Regresó, acaso sin haberse ido nunca, el escritor en sus letras. A 39 abriles de un viaje que algunos creyeron muerte. Pero el autor siempre vive en sus obras y en quienes lo leen; no puede ser indiferente a la evocación de los suyos y se hace presente en páginas y espacios.

Así Carpentier, de la mano de dos de sus obras más icónicas, propició el reencuentro simbólico con los lectores este Sábado del Libro, en su habitual espacio en la capitalina Calle de Madera. Porque reencontrarlo se hace siempre, y cada vez más, necesario.

Dos nuevas ediciones de El arpa y la sombra y Los pasos perdidos, ambas bajo el sello de la editorial Letras Cubanas y en colaboración con la Fundación Alejo Carpentier, llegan ahora tras haber sido objetos de una exhaustiva revisión y cotejo con las obras originales, subsanando así errores de publicaciones precedentes.

La presentación de esos volúmenes tuvo además la connotación especial del homenaje al aniversario 52 del Instituto Cubano del Libro —el propio sábado— y al 39 de la desaparición física de Alejo Carpentier, conmemorado el 24 de abril. Y llegan, asimismo, en el cumpleaños 66 de Los pasos perdidos y el 40 de El arpa y la sombra, título este último cuya edición primera vio la luz en el México de 1979.

La Premio Nacional de Literatura 2016, Margarita Mateo Palmer, en sus palabras sobre Los pasos… ponderó que se trata de “una edición muy cuidada” de un libro que desanda importantes experiencias de vida de Carpentier en sus viajes por la selva americana.

Sobre su impronta y valores literarios, subrayó: “Hay un peculiar encanto que atrapa al lector, un talento narrativo propio de Carpentier que lo engancha más allá de si se comprende o no determinada palabra o referencia culta”. Una novela, como se valora con justicia en la contraportada que nos regala ahora Letras Cubanas, “que va mucho más allá del mero hecho anecdótico; es la lucha constante del ser humano en su búsqueda existencial”.

Para el destacado profesor José Antonio Baujín, en El arpa… trasciende de manera notable la erudición del escritor, y en ella se da la suerte de una especie de juego textual que a su vez lleva a un punto otro, cimero, la escritura carpenteriana.

Tal y como se lee en la nota de contracubierta de esta nueva edición de El arpa…: “Articulada en torno a sucesos históricos, la obra desmitifica la figura de Cristóbal Colón (…). Con sutil humorismo y maestría narrativa, el autor, desde una óptica descolonizadora, profundiza en sucesos relacionados con el llamado descubrimiento del Nuevo Mundo y establece su acostumbrado contrapunteo entre el acá y el allá”.

Al acentuar la vigencia de su pensamiento, Baujín remarcó igualmente cómo esa cualidad permite al autor demostrar con esta novela —la cual marca el cierre de su ciclo creativo— que “hasta el final de su vida estuvo renovándose a sí mismo, experimentando y apostando por un pensamiento nuevo, coherente al fin con su manera de pensar y su poética”. 

Durante la presentación, a la que asistieron los presidentes de la Fundación Alejo Carpentier y del Instituto Cubano del Libro, Graziella Pogolotti y Juan Rodríguez Cabrera, respectivamente, Mateo Palmer defendió que títulos como estos no deberían faltar en nuestras librerías. Retomó palabras del autor —Premio Miguel de Cervantes y uno de los creadores de la renovación literaria en Latinoamérica—, cuando aseveró: “Escribir un libro es siempre una empresa tremenda, acaso superior a las fuerzas de uno…”.

Por ello, dijo Maggie Mateo, publicar la obra de un escritor, seguir reeditándola, es la única manera de mantenerlo vivo.