Carmina Burana, premios y un aniversario que prestigia la cultura cubana
Carmina Burana es una obra impresionante. Cantata escénica del siglo XX, de la década de los 30, con textos de algunos poemas medievales. Se estrenó el 8 de junio de 1937 con versos en latín, aunque cuenta con fragmentos en alto alemán medio y provenzal antiguo. Su fragmento más conocido es el “O Fortuna”, que está en la primera parte del preludio y que se repite al final de la obra.
La Banda Nacional de Conciertos es la más antigua organización musical con carácter oficial en la historia de nuestro país.
Disfrutar de Carmina Burana en vivo es una dicha y la regaló la Banda Nacional de Conciertos, la más antigua organización musical con carácter oficial en la historia de nuestro país. La cita tuvo lugar en el Teatro Martí y fue una velada emotiva porque su actual director, el Maestro Igor Corcuera, en representación de la banda, entregó premios muy merecidos.
Fundada el 15 de agosto de 1899, la Banda Nacional de Conciertos tuvo como director fundador al notable musicólogo y compositor Maestro Guillermo Tomás Boufartigue, a quien le siguieron en ese rol otros notables como el Maestro Gonzalo Roig Lobo, Manuel Duchesne Morillas y Arturo Bonachea.
Precisamente una réplica de la batuta del director fundador de la Banda constituye el reconocimiento mayor que la formación puede conceder. Antes del concierto, fueron entregadas tres: al Teatro Martí, recibido por su director Marcos Rodríguez; a la Maestra Digna Guerra, directora del Coro Nacional de Cuba y al connotado multiinstrumentista, compositor y pedagogo Javier Zalba. Fue así que la tarde se presentó especial, aunque ya el programa lo auguraba.
Con la dirección artística de Daniel Noriega y con invitados de lujo como la soprano Johana Simón, el barítono Anmel Morales, los saxofonistas Javier Zalba y Aliet González (saxofón), el Coro Nacional de Cuba y el Coro Diminuto, dirigido por la Maestra Carmen Rosa López, los asistentes al encuentro con Carmina Burana estuvimos de plácemes.
Primero, pudimos disfrutar de tres piezas. “Pacific Dreams”, de Jacob de Haan; “Arabescos”, de Javier Zalba y “Un Día Cualquiera”, de David Rivas… Luego de un intermedio de diez minutos, en recordación a conciertos de antaño, se hizo sentir Carmina Burana con selecciones, de la autoría de Carl Orff y con arreglos de John Krance.
Destaca la membresía muy joven de la Banda Nacional de Conciertos, cuyo formato es de banda sinfónica. Son más de 80 los músicos egresados en su mayoría del sistema de enseñanza artística del país, y es afable el clima que se percibe en esa mezcla entre los jóvenes egresados con los consagrados maestros que llevan más de veinte años en sus atriles. Es ese el respeto descomunal a la música, al arte y la tradición que la agrupación atesora.
Los invitados, en perfecta armonía, le otorgaron pinceladas necesarias al espectáculo y el equipo técnico del coliseo de las cien puertas, como siempre, aportó su profesionalidad para ello.
Son 125 años los que celebra la Banda Nacional de Conciertos y esta velada marcó el rumbo por el que, con música y maestría, el aniversario será un motivo más para prestigiar la cultura cubana.