Big Bang con la Joven Jazz Band
22/1/2019
La 34 edición del ya prestigiado Festival Internacional Jazz Plaza abrió su serie de conciertos con una presentación especial de Joaquín Betancourt y la Joven Jazz Band en el Teatro Mella de la capital cubana. Para quien se acerca por primera vez al Festival, como es el caso de quien les escribe, la expectativa crece desmesuradamente, frente a los sucesos de ediciones pasadas, y sobre todo, ante la posibilidad de disfrutar de un concierto de una de las bandas jóvenes más reconocidas dentro del jazz cubano.
Ya en el teatro, pueden palparse las emociones compartidas por un grupo de personas que, sin conocerse, se acompañan en la ilusión de deleitarse con una experiencia artística tan prestigiosa. Tocan el famoso tercer timbre, un móvil que suena a última hora, un amigo que llega retrasado, los músicos a escena… y finalmente el director, Joaquín Betancourt, aparece en el escenario. Todos los instrumentos suenan a la vez en un estrepitoso comenzar. En el primer tema, que minutos más tarde sabría que se llama “Cocinando con manteca”, el virtuosismo de los jóvenes músicos se hizo evidente en cada sonido, lo que convirtió la canción en un clímax permanente.
La segunda obra del concierto sería un arreglo del canto yoruba “Yemayá Asesú”, en la cual Betancourt cedió el escenario a su director asistente Yuniet Lombida. A este siguieron una serie de temas con igual intención e intensidad sonora que los anteriores, y que no por ello dejaron de despertar ovaciones en el público. La impetuosidad de los jóvenes jazzistas recuerda el amor desbocado de la temprana adolescencia. La Jazz Band llenó el teatro de sensaciones, desde una rebuscada sonoridad que mezcla toda la música cubana con el jazz.
El concierto de la Jazz Band también contó con la presencia de prestigiosos invitados, como la deslumbradora cantante Zunilda Remigio, el multipremiado guitarrista Héctor Quintana y el reconocido violinista William Roblejo, dejando una audible impresión en los espectadores. También compartieron escenario con la Banda los saxofonistas Román y César Filiú, quienes hicieron alarde del dominio de su instrumento, en una sublime interpretación —momento simbólico del concierto— donde padre e hijo tocaron el tema “Para Bebo”, que Chucho Valdés compusiera para su padre.
Sin embargo, un momento álgido, por la elegancia de la ejecución, fue la participación del trío argentino Colegiales Trío. Su interpretación destacó por la armonía en la comunicación entre los instrumentos (piano, bajo y percusión) y por la seductora sonoridad de los temas. La inclusión del trío devino en un denotado contraste que enriqueció esencialmente el espectáculo en sentido global.
La noche de la Jazz Band lució el virtuosismo indiscutible de una importante generación musical que ya está pidiendo un lugar en la escena. No debe olvidarse que el buen arte no solo se nutre de las habilidades adquiridas por el artista, sino por el saber utilizar estas para enaltecer la sensibilidad.
Una vez más el Jazz Plaza propicia que la música logre una mixtura de sentidos capaz de unir sentimientos, más allá del color político que luzcan las personas, la religión que veneren o el idioma que hablen.
Felicitó a la periodista, Cañas López por su articulo sobre la estelar Jazz Band, pero es lamentable que omitiera la actuación magistral de la única cantante que ha tenido desde su formación la agrupación,de todas forma felicidades Zunilda Remigio en está presentación como en el concierto de agosto con estos mismos músico estuvo muy bien y él público lo demostró con sus aplausos.
Felicitaciones a Zunilda Remigio por representar las féminas de excelencia en el jazz con su estilo en una maravillosa fusión al género.