Echoes: un viaje con The Beatles desde Cuba
Mesurado, equilibrado, bien proporcionado. Catalogo así el concierto Echoes, realizado en el teatro Martí este jueves, como parte del programa de la Semana de la cultura británica en Cuba. Hubo virtuosismo en las interpretaciones, instrumentales y vocales; hubo talento derrochado en los solos; hubo armonía perfectamente coordinada y, sobre todo, creatividad basada en el respeto.
“Hubo virtuosismo en las interpretaciones, instrumentales y vocales; hubo talento derrochado en los solos”.
Si en pleno siglo XXI se quiere ofrecer un espectáculo en el que se recuerde y se le rinda tributo a uno de los íconos más importantes del Reino Unido y del mundo en materia musical, principalmente, desde la visión contemporánea de una generación que creció escuchando los criterios de admiración que se le atribuían, entonces hay que, primero, respetar y luego, sorprender.
Ahí radicó, a mi juicio, el acierto de este concierto liderado por Real Project, en el que se sumaron otros músicos amigos, y en el que, además, se le otorgó vital importancia al testimonio documental de un álbum imprescindible en la historia de The Beatles.
El público que asistió conoce el fonograma, siente nostalgia por la sonoridad del cuarteto de Liverpool, abrazaría a cada uno de sus miembros si hubieran aparecido allí, y agradecieron en cada aplauso el re-visitar composiciones paradigmáticas, que, a la sazón, muestran otra manera de ser disfrutadas, a partir de los arreglos de los jóvenes que las defendieron.
Ruly Herrera, en la batería; Julio César González, en el bajo; Rasiel Aldama, en la trompeta; Dany Arce, en el trombón, Emir Santa Cruz, en el saxofón; Angel Toirac, en el piano y los teclados, y Ernesto Blanco, en la voz y la guitarra, bien aprovecharon la invitación que les hiciera Sir George Hollingbery KCMG, Embajador de Su Majestad Británica en Cuba. Dejaron evidencia de lo british de The Beatles y de la popularidad que siempre han tenido en nuestro país.
“I´ve got a feeling”, “Two of us”, “Don´t let me down”, “The long and winding road”, “Across the universe”, “Get Back” y “Let it be” fueron los temas regalados, con arreglos de Yoyi Lagarza (lamentablemente ausente), Angel Toirac, Ruly Herrera y Ernesto Blanco. Se conformó entonces un disfrute musical, a partir de temas que nos remontaron a enero de 1969, cuando The Beatles grababan el álbum.
Fue oportuno entonces apoyar la memoria en fragmentos de la serie documental The Beatles Get Back, de Peter Jackson, que ofrece la posibilidad de comprender que cada canción evolucionó hasta lo que hoy es.
Así se alternó la música con el visionaje y sentimos a John, Paul, Ringo y George más cerca… ahí, sentados en uno de los balcones del teatro, mirando a todo el público que quiso viajar en el tiempo, recordar sus melodías y salir a la calle, después, a vivirlas en cada paso.