Este 25 de mayo se realizó en la sala Héctor García Mesa del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) un encuentro con la prensa para ofrecer información sobre la declaratoria de los carteles de cine cubano como patrimonio documental de la Unesco.
La inclusión del cartel cubano en el Programa Memoria del Mundo de la Unesco como patrimonio documental reviste una gran importancia histórica para los cubanos y la humanidad en general.
Luciano Castillo y Sara Vega, director y especialista de Gráfica de la Cinemateca de Cuba, respectivamente, junto a Anne Lamaistre, directora de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la Unesco, brindaron detalles del proceso de confección del expediente presentado a la organización, la importancia de estas obras como testimonio de una época y la utilización de diversos códigos, estilos y técnicas en los carteles.
Por segunda vez los materiales documentales pertenecientes al archivo de la Cinemateca y el Icaic son incluidos en este renombrado programa. Esta muestra se une al Noticiero Icaic Latinoamericano, primera colección de la institución cinematográfica inscrita en el Registro Memoria del Mundo.
“Por segunda vez los materiales documentales pertenecientes al archivo de la Cinemateca y el Icaic son incluidos en este renombrado programa”.
Lamaistre felicitó a Cuba por el otorgamiento de la declaratoria y reconoció la importancia de esta inclusión para iniciar nuevas acciones que permitan su conservación, estudio y exhibición a nivel internacional.
Dentro de las directrices del Registro Memoria del Mundo está la necesidad de elevar el concepto de memoria y la conservación de los materiales documentales que lo conforman. Para ello se creó un sistema de apoyo entre la Unesco y las instituciones cubanas involucradas, en pos de continuar la preservación, conservación y recuperación de esos materiales patrimoniales.
Sara Vega promovió la necesidad de establecer un cambio de concepción donde se resalte el papel de los carteles en la historia y la cultura del país, así como mover el pensamiento del espectador cubano hacia un elemento que no está inerte en la historia y que mantiene viva la memoria de todo el proceso de creación.
La inscripción resalta la importancia de la cultura cubana desde la cartelística y el cine a nivel internacional y posiciona el estilo particular de las obras para próximas estrategias de acceso con resguardo archivístico de la historia.