En el marco de la 33 Feria Internacional del Libro de La Habana, la Editorial Letras Cubanas revitalizó cuatro joyas literarias: Las honradas y Las impuras de Miguel de Carrión en formato físico, junto a La esfinge del mismo autor y Cecilia Valdés o La Loma del Ángel de Cirilo Villaverde en versión digital. La presentación en la Sala Alejo Carpentier del recinto ferial, guiado por las especialistas de la casa editorial Jessica Arteaga y Ruby Ruiz Bencomo, se erigió como un puente entre la herencia literaria cubana y los debates sociales actuales.
El encuentro inició con un fragmento del audiolibro de Cecilia Valdés, sumergiendo al público en la Cuba colonial del siglo XIX. Esta obra, considerada cumbre de la narrativa antiesclavista, expone no solo un drama amoroso incestuoso, sino las brutales contradicciones de una sociedad marcada por el racismo y la opresión. Ruby Ruiz destacó su vigencia: “Villaverde no solo retrató su época; desnudó estructuras de poder que aún resuenan en luchas contemporáneas por la igualdad”.
La Colección Biblioteca del Pueblo es una iniciativa que busca acercar los clásicos a lectores de todas las generaciones mediante formatos accesibles.
El foco luego se desplazó hacia Miguel de Carrión, cuyas obras exploran los laberintos de la condición femenina en la Cuba republicana. Las honradas (1917) y Las impuras (1919) diseccionan los mandatos de género a través de personajes como Victoria y Teresa, mujeres atrapadas entre la sumisión y la rebeldía. Ruiz Bencomo subrayó: “Carrión no se limitó a describir conflictos íntimos; reveló cómo la moral burguesa y las estructuras patriarcales moldeaban destinos, algo que hoy invita a cuestionar las nuevas formas de opresión”.


Estas obras forman parte de la Colección Biblioteca del Pueblo, iniciativa que busca acercar los clásicos a lectores de todas las generaciones mediante formatos accesibles. “No se trata solo de reeditar textos, sino de activar diálogos críticos”, explicó Arteaga. La digitalización de La esfinge y Cecilia Valdés refleja un esfuerzo por adaptarse a las demandas tecnológicas actuales, mientras que las ediciones impresas preservan la materialidad del libro como objeto cultural.
La actualidad de estos textos radica en su capacidad para interpelar realidades persistentes. Cecilia Valdés, con su denuncia del racismo estructural, encuentra ecos en movimientos sociales modernos que combaten la discriminación. Por su parte, las novelas de Carrión, al exponer la represión sexual y emocional de las mujeres, dialogan con debates actuales sobre autonomía corporal y equidad de género.
“El verdadero homenaje a estos autores es leerlos con ojos comprometidos, dispuestos a desentrañar las sombras que aún habitan nuestra sociedad”.
“Leer estos clásicos es confrontar espejos incómodos”, afirmó Ruiz Bencomo. “Sus protagonistas —Cecilia, Victoria, Teresa— encarnan luchas que, aunque transformadas, persisten: ¿Cuánto hemos avanzado en justicia social? ¿Qué prejuicios aún nos encadenan?”, preguntó.
Tanto Villaverde como Carrión desafían al lector a reconocer en sus páginas no solo relatos del ayer, sino llamados urgentes a la reflexión y acción. En palabras finales de Ruiz: “El verdadero homenaje a estos autores es leerlos con ojos comprometidos, dispuestos a desentrañar las sombras que aún habitan nuestra sociedad”.