Campaña callejera en La Habana contra matrimonios homosexuales
19/7/2018
Lo narrado a continuación ocurrió al mediodía del sábado 14 de julio de 2018, mientras el testimoniante se dirigía a un mercadito agropecuario situado en la calle habanera Zaldo, relativamente cerca de la Plaza de la Revolución. Zaldo es un corto segmento de vía que une a otros más conocidos —Aranguren y Manglar—, cuyo nombre quisiera hubiese sido escogido en homenaje al artista puertorriqueño autor de la primera escultura conocida que se hizo en honor a José Martí, y probablemente la única consumada en vida del héroe.
Foto: Tomada de internet
Eso es algo digno de mayor conocimiento en Cuba, Puerto Rico y el resto de los territorios caribeños. Al parecer el origen de ese topónimo remite más al material mundo bancario que al espíritu artístico: ¿acaso no habrá sido bautizada así para honrar a un notable representante en épocas pasadas de ese sector, Carlos Zaldo, quien fuera presidente de la Sociedad Anónima Banco de La Habana? La asociación con el dinero se refuerza a menudo cuando el nombre es erróneamente transformado en Saldo, incluso en placas informativas ubicadas en la vía.
En eso suele pensar el testimoniante cuando transita por allí, cosa que hace con frecuencia pues vive cerca y en esa calle se localiza la panadería a la que más asiduamente acude y el mencionado mercadito agropecuario. Sin embargo, se llevó una sorpresa en la ocasión aludida desde el inicio de esta nota. A medida que se acercaba al mercadito, notó una apreciable concentración de público, a la vez que comenzó a oír, sin alcanzar todavía a identificar qué decía, la voz de alguien pronunciando algo similar a una arenga. ¿Será una convocatoria patriótica, un llamado a una tarea masiva?, pensó, ¿o tal vez el inicio de la propaganda comercial (que se torna molesta a partir del uso de altavoces cansones ante los cuales se añoran los pregones hechos a viva voz y con gracia) en nuestro país? Ya en el sitio, vio que se trataba de dos predicadores religiosos, junto a los cuales había un automóvil que no alcanzó a averiguar si prestaba servicio a los oradores.
El más enardecido de estos gritaba repetidamente: “La iglesia se opone al matrimonio homosexual”. A partir de ahí se produjo entre el testimoniante y los predicadores un diálogo, del cual será transcrito a continuación lo más sobresaliente. Las palabras de los interlocutores definen de quién se trata en cada caso:
— Prédica y proselitismo en el templo, no en la calle.
— Tenemos derecho a predicar. Predique usted también.
— Este es un país laico.
— Pues nosotros predicamos y debe saberse que la iglesia desaprueba el matrimonio homosexual.
— Lo que usted hace es un acto de homofobia y no tiene derecho a desconocer los derechos de otros. Soy heterosexual, pero no me siento llamado a promover la frustración de otros seres humanos.
En ese punto el predicador, quien hasta entonces parecía haber guardado silencio, se dirigió a otra de las personas presentes —quizás uno de los vendedores o un integrante del público— para mostrarle y leerle, de manera que el testimoniante lo oyera, el artículo que en la Constitución vigente de la República de Cuba define el matrimonio, en términos tradicionales, como la unión entre un hombre y una mujer. A lo que el testimoniante respondió:
— Pues prepárese, porque eso puede cambiar en el actual replanteo de la Constitución.
— ¡No cambiará! Habrá un referendo y el pueblo lo impedirá —intervino nuevamente el predicador, aún más encendido. ¡La iglesia se opone a ese cambio!
— Entonces, prepárese para ver que la iglesia es derrotada en su posición.
— ¡La iglesia no será derrotada! A lo largo de la historia todos los gobiernos han sido —y serán— derrotados, pero la iglesia no, la iglesia es eterna.
— Entonces usted representa a una iglesia falsa y mentirosa —dijo el testimoniante, pensando no en los religiosos honrados, ni en las instituciones que abrazan actitudes en defensa de la emancipación humana, de la justicia social.
