orquesta estelar que ha logrado mantenerse en la cima de la música popular bailable de Cuba por varias décadas. Tal emoción pasará a fundirse indisolublemente con esa cubana sensibilidad que incluye nuestro modo de gesticular al hablar, el gusto por los frijoles negros, la pasión por la pelota y, por supuesto, presumir de los Van Van: “¡Esa es mi orquesta, caballeros!”.
Además diría que, si llegado el día, es preciso empuñar un arma para defender la patria amenazada, entre nuestras sobradas razones tendríamos el callejón de 23 y P. No se requiere una combativa marcha ni escuchar necesariamente “El necio”, de Silvio Rodríguez, para estar dispuesto a afrontar los mayores peligros. Con la música de los Van Van en el corazón defendemos su legado incluso con los dientes, pues acompañados por sus letras y acordes todos hemos vivido buenos momentos. Es importante fomentar el respeto y la admiración hacia todo aquello que nos recuerde la grandeza de la obra mayor de Juan Formell: los Van Van. Podemos hacerlo no solo desde la música o las entrevistas y videos de sus éxitos, sino también desde la visita a sitios emblemáticos relacionados con la trayectoria de la orquesta, como lo es el callejón de 23 y P, el lugar exacto donde nació la leyenda.