Porque contribuye a conquistar toda la justicia y no a contentarnos con una parcela de ella.

Porque es una herramienta para combatir las prácticas deshumanizantes que han sufrido y que sufren muchas personas en nuestro país y en el mundo y las reconoce como sujetos plenos de derechos.

Porque está atravesado por el combate a la violencia de género y a toda forma de violencia intra-familiar.

Porque el valor de una sociedad se puede medir por el trato que reciben sus infantes y sus ancianos, sus enfermos y personas en situación de discapacidad y todos ellos son aquí defendidos hasta el final.

Porque le hace justicia al trabajo doméstico y de cuidados y, con ello, a las personas que lo realizan en condiciones de desigualdad.

Porque no perjudica a nadie, sino que amplía los derechos y los sujetos de derechos.

Porque en materia de familias se decide por el amor, cualidad principal de su condición revolucionaria.

Porque si llevamos sus preceptos a la práctica transformaremos a la sociedad y al Estado mismo y crearemos una nueva cultura.

Por todo esto y mucho más, los trabajadores y trabajadoras del Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello respaldamos el nuevo Código de las Familias que será llevado a referéndum el próximo domingo.

Aprobado en asamblea sindical del 21 de septiembre de 2022.

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