En medio de la prisa y la sorpresa, así como de la desazón ante una campaña callejera hecha en nombre de la fe, el testimoniante no tuvo el cuidado de preguntarles a qué denominación religiosa respondían ellos mientras se atribuían la representación de “la Iglesia” en general. Eso recuerda la época —¿acaso habrá pasado ya? — en que el Vaticano se consideraba representante de la única religión universal, ecuménica, que es lo que significa el término “católica”. Este se proclamaba como la encarnación no de una iglesia, sino de “la Iglesia”, con inicial mayúscula y todo, punto de vista que reducía a las demás religiones a la condición de meras “sectas” o, a lo sumo, de iglesias con inicial minúscula.
El asunto da para más, pero lo que pudiera decirse desborda inmensamente esta nota. El testimoniante apenas añade que el público —sorprendido, tal vez atónito, temeroso ante el poder divino— guardaba silencio. En la panadería, a unos pasos del mercadito devenido momentáneamente escenario de prédica, alguien que dijo ser periodista se mostraba indignado con la actitud y los términos de los predicadores.
Concuerdo con usted Luis en su artículo. Soy gay y lamentablemente la posición de casi todas las iglesias cubanas y estadounidenses, y latinoamericanas en este asunto es bastante similar. Al punto de querer reducirnos siempre a ciudadanos de segunda clase siempre en la oscuridad y con menos derechos civiles que el resto de la población. Espero que en Cuba a diferencia de otros países (en la Cuba de antes sí pasaba), se respete el hecho de que el país es laico, se predica en el templo como usted dijo y no en la calle. estas personas me preocupan mucho porque están reproduciendo un mensaje de violencia y de agresión contra personas que no compartimos sus creencias pero que no vamos a insultarlos a sus lugares de culto ni les hacemos ningún tipo de daño verbal o físico. ¿O acaso tendremos que hacer un referendum para pedir que se expulsen a las iglesias de Cuba por incitación a la violencia???
Es lamentable que en nombre de Dios se quiera causar daño a otras personas. Los que promueven esta desasón debieran ser perseguidas por la justicia por instigar al desorden y la rebelión. No entiendo porque relaciona esto con la Iglesia Católica que ha sido tan respetuosa con temas como este.
Tremenda falta de respeto, abusadores y falsos profetas que son todos, los católicos son los que menos pueden hablar, ya que muchos de los que se consagran a ser padres, o curas en su caso muchos fueron gay, y se penetran en la iglesia con el fin de tapar su conducta, y digo abiertamente que me llevo con gente de esa denominación y son gay, y no se reconocen porque tienen hijos y mujer, esa campaña tienen que hacerla para evitar todo la corrupción que cometen muchos católicos en el mundo. Abogado Walter León Gómez.
Considero que todos los seres humanos deben ser respetados, cualquiera que sea su filiación sexual. Esos “predicadores” no son tan religiosos ni nada, tal vez hasta reciban dinero de Miami para sus campañitas.
Es horroroso lo que está ocurriendo con esas campañas retrogradas, sencillamente nuestro partido y gobierno están haciendo lo correcto con esas modificaciones para dignificar las uniones gay, como un matrimonio común y corriente, como hacen muchos paises, y como debió ser siempre.
La Homofobia no tiene base científica, ni etica, ni biológica ni de ningún tipo. Soy gay y católico, vivo en pareja y creo en mi Dios como todos y sé que muchas cosas que proclaman algunos retrogados y anquilosados “funcionarios” de la iglesia, me niego a decirles sacerdotes, son sólo cosas humanas, no leyes de Dios ¿Acaso David y Jonathan no tenian un vinculo gay?, Se olvidaron que San Valentin a quien le rinden culto el 14 de feb todos los enamorados, lo mataron por casar a los soldados del Emperador Romano, Si ser gay es algo en contra de Dios, ¿Porque en el reino animal creado por Dios, los pinguinos, elefantes, leones, jirafas, libélulas y decenas de especies practican la relación gay? Repito, soy gay hecho a imagen y semejanza del Señor según nuestro libro sagrado, con orgullo lo digo, mi Iglesia no es la responsable de los descoques de tipejos escondidos en el armario y que andan autoproclamandose defensores de no se que estupidéz.
