Diego Gutiérrez pertenece a las más recientes promociones de trovadores de nuestro país. Este avileño posee una trayectoria musical desplegada en todo su esplendor en un sitio muy especial para muchos: El Mejunje.

Hace muy poco tiempo, Diego estrenó un nuevo fonograma denominado Palante el mambo, bajo el sello de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM). El CD es un sueño realizado y una mezcla de ritmos cubanos de la canción de autor. Además, representa motivo de orgullo para su autor.

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¿De qué manera has podido palpar la aceptación del público?

Me han pasado cosas lindísimas. Muchas personas han comprado el disco y se lo han pasado a otros que yo ni sospechaba, hasta en las provincias y todo. Ha sido muy buena la retroalimentación. Algunos se han sorprendido por la nueva sonoridad del fonograma, muy positivo y disfrutable. Ha sido una sorpresa agradable y alegre para todos.

¿Cómo ha sido el trabajo de promoción?

El Departamento de Comunicación de la EGREM ha desempeñado un trabajo muy serio. También me he sentido muy apoyado por la radio y la prensa digital. En televisión he hecho varias cosas, pero un poco más esporádicas. A veces las cosas no salen cuando deben salir.

Hasta ahora las presentaciones en vivo han resultado un éxito. Hemos estado haciendo una especie de gira por los centros culturales y bares de La Habana: Barbarán, Plaza Cultural 31 y 2, el Diablo Tun Tún, Fábrica de Trova, Fábrica de Arte, entre otros. En esos lugares nos presentamos con un pequeño formato.

Este disco te ha traído varias alegrías, pero quisiera que me comentaras especialmente del  Premio Cubadisco

Parecería un cliché decir que mi interés primario era que el CD fuese disfrutado por la gente. Para mí ha sido una  sorpresa la acogida que tuvo por parte de la crítica y del jurado. En primer lugar, el Cubadisco es una plataforma importante en Cuba y, además de ello, los nominados en mi categoría (Música Fusión) eran bastante fuertes.

¿Cómo te llegó la noticia de que habías sino nominado al Grammy Latino?

Los primeros días estuve en shock total, porque la Academia, cuando mira hacia Cuba, no dirige su mirada hacia este tipo de música. Yo soy un cantautor, un trovador. Que los miembros de ese jurado se hayan fijado en el disco y lo hayan insertado en la categoría de Fusión Tropical es para mí una alegría. Uno hace un disco para agradar a la gente, si bien yo sabía que había logrado una buena producción. Sin duda, todo esto representa un gran punto de partida, ya que indica que el trabajo no solo está funcionando en Cuba, sino que sale de ella muy sorpresivamente.

Hoy existe mucha atención y curiosidad internacional hacia mi obra, debido a este fonograma y al anterior, De cero, que tuvo muy buena repercusión en el país, aunque no toda la que deseábamos. A partir de Palante el mambo, toda la obra anterior ha vuelto a salir a la luz, y hay muy buenas propuestas para continuar haciendo música. En México, por ejemplo, tenemos oportunidades, también en Estados Unidos y República Dominicana. Para ellos se trata de una mezcla muy interesante, pues hacemos música cubana de autor.

¿Tienen pensadas próximas presentaciones en Cuba?

Sí, en la Casa de la Música de Plaza y en el Piano Bar Convergencias, de la Plaza Cultural 31 y 2. En ese último estaré con mi banda completa. Aún no  tenemos fecha de inicio, pero estaremos allí una vez por semana.

Además, el 31 de octubre me presentaré en El Patio de Baldovina, en la Casa del Alba Cultural, espacio promocionado y gestionado por La Jiribilla. Va a ser un concierto muy especial, ya que compartiré escenario con Telmary, otra de las artistas cubanas nominadas al Grammy Latino, en la categoría de Música Alternativa. Sabes que en la música todo está mezclado, por eso compartiremos escenario: ella con Habana Sana y yo con mi banda. Eso será a las 5:00 p.m. en el patio grande. Están todos invitados.