Constituyen equipo de comunicación encargado del plan de seguridad alimentaria
El grupo temporal de trabajo para el eje de la comunicación en la implementación de la Ley de Soberanía Alimentaria constituyó el equipo encargado de asumir las tareas comunicativas, en reunión acontecida este 18 de julio en el teatro Abelardo Estorino del Ministerio de Cultura (Mincult). En la cita, presidida por Frei Betto, estuvieron presentes Diango González Guerra, presidente del Consejo Nacional de Casas de Cultura; Maité Vigoa, directora de comunicaciones del Mincult, y representantes del Ministerio de Agricultura, del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) y del sistema de comunicadores de las instituciones nacionales de la cultura.
“El motivo de este encuentro es justamente poder hacer un primer acercamiento a un plan de acciones operativas, concretas, que desde la comunicación social sea capaz de acompañar el proceso de implementación de la Ley de Soberanía Alimentaria recientemente aprobada en nuestro país”, destacó Agustín Adrián Pérez, vicepresidente del Consejo Nacional de Casas de Cultura.
El plan nacional de comunicación para implementar la Ley de Soberanía Alimentaria está dirigido a lograr la sostenibilidad y la sustentabilidad de las propuestas, y tendrá un carácter integrado, inclusivo y participativo.
En la reunión se ofreció un acercamiento a las estrategias comunicativas constituidas desde las propuestas de los organismos implicados, se resumieron algunas acciones realizadas y se constituyó el plan nacional de comunicación para implementar la Ley de Soberanía Alimentaria, cuya organización ha sido delegada al propio Ministerio de Cultura.
Agustín refirió que el plan tiene a la comunicación como un eje estratégico y está dirigido a lograr la sostenibilidad y la sustentabilidad de las propuestas; tendrá un carácter integrado, inclusivo y participativo, y las iniciativas estarán dirigidas a la educación con un enfoque agroecológico en el cual se creen capacidades y al desarrollo de la conciencia social y al respeto de las tradiciones culturales desde el reconocimiento de sus particularidades.
Como bases de la estrategia comunicativa los directivos refirieron la presencia del sistema institucional de la radio y la televisión nacional, las organizaciones políticas y de masas, los referentes de producción y las buenas prácticas sociales, el trabajo con los líderes de opinión y el acceso a contenidos e informaciones digitales de manera más efectiva. En cuanto a las plataformas, los canales y medios, se destacó la significación y disponibilidad de plataformas digitales y sitios web, del sistema institucional de radio y televisión nacional, así como la trascendencia de las redes sociales y la propaganda gráfica en espacios abiertos. También se enfatizó en el posicionamiento de mensajes en espacios públicos y el reflejo de la identidad visual y sonora en diferentes plataformas, lo cual incluye spots, animados, programas televisivos y radiales, y convocatorias a concursos de creación artística.
En relación con las líneas de mensaje promovidas para la propuesta están aquellas destinadas a reducir importaciones y otorgarles poder a las administraciones locales. Con esas directivas, como parte del plan se prevé realizar acciones de capacitación y promover que las personas valoren su importancia, todo lo cual tendría como base intencionar las propuestas en función de los programas existentes y facilitar la información sobre nutrición y alimentación saludable en espacios dramatizados de radio y televisión y en programas de otros formatos. Ello incluye, de momento, la incorporación de espacios existentes en telecentros hacia el reflejo de la producción agropecuaria, el elogio del papel de la mujer en dicha producción y las historias que evidencien la capacidad para generar alternativas, entre otras propuestas.
Durante sus intervenciones, Frei Betto señaló la falta de avance en la dirección comunicativa conforme el paso de los años. “La comunicación no ha avanzado hasta ahora. La gente no está muy convencida de que esa es una prioridad, qué puede hacer cada uno, cómo participar. Si este plan no llega al pueblo de Cuba y el pueblo no asume eso con su protagonismo, va a quedar en papel. La gente está insatisfecha porque no hay suficiente pan, ese es el problema”, refirió. En esa línea, el intelectual brasileño comentó la ausencia de una mención más estable en los medios, refirió la necesidad de que la población cubana se sienta partícipe de la estrategia de soberanía alimentaria y se interesó por las personas involucradas en esta iniciativa.
Betto también comentó que existe una preocupación del gobierno central por que hayan más sensibilidad y comprometimiento de los gobernadores y, sobre todo, de los intendentes. “O la gente desde los consejos populares, desde la base misma, asume protagonismo o eso no va adelante, no va a salir del papel”, apuntó, y dijo que la producción de alimentos es una prioridad. “Hay una insatisfacción por el tema de la alimentación. La gente puede entender el conjunto de la pandemia, la guerra de Rusia y Ucrania. Ahora, cuando llega a la mesa y no tiene frijoles, es muy complicado hablar de ideología”, concluyó.
Según Maité Vigoa, en el plan de comunicación participan los ministerios de Educación y Educación Superior, los de Agricultura y de la Industria Alimentaria, el ICRT y las organizaciones políticas y de masas. “Este es el nacimiento de ese grupo”, afirmó. Por su parte, Diango González señaló que la presentación partió de la estrategia comunicacional diseñada y aprobada por la Asociación de Comunicadores de Cuba, y dijo que las sugerencias ofrecidas por otros organismos pueden integrarse como una forma de evaluar su cumplimiento y efectividad. “Hay temas aquí, desde los espacios públicos, que no van a verse en un chequeo del ICRT o del Ministerio (de Cultura). Hay que involucrar seriamente a los gobiernos locales y provinciales”.
Las iniciativas estarán dirigidas a la educación con un enfoque agroecológico, al desarrollo de la conciencia social y al respeto de las tradiciones culturales desde el reconocimiento de sus particularidades.
El coordinador general del Centro Memorial Martin Luther King, Joel Suárez, alertó sobre la responsabilidad que implica asumir un plan como el propuesto, lo cual requiere, según sus consideraciones, de una gestión más dinámica y horizontal en un contexto donde hay un tránsito en los modelos de gestión. Ello precisa de una administración intersectorial sumamente importante y compleja en los escenarios actuales, en los que existe una reducción del presupuesto y son necesarias una gestión y administración que no agobien. Joel calificó el encargo referido al Mincult como una tarea compleja en términos de gerencialidad y llamó a incorporar otras instituciones a dicha tarea. También refirió que la tarea del Ministerio de Cultura no es solo la estrategia de comunicación porque el eje encomendado por la dirección del gobierno incluye todo lo que tiene que ver con el cambio cultural.
El representante destacó el estado de las casas de cultura, a las cuales calificó como la infantería del trabajo cultural en el país, y señaló la pertinencia de tener los pies en la tierra a la hora de afrontar los retos del plan de soberanía alimentaria en el ámbito comunicativo. “Hay que gastar algún tiempo en poner la gerencialidad de esto a punto para que sea una felicidad y no una carga. La base de todo el proceso que viene para que esto se enraice popularmente en los municipios es la comunicación”, agregó.
Jérôme Faure, consultor internacional para la gestión del programa FIRST (Impacto, Resiliencia, Sostenibilidad y Transformación para la Seguridad Alimentaria y Nutricional, por sus siglas en inglés) en Cuba resaltó la necesidad de adecuar la planificación a corto y largo plazos en base a los recursos disponibles, y significó la importancia de trabajar el mensaje con las personas y adaptarlo a las características de cada localidad. Faure también refirió que en el vínculo entre la educación nutricional y las tradiciones hay que ver lo más adecuado en relación con las propuestas del plan.