Debates en la ANPP: Instructores de arte, escuela y comunidad
“A principios de los 2000, Fidel lanzó la Batalla de Ideas y uno de los proyectos más pujantes era el de los instructores de arte. Se formaron más de 30 000. Hoy tenemos en las escuelas poco más de 6 000 y en el sector de Cultura alrededor de 4 000, a pesar de que este ha sido un frente en el que se ha trabajado con intensidad en los últimos años”, refirió el ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau, durante su intervención en los debates de la primera jornada de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medioambiente, como parte del trabajo en comisiones que antecede el primer periodo ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su décima legislatura.
El ministro catalogó de cardinal el tema debatido en la comisión, “Evaluación del trabajo cultural y el papel de las escuelas en la transformación de las comunidades”. Opinó “que no cabe en ningún informe. Tiene que ver con toda la cultura y con la batalla en que estamos inmersos contra la colonización cultural”.
Recordó que en su discurso Palabras a los Intelectuales, Fidel mencionó el proyecto de los instructores de arte, que ya se venía formando para llevar la cultura a todos los rincones del país y convertir en verdad esa filosofía de que la columna vertebral de la política cultural de la Revolución es la democratización de la cultura.
Precisamente —agregó el ministro— a partir del llamado del presidente Miguel Díaz-Canel de intensificar el trabajo con la comunidad, desde el Ministerio de Cultura se ha potenciado el trabajo comunitario, aunque reconoció que todavía están muy lejos de hacer lo que se necesita en el terreno de la integración, empezando por la formación de instructores, pues las cifras hoy son insuficientes.
En este sentido, reconoció que la infraestructura creada no alcanza para formar los instructores que necesita el país y los que se están formando actualmente lo hacen en las propias escuelas de arte, porque no existen instituciones de ese tipo en los territorios. “Es una prioridad que se debe incluir en la previsión de los Gobiernos locales para el desarrollo cultural de cada uno de los territorios”, exhortó.
Refirió que es necesario enfrentar la colonización cultural a partir de la integración entre la cultura y la escuela, “convertir a la escuela en una institución que irradie cultura hacia la comunidad y que integre el esfuerzo de todos”.
Hay que divulgar los ejemplos que puedan servir de modelos —insistió Alpidio Grau— y utilizar la comunicación, la ciencia y la innovación como pilares del trabajo del Gobierno. “No podemos avanzar a ciegas; necesitamos saber en qué terreno nos estamos moviendo y qué dice la ciencia; todo en función de ese trabajo que hay que hacer en las comunidades”.
“No podemos avanzar a ciegas; necesitamos saber en qué terreno nos estamos moviendo y qué dice la ciencia; todo en función de ese trabajo que hay que hacer en las comunidades”.
En esta misma línea, Ivón Álvarez, diputada por el municipio de Bauta, en Artemisa, contó sobre la experiencia en ese territorio, donde legisladores sostuvieron un encuentro con las autoridades de Cultura y Educación. “A partir de ahí pudimos concretar las acciones, pese a que es un municipio pequeño, con deficiencias en el trabajo cultural porque no tienen la fuerza técnica cubierta”.
Primeramente se integraron los factores vinculados con el trabajo comunitario para conformar una programación cultural atractiva y con calidad, sobre todo de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y la Asociación Hermanos Saíz (AHS).
“Es importante el acompañamiento a nuestros artistas y escritores en esa programación y la transformación que queremos de la vida cultural de cada comunidad”, aseguró la diputada. Ejemplo de ese vínculo es el círculo de interés creado en el complejo monumental Antonio Maceo, donde se habla de la vida del líder y de nuestras tradiciones de lucha.
“Hay que seguir creciendo en la formación de instructores de arte; es una debilidad en la provincia”, reconoció Álvarez. Para el año que viene subimos la matrícula en teatro y danza. “La Brigada José Martí nos ha acompañado todo el tiempo en la formación y la preparación de nuestros instructores”.