Se debe de tener en cuenta que de lo que se está hablando en este caso es de la CONSTITUCION DE NUESTRA REPUBLICA, que está dirigida a defender todos los derechos de nuestro pueblo, porque está dirigida a hacerce cumplir bajo la prédica martiana de “con todos y para el bien de todos”, y es un material que nos representa a cada uno ya seamos negros, blancos, creyentes, no creyentes, heterosexuales, bisexuales u homosexuales.
En los Congresos del Partido (6to y 7mo) se hizo un fuerte énfasis en la unión de todos los cubanos, pero para lograr eso tan anelado debemos hacer valer la tolerancia y el respeto hacia cada uno de nostros, cuando yo era más pequeño mi abuela decía que la mano tiene 5 dedos y ninguno es igual, sin embargo cuando cierras el puño se unen de tal modo que son capaces de defenderte, esa ha de ser la tónica, la del respeto para que prime la unidad, un respeto que también es dar derecho a quienes no lo tienen.
A la iglesia se le respeta su opinión, pero ya estos no son tiempos de excluir, sino de incluir; además estamos hablando de la Ley Suprema que nos representa a todos.
Nosotros empezamos siendo un pais ateo, hoy somos laico, lo cual demuestra que con el tiempo hemos aprendido a incluir, a respetar y convivir con nuestras diferencias, lo que verdaderamente nos hace humanos es el hecho de poder cambiar con el tiempo y las circunstancias, siempre apelando al lado común de todos y no al unilateral, el problema no es ver la visión propia sino ver la visión de todos con el fin logra la unidad.
Uno de los diez mandamientos afirma “AMA AL PROJIMO COMO A TI MISMO”, no dice que lo ames por afiliación a algo, o por raza, o estatus económico, más bien creo que ese amor que se profesa está dirigido al respeto, entonces que se respeten también nuestros derechos legales y sentimentales.
…aunque para muchos “creyentes” los gays no tengamos cabida entre los “salvados” y merezcamos perecer en las llamas del Infierno. Lo alarmante es ver cómo pululan en las puertas de algunas casas estos carteles y que nadie se haya pronunciado oficialmente al respecto. Soy gay y me indigna esta situación, considero ultrajante que el gobierno no prohibía estos carteles pues son discriminatorios y llaman al odio entre los cubanos. Creo que si fuesen consignas antirrevolucionarias las personas que los colocan serían debidamente sancionadas, pero si analizamos la cuestión estos mensajes SON CONTRARREVOLUCIONARIOS pues promueven valores que van en contra de todo lo planteado por nuestro sistema político y social. Debe existir la libre expresión, pero en muchos países del mundo se sanciona a los ciudadanos que alimentan el odio, pues esto conlleva siempre a la violencia, empezando por la simbólica -los carteles- y llegando luego hasta crímenes de odio. Nuestra sociedad es LAICA, y me parece irónico que en otros tiempo-desafortunadamente- hayan existido las UMAP, en donde homosexuales y cristianos fueron recluidos por su orientación sexodiversa y su filiación religiosa respectivamente. Es triste ver lo rápido que estos devotos a la palabra de Dios intentan pisotear los derechos humanos de sus compatriotas, pues no pueden tolerar que algunos “profanen” lo escrito en la Biblia. Pero Dios es grande y pone a cada quien en su lugar, y si a los homosexuales nos espera el fuego eterno, también a los que juzgan, discriminan, violentan, odian….. Pecado no es sólo acostarse con otro hombre, hay cosas peores. Acotar también que he notado que este movimiento se ha extendido más entre cristianos protestantes, quienes en la práctica están funcionando como sectas. Da miedo ver el nivel de adoctrinamiento que existe dentro de estos grupos y como se aprovechan de las dificultades que vivimos para captar adeptos. Tengo una tía que casi fue abducida por ellos, y pudo ver la luz y se separó a tiempo. Cuidado con los falsos cristianos que para lograr sus objetivos se disfrazan de corderos siendo lobos y que no toleran que las personas vivan felices mientras ellos no pueden muchas veces hacerlo. Aplausos para los creyentes que no se sienten por encima de nadie y comprenden que sólo Dios deja entrar al Paraíso y que llegar allá es un camino largo donde hasta el último momento el Señor está evaluando y mirando.
