De lujo el homenaje al maestro Frank Fernández
7/5/2019
La excelsa figura de la pianística cubana, Frank Fernández, fue homenajeado este 5 de mayo en la sala Avellaneda del Teatro Nacional con motivo de la celebración de su cumpleaños número 75 y sus 60 años de trayectoria artística.
Todo Frank fue el nombre escogido para el concierto donde, al decir del homenajeado, amigos muy queridos y de altísimo nivel artístico brindaron, mediante su arte, una muestra del cariño que los une. Entre los invitados especiales estuvieron el barítono Ulises Aquino, el tenor Yuri Hernández, la cantante de música popular Laritza Bacallao, los primeros bailarines del Ballet Nacional de Cuba Viengsay Valdés y Dany Hernández, y la coreógrafa y bailarina Irene Rodríguez.
En una sala abarrotada, el también productor, pedagogo, compositor e intérprete acompañó en sus presentaciones a la mayoría de los amigos que le rindieron tributo en esta ocasión. Tocó temas como Canción trovadoresca y Cuando pienso en el Che, canciones de su propia autoría y asistidas por la interpretación de la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la batuta de su titular el maestro Enrique Pérez Mesa.
Durante el espectáculo también se presentaron algunas de las más meritorias agrupaciones del panorama musical cubano, como el Coro Nacional de Cuba, dirigido por la maestra Digna Guerra, las agrupaciones de Pancho Amat y su Cabildo del Son y Adalberto Álvarez y su Son, entre otros.
La diversidad de géneros musicales interpretados amplió el espectro cultural de la gala. La combinación en el mismo concierto de estilos tan diversos como el Changüí de Pancho Amat con la 5ta. Sinfonía de Beethoven, a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional, pudo considerarse como un riesgo; sin embargo, Fernández no dudó en incluir tal contraste. Refiriéndose a tal decisión respondió: “Yo confío en el público cubano, plenamente”, un público capaz de disfrutar con similar placer esta variedad musical.
Tales aparentes disparidades también ilustran la carrera de Frank Fernández, como bien lo decía Amat en su presentación: “Asociamos más a este gran pianista con la música de concierto, pero siempre tiene presente sus raíces. Estamos acostumbrados a verlo con la Orquesta Sinfónica Nacional, pero también con los Muñequitos de Matanzas”.
Para cerrar la celebración, el compositor de obras tan icónicas como Tierra Brava, escogió la orquesta del sonero y amigo Adalberto Álvarez. De más está mencionar que esta fiesta terminó no solo en música, sino también en baile, sonrisas y abrazos. La sala Avellaneda del Teatro Nacional fue testigo del eterno agradecimiento del pueblo de Cuba a Frank Fernández por regalarnos su talento y poner en alto la música cubana.
Muy bueno