Conjunto Artístico Maraguán: tradición en el arte aficionado universitario
30/11/2020
Considerado entre las más emblemáticas agrupaciones del Movimiento de Artistas Aficionados en Cuba, el Conjunto Artístico Maraguán, de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte y Loynaz, arribó este noviembre a su 39 aniversario consolidado como un colectivo defensor de las más genuinas tradiciones danzarias y musicales de la Isla.
Lo que en inicio fue una idea de varios estudiantes junto a sus profesores, quienes se juntaron para mostrar al público más allá de las aulas sus habilidades, casi cuatro décadas después continúa destacándose por la limpieza en el diseño coreográfico y la excelencia interpretativa de la música folclórica.
El rescate, conservación y desarrollo de la difusión de los más auténticos valores de la cultura local, nacional y universal, a través de las actuaciones de esos educandos universitarios, deviene un ejemplo de cuán latente está a través de la cultura la defensa de las esencias artísticas de la nación antillana.
Desde cada escenario donde actúan, el público, si observa atentamente, es capaz de apreciar la emoción y energía puesta en cada paso de baile o nota musical interpretada; sin dudas, una demostración de esos cientos de horas de ensayos y del continuo esfuerzo para hacerlo cada vez mejor.
El repertorio del Conjunto ha sido valorado en numerosas ocasiones por múltiples especialistas, quienes de forma unánime destacan el esfuerzo dedicado al rescate y preservación de rasgos definitorios del folclore cubano y latinoamericano.
En sus actuaciones, Maraguán aborda diversas vertientes de los bailes y canciones populares urbanos, campesinos y de influencia africana; así como expresiones traídas al país por flujos migratorios procedentes de Haití y Jamaica. También incluyen ciertas referencias a otras naciones, entre ellas, México, Perú y Panamá.
El colectivo es ganador de una gran cantidad de premios en territorio nacional, donde atesora presentaciones en todas las ciudades cubanas, contexto donde las positivas valoraciones de la crítica especializada nunca han estado ausentes, y de igual manera ha sucedido en numerosas plazas de América y Europa.
Los bailes campesinos, la compleja rumba, los tradicionales bailes de salón y otros de arraigadas raíces caribeñas, integran el repertorio de la compañía camagüeyana, que ha mantenido su identidad con esencia renovadora.
No puede dejar de mencionarse su participación año tras año en el Festival Nacional de Artistas Aficionados, certamen donde siempre se alzan con una notable cantidad de galardones, a propósito de su estilo identificativo, sello distintivo de los artistas universitarios camagüeyanos.
Sin dudas, la existencia de un prestigioso colectivo como ese deviene reconocimiento a la real valía de su impronta en la vida cultural de las universidades cubanas, y una demostración de que el estudio y el arte pueden y deben ir de la mano.