Indira Fajardo, diputada por Chambas, Ciego de Ávila, aseguró que durante los recorridos por su municipio pudo visitar muchas escuelas y constató que hay un trabajo coordinado entre la dirección de Cultura y esos centros educativos. “Muchas veces adolecemos de visibilizar las buenas prácticas y de dar el justo reconocimiento que tienen nuestros municipios. Debe ser una prioridad visibilizar los proyectos comunitarios que hoy se realizan en los territorios y en las Casas de Cultura, para que haya un reconocimiento social y que la comunidad se sienta reflejada”, dijo.
La también presidenta del Instituto Cubano de la Música aseguró que a veces se deja únicamente a los representantes de Cultura o de Educación en esa trasformación cultural, cuando existen “muchas inteligencias en una comunidad que pueden también volcarse hacia la escuela”. Desde un médico hasta un agricultor pueden ser referentes de vocación y de formación de valores para los niños, apuntó.
“Debe ser una prioridad visibilizar los proyectos comunitarios que hoy se realizan en los territorios y en las Casas de Cultura, para que haya un reconocimiento social y que la comunidad se sienta reflejada”.
Osiris Aranda Creagh, rectora de la Universidad de Guantánamo y diputada por ese territorio, significó que se hace inminente revisar la formación de instructores de arte. “Muchos de los que egresaron como técnicos de nivel medio en esta especialidad no ingresaron a las universidades y son excelentes profesionales y personas. Hay que atender al personal en esa formación continua, permanente, sobre todo en el posgrado”.
A los diputados les dijo que no se trata solo de ir a las comunidades, pues realizarían una labor más integral si son más sistemáticos en esas visitas.
Rafael González Muñoz, diputado por el municipio granmense de Yara, aseguró que uno de los factores que más lastra el trabajo sociocultural comunitario es la carencia del presupuesto para pagar a los trabajadores y garantizar la infraestructura que se necesita en esos territorios. Asimismo, recalcó que hay que apoyar cada vez la legitimidad de la figura del instructor de arte.
Yaney León Morales, diputada por Palma Soriano, en Santiago de Cuba, habló de la experiencia del proyecto “Las Candelitas”, en el que se implican niños y adolescentes de la Casa sin Amparo Familiar del territorio. A dicha iniciativa, que fue concebida por un instructor de arte, también se vinculan niños que son parte de familias vulnerables. Añadió que ha traído buenos resultados en cuanto al fomento de la cultura y las tradiciones.
“Tenemos que seguir intencionando la comunicación de esos proyectos, que se visualicen. Que la gente conozca lo que se está haciendo, porque es mucho a nivel de país”, agregó la parlamentaria.
Trabajo social y comunitario: Consideraciones finales del informe
Según el informe “Evaluación del trabajo cultural y el papel de las escuelas en la transformación de las comunidades”, presentado ante la comisión parlamentaria, las escuelas, como instituciones insertadas en la comunidad, desarrollan diversas actividades en la atención a esos espacios, en especial a las familias en condición de vulnerabilidad.
Conclusiones:
✓ En las escuelas se desarrollan diversas acciones culturales. En muchas hay proyectos socioculturales, pero no en todas las escuelas ni en todos los barrios hay instructores de arte, o promotores culturales, para atender el desarrollo de estos proyectos.
✓ En sentido general en casi todas las escuelas, sobre todo en los asentamientos alejados de las ciudades, se han organizado actividades en la etapa de vacaciones en función de la comunidad a partir de las potencialidades de las instituciones educativas. Esta práctica se ha potenciado en las escuelas que se encuentran enclavadas en barrios en transformación y también en los otros barrios con familias en condición de vulnerabilidad.
✓ El Sistema de Casas de Cultura desarrolla una intensa labor mediante los instructores, proyectos culturales y la labor de promoción en sus propias instalaciones. Esta labor se extiende a los barrios en transformación y a comunidades en condición de vulnerabilidad, donde participan de conjunto trabajadores de Cultura, Deporte, Educación, Salud y Comercio, entre otros sectores.