La tarde noche del jueves 27 de julio la sala Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes, en su edificio de Arte Cubano, acogió un concierto homenaje a Juan Blanco, músico considerado pionero impulsor de la música electroacústica en el país.

Organizado por el Laboratorio Nacional de Música Electroacústica (LNME), el Centro Nacional de Música de Concierto, el Instituto de la Música y el Museo de Bellas Artes, desde las 7:00 p.m. la velada ofreció un buen rato de música hecha en Cuba, esta vez desde las máquinas.

Consagrados del arte del dijing en el país, como DJoy de Cuba e Iván Lejardi, compartieron escenario con estudiantes del ISA y los músicos Neil Leornard, Vivian Alderberg Rudow, Juan Piñera, Wilma Alba Cal y René Rodríguez. Este último, Claudia Ruiz, Milton Raggi y Mauricio Abad estuvieron a cargo del arte visual.

Iván Lejardi, uno de los invitados especiales del concierto, intervino con su proyecto BIO.M.A, dedicado a la producción de música electrónica con corte experimental. Sobre la importancia del evento, nos comentó:

“La obra de Juan Blanco consolida la historia de lo que hacemos los DJs y todos los que apostamos por la música electrónica. Y aunque para algunos artistas no represente una influencia directa, su obra es, sin dudas, uno de los símbolos de la creación experimental en la música cubana: una sensibilidad que compartimos muchos productores de hoy al querer promover lo ‘diferente’”.

Juan Blanco fue el primer músico cubano que utilizó instrumentos y recursos electroacústicos en sus creaciones. En 1942 patentó su primer instrumento al que denominó “multiórgano”, y en 1961 creó la primera pieza musical electroacústica hecha en Cuba, titulada Música para danza. Fue fundador del Taller de Música Electroacústica (TIME), que en los 90 se transformaría en el actual LNME.