Coherencia y consecuencia revolucionarias
No existen mejores palabras para caracterizar el rol asumido por la Mayor de las Antillas frente al imperialismo y la lucha por la liberación de la humanidad. Postura que se define apenas iniciada la construcción del nuevo poder popular.
La abierta hostilidad y agresión del imperial vecino norteño consolidó la política soberana del proceso cubano y aceleró la opción socialista como proyecto político-social y de alineamiento internacional.
Primer país socialista en el mundo occidental
Su definición como país socialista tiene una trascendencia enorme a escala global. Materializa las posibilidades del camino socialista como alternativa a la dominación, abuso y saqueo del poder imperialista en cualquier latitud de la tierra.
No en vano se erige entonces como el faro mundial de las luchas anticoloniales en los rincones más alejados del orbe. Asia, África y la vecina América Latina reciben el ejemplo y la solidaridad material de la Revolución cubana.
Décadas antes de que Mac Luhan acuñara el término Aldea Global, Fidel y los revolucionarios de la Isla caribeña habían asumido, con meridiana claridad, la tesis de que el imperialismo era un sistema de dominación mundial, abarcador de los niveles económicos, financieros y comerciales, además de político, cultural y simbólico.
Estas perspicacia y agudeza son las que los llevan a asumir una política antiimperialista inclaudicable, comprometida con las luchas de todos los pueblos del mundo. Actitud que le ha convertido en referente vivo de antiimperialismo. No es posible la liberación de la humanidad ni el socialismo sin la derrota completa del sistema imperialista mundial.
Faro de la lucha emancipadora internacional
El internacionalismo militante de la Revolución cubana ha sido firme e integral, hombres, materiales, armas, medicina, escuelas. El Che Guevara, uno de sus líderes históricos, estuvo presente en las acciones armadas del continente africano. En 1965, a la cabeza de una columna de 120 combatientes cubanos, llegó al Congo para ayudar a la guerrilla.
De Argelia a Sudáfrica, pasando por el Congo, Guinea Bissau, Cabo Verde, Etiopía, Angola y Namibia, la contribución cubana a la liberación del continente no tiene equivalente en la historia de las luchas anticoloniales. “Es la primera vez que un país vino de otro continente, no para llevarse algo, sino para ayudar a los africanos a conseguir su libertad”. Tales fueron las palabras que redactó Nelson Mandela desde su prisión en Robben Island.
Tricontinental, Foro social mundial, ALBA-UNASUR-CELAC, la incesante lucha por la libertad y la dignidad
“Crear dos, tres, muchos Vietnam”, declaración de la Tricontinental que sigue vigente hasta la actualidad. Alentar y apoyar toda lucha que socave la dominación imperialista y permita la emergencia de la causa de los pueblos, su liberación y dignidad.
En América Latina, en los años finales de la década del 90, se inicia la rebelión mundial contra el neoliberalismo que se instala a nivel global con el denominado Consenso de Washington. Con el comandante Hugo Chávez, Fidel, hermanando a Cuba y Venezuela, organizan y dirigen la mayor ola revolucionaria antisistémica mundial contemporánea.
“El internacionalismo militante de la Revolución cubana ha sido firme e integral”.
Desde América Latina se inicia la actual onda antiimperialista que se expande a nivel global. No ha dejado de desarrollarse, y mantiene en jaque la tambaleante hegemonía del imperio del norte.
Esta poderosa ola emancipadora se expresa en fuerzas organizadas y liderazgos continentales. Foro Social Mundial, UNASUR, ALBA, CELAC, orientan y canalizan la lucha justiciera de nuestros pueblos. Hugo Chávez, Lula, Dilma, Evo Morales, AMLO, entre otros, son los liderazgos que continúan la lucha ejemplar de Fidel y el Che.
Ocaso de hegemonía usa-anglosajona y emergencia del mundo multipolar
La tenaz, dura y sacrificada lucha antiimperialista que Cuba lleva adelante por más de 60 años tiene múltiples y diversos frutos. Países que han logrado su independencia, naciones que han derrotado el apartheid y el racismo, pueblos que avanzan en sus conquistas de justicia y libertad.
La apuesta por un nuevo orden mundial, haciendo trizas el pretendido fin de la Historia difundido como sueño americano imperial, está muy cerca de hacerse realidad. Asistimos en los últimos años a la crisis que anuncia la terminación de una efímera hegemonía unipolar. Que tuvo vigencia desde el Consenso de Washington en 1990 hasta el 2010.
A partir de esta fecha la presencia de China como potencia mundial, la reorganización y emergencia de Rusia, los BRICS, UNASUR y la vigencia de países que desarrollan proyectos populares y socialistas como Venezuela, Nicaragua, Bolivia, además de Cuba la heroica, son expresiones de factores que están produciendo el nuevo orden mundial, el orden multipolar como una realidad alternativa que debe traer cambios en la distribución del poder mundial. El ocaso de 200 años de hegemonía anglosajona y la reducción de la asimetría e inequidad en el planeta.
Qué duda cabe de que Fidel y Cuba han jugado un papel protagónico en la configuración de este nuevo escenario que debe acercarse a la equidad, sostenibilidad ambiental y la continuación de la especie humana.