Cuba en el Archivo Sinodal de la antigua Rusia
La primera referencia que se conoce en Rusia sobre el Nuevo Mundo —y acerca de Cuba, específicamente— aparece en un texto escrito por Máximo el Griego, quien fue invitado por el príncipe Basilio III a Moscovia para ayudar a traducir los libros sagrados al ruso.
Acusado de hereje, hacia 1530 ese monje ortodoxo fue reducido a cautiverio y, mientras cumplía castigo, escribió profusamente (365 textos) sobre disímiles temas, incluidos los viajes de descubrimiento. Así, explica que habiendo cruzado el océano:
Los pueblos antiguos no sabían navegar más allá de Cádiz, pero lo principal era que no se atrevían a hacerlo; los españoles y portugueses de hoy, tomando todas las medidas de precaución, recientemente, hace 40 o 50 años, comenzaron a navegar en grandes naves y descubrieron muchísimas islas, algunas de las cuales estaban habitadas por gente, y otras deshabitadas; además, descubrieron una tierra de dimensiones tan grandes, llamada Cuba, que ni siquiera sus habitantes saben dónde termina […].[1]
En el Archivo Sinodal, ubicado en el Monasterio de la Santa Trinidad y de San Sergio, en Moscú (poblado de Zagorsk), se encuentra el libro que contiene los manuscritos de Máximo el Griego (1470-1556).
El Monasterio de la Santa Trinidad y de San Sergio, que está situado a 70 kilómetros al norte de Moscú, ha tenido un papel excepcional en la historia y la cultura rusa. El monasterio fue fundado por Sergiy de Radonezh a mediados del siglo XIV. La construcción del complejo arquitectónico duró seis siglos. El complejo alberga, además del monasterio, el archivo, la Academia Teológica y Seminaria de Moscú, la Sala de historia de Zagorsk y el Museo de Arte.
Mijail Tribulis (Μιχαήλ Τριβώλης) nace en 1470 en la ciudad de Arta, Grecia, en la familia de Manuil e Irina Tribulis, la cual se traslada a Florencia en 1492, lo que le posibilita estudiar en la valiosa Biblioteca de Medici.
En 1497 Mijail viaja a Venecia para estudiar la impresión de libros, donde se vincula con destacados humanistas como el maestro Aldo Manucio, con el cual aprendió la producción de libros, en especial su redacción, y desde 1498 hasta 1503 sirve en la corte de Giovanni Francesco Pico della Mirandoli, enseñando griego y traduciendo a los clásicos y los libros sagrados.
Invitado por el príncipe Basilio III arriba a Moscú en marzo de 1518, donde adquiere el pseudónimo de Máximo el Griego. Al concluir los trabajos a él asignados, pide regresar a su tierra natal, lo que le fue negado por el propio Basilio.
Acusado de hereje, hacia 1530 Máximo el Griego fue reducido a cautiverio y, mientras cumplía castigo, escribió profusamente (365 textos) sobre disímiles temas, incluidos los viajes de descubrimiento.
En sus escritos señala los defectos y la injusticia social de la vida rusa, la cual estaba en contradicción con los ideales cristianos. En 1521 asume Danil como metropolito, quien al conocer las ideas de Máximo el Griego se convierte en su enemigo.
El Concilio de 1525 acusa a Máximo el Griego de hereje, de renegar de la iglesia ortodoxa rusa y tener vínculos con Turquía; es reducido a cautiverio en el Monasterio de Volokolamsk, donde permaneció durante seis años. En más de una ocasión recurrió al zar solicitando que le retiraran el destierro.
En 1551 tuvo lugar el Concilio de Stoglabi (de los cien ojos), importante acontecimiento en la vida rusa. El Padre Superior Artiomi de la Labra, de la Santa Trinidad y de San Sergio, aprovechando ese propicio momento, solicitó al joven Iván IV que permitiera “al respetable Máximo el Griego” trasladarse hacia el Monasterio, lo cual fue concedido. Allí transcurrió el resto de la vida de Máximo el Griego hasta su muerte el 21 de enero de 1556.
Notas:
Muy interesante artículo sobre la historia rusa y sus personajes