La creación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) el 24 de marzo de 1959, abrió posibilidades para la concepción de otros espacios que extendieron las acciones por el cine cubano, desde la fundación del entonces Departamento de Dibujos Animados en enero de 1960, y el 6 de febrero, el inicio de la Cinemateca de Cuba.
La institución, pensada desde su inicio para la catalogación, promoción y conservación de todo el cine cubano, ha sido vital en el desarrollo de proyectos de investigación, publicaciones y una sostenida programación cinematográfica en la sede, el cine 23 y 12.
Actualmente, la Cinemateca de Cuba, ocupa la vivienda de Alfredo Guevara Valdés, quien apoyó el surgimiento de esta institución, dirigida desde su fundación hasta su fallecimiento por Héctor García Mesa. Desde 1963, la Cinemateca de Cuba es miembro de la Federación Internacional de Archivos de Filmes (FIAF), labor que ha sostenido con la búsqueda e incorporación de equipos que forman parte de la historia del cine cubano.

“La Cinemateca de Cuba se encargará de traer al país, y de divulgar ampliamente, las obras maestras del cine de todos los tiempos, así como de aquellos materiales informativos y didácticos que hasta ahora nos habían sido vedados”, refirió García Mesa.
A lo largo de estos años, el equipo de la Cinemateca ha sido protagonista de proyectos de mucha significación para el cine cubano, como la entrega de la condición Memoria del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), al Noticiero ICAIC Latinoamericano y en 2023 a la Colección de Carteles del Cine Cubano (1960-1980)
“La Cinemateca de Cuba es un reducto de la cultura cinematográfica que es necesario conservar para la formación general y de los estudiantes de cine en particular, que significativamente son los que menos asisten a ella. La Cinemateca es un instrumento formativo de primer orden, pero es necesario acercarse a ella y borrar ese criterio de que es el cine donde se exhiben películas viejas”, refirió el cineasta Manuel Herrera, quien fuera director de la referida institución.

En su 65 aniversario, es válido reconocer que la Cinemateca de Cuba ha desplegado un intenso trabajo en el ámbito investigativo. La publicación de cinco tomos de la Bitácora del cine cubano constituye una motivación para hacerlo y su última entrega es una verdadera joya para quienes desean profundizar en estos temas o acometer otras búsquedas.
Luciano Castillo, investigador de larga trayectoria del cine cubano y actual director, refiere: “La razón fundamental de una Cinemateca constituye la preservación del patrimonio fílmico nacional”.
Para la celebración de su 65 aniversario se ha diseñado una programación que incluye filmes representativos, se inicia precisamente este 6 de febrero, con la proyección de Puerta de lilas (René Clair, 1957), seleccionada para comenzar este ciclo de celebración.

La obra de directores como Marco Bellocchio (El rapto, 2023); Stanley Kubrick (Ojos bien cerrados, 1999); Abel Gance (Napoleón, agosto 1792, de 1927) y (Napoleón, del terror de 1793 a Rivoli 1797, también de 1927); Clint Eastwood (Breezy, 1973) y Ridley Scott (Blade Runner, 1982); son parte de este ciclo, que hace una selección muy representativa de diversas estéticas en la realización cinematográfica y expone los estilos y las marcas autorales de estos directores.
Esta primera parte del ciclo “65 aniversario de la Cinemateca de Cuba” concluirá el próximo 9 de febrero y es la oportunidad para que muchos conozcan la labor que desarrolla la institución con el propósito de conservar el cine cubano y su historia.