Saludos Diego, como estás, eres un guerrero y valiente a la vez los hombres se identifican con los principios y valores, no con falsos profetas, que quieren público con gente solo saber hablar, y que muchas veces, no tienen un nivel cultural que les sirva comprender la magnitud de las estupideces que cometen inducidos con estos destructores del universo, que solo se dedican a cobrar el diezmo, tú no te preocupes el pueblo dará su opinión final, máxime cuando muchos hombres en su mayoría que están yendo a diferentes iglesias, no solo de la católica, sino metodistas, pentecostales, bautistas, testigos de jehová y otras, son 100% gay y seducen a escondidas de sus mujeres a los gays en las calles, barrios, o centros de trabajo, no obstante, ya son muchas las chicas que se han dado cuenta de ello, porque han cogido a sus esposos puramente cristianos, traicionándolos con homosexuales, así que Dios, y el tiempo dirá la verdad, he dicho, gracias Diego, aquí tienes un amigo. Abogado Walter León Gómez.
Ni siquiera debió ser un tema constitucional y, ciertamente, desvió la atención de otros de mayor importancia e interés general. Debió instrumentarse a partir de un decreto-ley que modificara el Código Civil. No es una imposición, como han dicho muchos en este foro; no se le exige a nadie que se case con una persona de su mismo sexo, solo que respete a quienes opten por hacerlo. A los heterosexuales no se nos priva, restringe o modifica ningún derecho, solo se le otorga a quienes no lo tienen. El matrimonio no es una formalidad, la firma de un papel; establece derechos que incluso lo trascienden cuando, por alguna razón, deja de existir. Muchas personas han sido despojadas por los familiares de su pareja fallecida, del patrimonio común construido durante años de unión. Ese es el lado material. El espiritual es el de disfrutar de los mismos derechos que el resto de los ciudadanos, como debe ser.
Es absurdo cuestionar el matrimonio igualitario con el argumento de: «¿qué le digo a mis hijos?». Las parejas homosexuales existen desde hace muchos años en Cuba. Algunas con más discreción, otras con mayor desenfado, coexisten con las parejas hetero o bi en nuestra sociedad. No es la legalización lo que las sacará a la luz o dará a los otros por enterados. Usar a los niños como escudo es solo un pretexto para no reconocer las propias limitaciones de pensamiento y los prejuicios enraizados en los adultos.
Coincido con muchos en este foro con que nuestra sociedad no está preparada para el matrimonio igualitario; pero tampoco lo estaba hace décadas para la integración racial o la igualdad de la mujer. El racismo y el machismo no han desaparecido, pero hoy a pocos les preocupan los colores de los niños que juegan juntos en el patio de la escuela o el parque; y pocos se escandalizan por el color o el sexo de quienes, incluso, ocupan altas responsabilidades. La homofobia tampoco desaparecerá, pero irá perdiendo terreno poco a poco. Es un camino largo, pero cuanto antes se empiece a andar, mejor.
Hoy leí tardíamente su artículo y los comentarios al respecto. La iglesia o religiones, han propagado desde tiempos inmemorables, conceptos e ideas absurdas q contravienen los derechos individuales de las personas, ideas hipócritas sobre sus propios sentimientos para después flagelares, o condenarse en silencio. Nuestro Marti nos dijo q no podía haber ni un solo derecho mermado como condición de paz.