Con el objetivo de lograr que las personas identifiquen las maneras en que se construyen sentidos de la realidad relacionados con lo racial, sesionó en Casa de las Américas, La Habana, el taller Mi cuerpo es un texto.

Alrededor de 30 personas, entre ellas investigadores sociales, periodistas y estudiantes universitarios, participaron en el encuentro, espacio donde conversaron sobre las diferentes representaciones de las identidades étnicos-raciales de la Isla caribeña.

“En muchas ocasiones escuchamos decir que todos los cubanos saben bailar. Eso es una representación estereotipada, o sea, se toma una característica cultural de nuestra cubanidad y se le atribuye indistintamente a todos los individuos nacidos en nuestro país. Entonces, cuando llegamos a esa práctica, estamos hablando de un estereotipo cultural, porque todos los cubanos no saben bailar salsa”, ejemplificó Zuleica Romay Guerra, directora del Programa de Estudios sobre Afroamérica.

¿Cuándo ha ocurrido ese fenómeno, cómo y qué función puede tener la generalización de ese tipo de estereotipo?, fueron otras líneas de debate en el taller.

Durante la sesión de clases, se trabajó sobre la significación del cuerpo, particularmente en lo referido a la sexualización de los cuerpos de las personas afrodescendientes, práctica cultural entronizada desde el periodo esclavista. También acerca de otras representaciones que establecen un vínculo entre la piel negra y los referentes estéticos, o entre la piel negra y determinadas cualidades o atributos físicos.

Con una frecuencia de una vez al mes durante tres meses, el encuentro permitirá a los participantes intercambiar saberes y poner en práctica los conocimientos adquiridos. Al concluir cada cita deben realizar estudios, que son orientados por los profesores, en aras de presentarlos y defenderlos en los venideros talleres.