Cósimo Mandrillo: “La Revolución cubana proyectó la literatura y despertó el interés en todo el mundo”
El escritor venezolano Cósimo Mandrillo ha tenido una intensa agenda como parte de la XXXI Feria Internacional del Libro de La Habana. Ha presentado en varios espacios su libro Conspiración en el mercado, “una historia realista y conmovedora, construida con un lenguaje sencillo que la convierte en una lectura plácida y adecuada para lectores de diferentes edades”, según el autor. El texto relata la vida de un joven wuayuu curioso y ansioso por descubrir cómo es la vida fuera de la Guajira, región de Venezuela, y decide aventurarse a explorar un mundo desconocido.
Además, en el marco de la FILH 2023 dictó la conferencia “La representación de lo político en la narrativa venezolana contemporánea” y presentó el título de literatura infantil Recital de Poesía. El autor sudamericano accedió a ofrecer declaraciones a La Jiribilla.
¿Cómo surge la invitación para asistir a la Feria del Libro de La Habana?
Junto al Centro Nacional del Libro de mi país estamos dictando un diplomado que se llama “Escuela Taller de Narración de Venezuela”, y esta feria era una oportunidad para hablar del tema en Cuba. Además, recientemente se publicó mi novela Conspiración en el mercado y quisimos presentarla en La Habana.
¿Cuáles son sus consideraciones sobre la literatura cubana?
Desde el triunfo de Revolución la literatura cubana empezó a sonar en toda Latinoamérica como producto del cambio político que había sufrido la Isla. A partir de ahí, surgió una nueva consideración, no solamente de lo que es la literatura, sino de la concepción del libro en sí mismo.
Recuerdo que, de joven, el libro cubano era una referencia por la calidad, el volumen de títulos publicados y por la manera como se distribuían en la población. En ese momento en Venezuela no teníamos nada parecido.
La literatura cubana empezó a conocerse y aparecieron una serie de escritores modernistas relacionados con la Revolución que fueron un punto de partida para muchos autores en toda Latinoamérica e incluso en Europa. La Revolución cubana proyectó la literatura y despertó un interés general en todo el mundo. Eso posibilitó una demanda importante por la literatura cubana. A partir de ahí muchos escritores de la Isla fueron publicados en otros países.
“(…) de joven, el libro cubano era una referencia por la calidad, el volumen de títulos publicados y por la manera como se distribuían en la población”.
¿Qué referentes de la literatura cubana ha tenido a lo largo de su trayectoria artística?
Leíamos a Lezama Lima. Eliseo Diego era muy importante para nosotros en la Escuela de Letras. Conocíamos Calibán, de Roberto Fernández Retamar, que se convirtió en un punto de referencia para analizar lo que debe ser la literatura, del hecho político en la cultura.
¿Qué significa Cuba para Cósimo Mandrillo?
Este país es un paradigma para las fuerzas progresistas de Latinoamérica y del mundo. Una revolución que se ha podido mantener por más de 60 años, con todo lo que conlleva la agresión permanente del imperio, es admirable y no se puede dejar de reconocer.
En Venezuela, con el proceso en el que estamos inmersos en este momento, Cuba sigue siendo una referencia, una nación hermana. Estamos sufriendo los mismos embates, bajo un bloqueo agresivo del gobierno de los Estados Unidos. Conocemos las carencias y los sufrimientos que ha tenido que enfrentar el pueblo cubano durante mucho tiempo, y eso nos acerca más.
Este es mi tercer viaje a Cuba, la primera vez vine a un encuentro de literatura infantil y juvenil y después a un festival de poesía. Cada vez que he venido he estado feliz de sentir el calor de los cubanos. Son como los venezolanos, amamos la cultura, además de la facilidad que tenemos para interactuar y hacer amigos.
“Cada vez que he venido he estado feliz de sentir el calor de los cubanos”.
Cósimo Mandrillo es licenciado y máster en literatura venezolana por la Universidad del Zulia (LUZ). Además, Doctor en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Iowa (EUA) y profesor e investigador de la Escuela de Letras y del Instituto de Investigaciones Lingüísticas y Literarias, del cual fue director. Actualmente coordina la maestría en Literatura Venezolana de LUZ. Ha publicado, entre otros, Víbora y barro: acercamientos a la obra de Gustavo Díaz Solís; Literatura zuliana siglo XIX; de los inicios a Ildefonso Vázquez; Antología poética de María Calcaño; Migra; Poemas de lengua brava; Parte de guerra; El árbol de jugar; El mundo es una piedra; La ciudad de Odón y Todo indicio de ti.