Con espíritu crítico
Si partimos del criterio de que la Cultura es el pilar de la vida espiritual de la nación, y la expresión más alta de la política, podemos concluir que lo aquí tratado nos servirá para desarrollar, en medio de los cambios de nuestro modelo económico y social, las transformaciones necesarias, no solo en el trabajo cultural, sino también en el perfeccionamiento de la labor político-ideológica.