El curioso dilema de los Yotuel papers
Dice Yotuel Romero, integrante de Orishas, que en 2022 va a comprar el equipo Industriales de béisbol. Dice que es un sueño que tiene, y lo hará para que los peloteros no tengan que emigrar y sean millonarios desde Cuba. De esta manera, el béisbol cubano volvería a estar en los primeros planos del mundo.
Según Cibercuba, con semejante contundencia respondió Yotuel Romero a las acusaciones del periódico Granma, sobre un presunto soborno para nominar “Patria y vida” a los Latin Grammy. Sin embargo, lo que Cibercuba llama acusación —y que en cualquier otra parte del mundo se llama información— no provino inicialmente del periódico Granma, sino del portal mexicano Bendito Coraje.
“La red offshore que destaca en la investigación periodística conocida como los Pandora Papers, revela pagos de Atlas Network, empresa detrás de la financiación y promoción en redes sociales de la canción ‘Patria y vida’”.
Antes de Granma, diversos medios internacionales relataron que Gabriel Abaroa, ex presidente emérito y CEO del grupo que otorga los premios musicales Latin Grammy, habría sido sobornado por el monto de un millón de dólares para favorecer al tema “Patria y vida” como Canción del año. A propósito, el portal mexicano Bendito Coraje agrega que “la red offshore que destaca en la investigación periodística conocida como los Pandora Papers, revela pagos de Atlas Network, empresa detrás de la financiación y promoción en redes sociales de la canción ‘Patria y vida’”.
Aún no sabemos si Yotuel Romero finalmente se pronunciará con igual contundencia contra ese portal informativo, y tanto como amenazó hacer con Industriales, pronto nos anuncie que también comprará el equipo Diablos Rojos, representante del DF en la Liga de Béisbol Mexicana. Estamos a la espera de la noticia.
Asimismo, en este minuto, Yotuel Romero mantiene un prolongado conflicto con la compañía estadounidense Google. Según reclama en redes sociales, “Patria y vida” no aparece cuando se hace una búsqueda en Google de las canciones del año nominadas al Latin Grammy. Como se sabe, Google tiene su sede en Mountain View, California: pudiera ser entonces que, en represalia, en los próximos días el cantante de Orishas se anime a comprar los Padres de San Diego, los Dodgers de Los Ángeles o los Gigantes de San Francisco, equipos representantes de California en las Ligas Mayores de béisbol.
Llegado aquí, explico que hice un alto en este artículo para comprar el pan en el mercado y allí me encontré con cierto amigo. Me preguntó sobre lo que estaba escribiendo, y le dije que, según Yotuel Romero, Google lo excluyó de la lista de nominados al Grammy por intervención del régimen cubano. Es algo natural, continué, porque Otaola también dice que, tras su reciente detención y expulsión de Italia, igualmente está el régimen cubano. El amigo arrugó la nariz, abrió mucho los ojos, y finalmente me dijo: “¡Ño, ese régimen cubano ta’ escapa’o!”.
El caso es que, al parecer, las “ciberclarias” de Cuba son muchos más —y también más influyentes— que los millones de ciberseguidores de Yotuel y los influencer que lo promueven. Dice haber reclamado a Google por tal injusticia, pero de allí le explicaron que la exclusión se debía a los numerosos “claims” recibidos desde La Habana. Desde el pasado 18 de octubre llamó a sus millones de seguidores al combate cibernético para reclamar a Google, pero diez días después las “ciberclarias” siguen ganando la puja y el Buscador aún no coloca a “Patria y vida” en la lista de nominados.
Yo no sé si realmente la bronca es entre las “ciberclarias” y los “ciberyotuels”: en este mundo de posverdad no se sabe si la posmentira es una virtud o un pecado. Solo sé que me quedé pensando cuando el amigo —que encontré en la bodega cuando fui por el pan—, con un guiño y una sonrisa sibilina, me dijo: “Mira, Google es como tener a tu servicio unos cuantos tipos chismosos en cada barrio del mundo: se las sabe todas y un poco más allá”.
Sonreí, pero él frunció el entrecejo y con rostro preocupado me dijo: “Yo creo que este Yotuel se va a buscar un grave problema en Miami”. “Y eso, ¿por qué?”, repliqué asombrado. “Bueno, ya tú sabes cómo es la cosa por allí y, a lo mejor lo acusan de desviación ideológica por comprar símbolos comunistas. El problema es que el equipo Industriales fue fundado por el Che”.