La música es un lenguaje universal, reza una verdad de Perogrullo que usualmente escuchamos en los medios o los trabajos que reseñan o se acercan a este género imprescindible de la cultura. Una y otra vez esta verdad se cumple con la música cubana, quizá la manifestación del arte que más ha acercado la cultura de la Isla al resto del mundo.

Las potencialidades y la capacidad de la música cubana para unir pueblos y tender puentes, se tuvieron en cuenta este año por los organizadores de la segunda edición del DMZ Peace Train Music Festival, desarrollado entre el 5 y el 9 de junio en Corea, con Cuba como país invitado.

Una delegación auspiciada por el Proyecto de Colaboración Mincult-Onudi-Koica —que impulsa hace dos años el fortalecimiento de la industria musical cubana— participó en este importante festival de música que promueve el diálogo, la paz y el intercambio cultural y familiar entre los dos países de la península coreana.

Un elenco artístico variado y de lujo representó a la Mayor de las Antillas: Pancho Amat y su Cabildo del Son, la trovadora Marta Campos y el sello independiente Guámpara Music, liderado por Isnay Rodríguez, más conocido como DJ Jigüe, quien se acompañó de otros talentosos jóvenes músicos cubanos.

Como antesala, Seúl acogió una jornada de conferencias que ponderó a Cuba y a su música como ejemplos de desarrollo en escenarios de paz y su trabajo en la promoción del intercambio cultural entre los pueblos. En el espacio teórico que sirvió como presentación de la cultura cubana y que contó con la participación internacional de promotores, programadores y organizadores de festivales de música del Líbano, Reino Unido y África, así como del alcalde de la capital coreana, se desarrolló el panel Music, Peace and World. 1st Connection from Cuba. La cultura cubana fue introducida por Mabel Castillo, vicepresidenta del Instituto Cubano de la Música (ICM), quien presentó una cronología de la música cubana y se refirió a los cambios institucionales y de gestión antes y después del proceso revolucionario (identidad musical asociada a periodos históricos). Por su parte, René Hernández, director de la Agencia Cubana de Derecho de Autor Musical (ACDAM), se refirió a los procesos de evolución de la música durante la Revolución cubana, desde la visión de los derechos. Yolaida Duharte, administradora nacional del Proyecto Mincult-Onudi-Koica, habló sobre el presente y el futuro de la industria musical cubana e introdujo temas de independencia, industrialización y globalización en la gestión de la música.

La capital coreana fue escenario de una noche de presentación de las agrupaciones cubanas invitadas. La Plataforma Chandong 61, uno de los principales centros culturales de Seúl, acogió a los músicos y su actuación significó un éxito rotundo de público, el que coreó y bailó sin importar el tránsito de un género a otro ni las barreras idiomáticas. Del sabor del son de Pancho Amat y el Cabildo, pasaron a escuchar la guitarra y las letras reflexivas de una carismática Marta Campos, hasta llegar a una explosión de sonoridades y colores con la música del mundo y la mezcla rítmica de la electrónica, el hip hop y el caribeño mestizaje de Guámpara Music.

Guámpara Music se fue al corazón del Festival, a la ciudad fronteriza de Cheorwon, locación que por tres días consecutivos y durante 24 horas diarias acogió presentaciones musicales de los más diversos géneros y proyectos del mundo, para colorear un escenario bélico lacerado por el conflicto con la hermana Corea del Norte.

Por su parte, con el eslogan de Los Cubanos, Pancho Amat y el Cabildo del Son y Marta Campos se presentaron en escenarios de ciudades como Incheon y Pohang.

La delegación cubana sostuvo importantes encuentros que contribuyen al acercamiento entre instituciones culturales de ambos países con la Sociedad de gestión de derecho de autor de Corea. Con la Sociedad Coreana de Compositores, Autores y Editores (KOSPA) se realizaron negociaciones para la firma de un contrato de representación recíproca con la ACDAM que significará una mayor gestión de los derechos de autores y compositores de ambos países. Los recibió el rector de la Universidad de las Artes de Corea, institución en la que efectuaron un recorrido por sus diferentes facultades y sostuvieron un intercambio con profesores y alumnos en una clase de música clásica tradicional coreana, lo que se considera el primer acercamiento de esa universidad con la música cubana y en el que hubo un marcado interés en fortalecer la relación.

Este intercambio tiene antecedentes en dos anteriores fomentados por el mismo proyecto del Mincult. En el año 2017 directivos de la industria musical cubana visitaron Corea como parte de una misión de estudio e intercambio con homólogos de la nación asiática y, posteriormente, una delegación de expertos, programadores y artistas coreanos participó en el Fórum Internacional de Música Cubadisco-Primera Línea 2018, en el que tuvo gran acogida la banda de ska Kingston Rudieska en varios centros culturales de la Isla . Más recientemente, expertos coreanos participaron en el Festival Jazz Plaza 2019.

Una vez más la música cubana demuestra su capacidad de establecer lazos y acortar distancias. La presencia de la cultura cubana en el DMZ Peace Train Music Festival 2019 así lo demuestra.