Considerado por los estudiosos y su público seguidor como el más representativo y auténtico grupo músico-danzario de ascendencia haitiana de la provincia de Camagüey, la agrupación Caidije sobrepasa actualmente las nueve décadas en la transmisión, desarrollo y promoción de una centenaria y rica herencia cultural.

En febrero último cumplió 94 años de fundado, y aunque sus actuales miembros son descendientes ya no tan cercanos a los originarios, deviene caso peculiar entre las agrupaciones populares tradicionales que en Camagüey practican esa cultura, principalmente por lo diverso de su accionar.

Junto a las ceremonias rituales propias de esa comunidad y sus presentaciones en actos culturales, Caidije es portador y prácticamente reproductor de la religión vodú y las costumbres rituales haitianas, en las cuales emplean utensilios e instrumentos sacramentales y se expresan a través de manifestaciones como la música y la danza.

Una de sus características más representativas es la diversidad de su repertorio, pues varios son los géneros danzarios y musicales que lo componen: gagá, ibó, congó, merengue, nagó, mazún y el fey, todos transmitidos por sus antepasados y aprendidos en la práctica cotidiana para el disfrute de lugareños y visitantes en cada una de sus presentaciones.

En espacios abiertos durante las festividades de la ciudad, en varios teatros de la urbe, y también en otras provincias como invitados, se les puede disfrutar cuando suben al escenario, contexto en el que son pura energía. Hacen siempre una vívida demostración del recelo y el trabajo esmerado para preservar y mostrar sus raíces.

Aunque surgieron en el poblado de Caidije, ubicado en el municipio de Minas, al norte de los dominios agramontinos, y del cual toman su nombre, actualmente pertenecen como artistas aficionados a la Casa de Cultura Joaquín de Agüero, de la homónima ciudad cabecera, sitio donde también se les puede observar cuando ensayan.

Según la investigadora camagüeyana Heydi Cepero Recoder, la proyección escénica y danzaria de la agrupación se caracteriza por la conducta gestual y los bailes de las deidades o loas del panteón haitiano, los juegos y acrobacias; así como por el empleo de objetos y accesorios que tipifican las celebraciones tradicionales, como los animales de trapo, machetes, zancos, batutas y banderas, entre otros.

Con el paso de los años han alcanzado un alto grado de especialización y destreza, lo cual ha permitido que sus espectáculos ocupen un lugar preferencial en festivales y eventos relacionados con la cultura folclórica y popular de Cuba, aseguró la especialista.

Hasta la fecha, Caidije ha sido merecedor de los más altos premios y reconocimientos nacionales, entre ellos el Premio Nacional de Cultura Comunitaria —resultaron ser la primera agrupación de su tipo en alcanzarla—, y el Premio Memoria Viva, galardón que concede anualmente el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, para realzar su labor en la preservación de la cultura cubana desde sus distintas formas de hacer.

El San Juan Camagüeyano, festividad popular más antigua aún en funcionamiento en el país; el Festival del Caribe y la Fiesta del Fuego, ambas en Santiago de Cuba; así como el Festival Eva Gaspar in Memoriam, en Ciego de Ávila, son algunos de los eventos a los cuales el referido colectivo lleva tradicionalmente una muestra de su arte.

Sobre la base de la más genuina defensa de una centenaria tradición oral y danzaria, este colectivo tiene bien definidos sus horizontes, pues sus cimientos los ha sabido defender por más de 90 años, lo cual, a la vez, ha permitido mantener efectivo el proyecto de reivindicar y resguardar la cultura haitiana y su tributo al pueblo cubano. (ACN)