Cárdenas: autenticidad innegable
11/7/2019
El frente marítimo de la ciudad de Cárdenas, siglos atrás, parecía una creación divina en sí misma. Numerosos pintores de la época colonial se inspiraron en la belleza de la región, para dejar constancia de que hombre y naturaleza, dos fuerzas tan poderosas, pueden llegar a la perfección, sin dañar de forma severa nuestro hábitat.
Con el nombre de San Juan de Dios de Cárdenas fue bautizada la urbe en 1828, hace 191 años. Tal parece que esa religiosidad y misticismo han perdurado hasta hoy, ya que al andar por sus calles se observa una arquitectura exquisita, inmensa en sus más singulares detalles. Sus fundadores levantaron, frente aquella hermosa bahía, un asentamiento poblacional para vivirlo con todas las de la ley, como se dice en buen cubano.
“Es preciso recordar que primero fuimos puerto y después ciudad”, explicó el licenciado Arnaldo Batista, representante de la Oficina del Conservador de esa localidad matancera, en el III Encuentro de Expertos en Paisajes Culturales y el Primer Simposio Desarrollo Urbano Sostenible en Ciudades Patrimoniales. Ambos eventos sesionaron del 3 al 7 de julio en el contexto de la Fiesta del Caribe, en Santiago de Cuba.
Foto: Arnaldo Batista/ Radio Ciudad Bandera
En entrevista exclusiva con La Jiribilla, Batista se refirió a la historia de su tierra natal, que recibe el nombre de la ciudad bandera, la Perla del Norte o la ciudad de las primicias por numerosas razones. “Basta citar la presencia de Narciso López con el alzamiento de la bandera, el monumento a Cristóbal Colón o también el Museo Oscar María de Rojas, el primero con un edificio creado para albergar colecciones. Primeramente se llamó Museo Biblioteca Pública de Cárdenas y está próximo a cumplir, en el 2020, sus primeros 120 años”, comentó.
¿Qué otras historias reserva la ciudad?
La presencia de Juan Cristóbal Gundlach, así como el descubrimiento del zunzuncito en 1844 y también la construcción de una casa para sus colecciones. Ya en el siglo XX se le añadieron una serie de valores que incrementaron la importancia de Cárdenas dentro del repertorio patrimonial de la nación, como el Museo Batalla de Ideas y el Museo Casa Natal José Antonio Echeverría.
Como estamos cerca de celebrar 200 años, pensamos un Plan Bicentenario que plantea una renovación a fondo, o sea, cómo debe verse la relación entre ciudad-paisaje, la provincia y la nación, además del vínculo natural con Varadero, que fue fundado por cardenenses en diciembre de 1889.
Con este Plan tendremos mayor accesibilidad con el mar, limpieza, higiene e incluso en concordancia con los preceptos de la tarea vida y el ascenso del nivel del mar, cuestión a seguir bien de cerca.
¿Se puede hablar de un paisaje cultural en Cárdenas?
Sí, la conformación de la geografía que define el borde y el frente costero es producto de la evolución de un paisaje, de una sociedad que se permeó desde una bahía y una relación de comercio con el extranjero y también con los grandes circuitos ferrocarrileros de la industria azucarera.
La Cárdenas del 2019 no es la de Narciso López en 1850. Un porciento grande fue rescatado de los terrenos del mar, específicamente de los terrenos de Arrechabala, hablo de alrededor de 460 mil metros cuadrados, donde hoy se asienta una terminal marítima, así como el primer monumento a la bandera, los terrenos de la Aduana y todo un sistema de almacenes que tributaba a un ferrocarril. Es decir, hay un paisaje transformado, antropizado, pero con una coherencia en función de una ciudad neoclásica.
¿Cómo se expresa la relación entre mar y ciudad?
El azul siempre ha sido un punto estratégico. El puerto condicionó el emplazamiento de la ciudad, que casualmente arranca desde el borde costero inmediato. Desde la orilla del mar se trazan las primeras cuatro cuadras fundacionales y las ocho manzanas iniciales.
Por supuesto, comienza a verse ese vínculo con Varadero, cuestión importante porque está ligado a la identidad del cardenense, desde el punto de vista material e inmaterial.
¿Qué le aportó Cárdenas a la cultura cubana?
Cuando hablamos de Cárdenas pensamos en el tradicional cangrejo, que Massaguer siempre refería en sus caricaturas en la revista Social. También los grandes acontecimientos de Cárdenas, en un primer momento, se dan en la bahía, dígase la entrada de Narciso, el bombardeo de la escuadra norteamericana, la primera víctima y el izamiento de la bandera norteamericana por primera vez en suelo cubano.
En la arquitectura puede verse en su trazado urbanístico, una ciudad neoclásica por excelencia, con calles extremadamente rectas. Heredamos de La Atenas de Cuba el trazado de las manzanas, muy cómodas para el peatón. La autenticidad de Cárdenas es innegable.
La primera vez que se echó flores al mar a Camilo Cienfuegos fue en Cárdenas. También la participación activa de los jóvenes de la época en la recolección de fondos para continuar la búsqueda del Comandante del Pueblo.