Camino de muerte

Daniel Céspedes Góngora
18/4/2019

A propósito de On the Other Side of the Rail roads, propuesta del artista costarricense Oscar Figueroa, que por estos día puede ser apreciada en la sala Cernuda del Centro Hispanoamericano de Cultura, dialogamos con su autor.

¿Es tu primera vez en la Bienal de La Habana?

Es mi primera vez en una Bienal como tal, pero ya había estado en La Habana exponiendo en dos ocasiones.

On the Other Side of the Rail roads. Foto: Internet
 

En relación con esta línea temática donde ,más que en el paso del tiempo, advierto que te interesas, en cómo los discursos imperantes y oficiales olvidan hechos detalles que has decidido salvar ¿desde cuándo vienes trabajando un tema que aparentemente se queda en la construcción de las líneas del ferrocarril en Costa Rica?

Primero fue una investigación. Luego vino el cómo abordarlo y ya llevo aproximadamente, diez años en esta temática del ferrocarril y todo lo que conllevó. Es una temática donde siempre encontré no solo el testimonio de una vida, sino la historia encubierta u olvidada de un grupo de hombres que vinieron a buscar mejores condiciones de vida y fueron tratados como esclavos. Parto de una metodología sociológica para las investigaciones porque lo que hago es cuestionar la idea de progreso y desarrollo de Centroamérica a partir de la presencia de la United Fruit Company y la construcción de la líneas férreas. Una compañía que mientras, por una parte aseguraba que Centroamérica conocería el futuro, se callaba los efectos que ya conocía cuando explotar al por mayor mano de obra afrodescendiente y, sobre todo china se trataba…

La historia oficial no siempre reconoce, por supuesto.

Así es. La historia oficial no cuenta nada de esta mano de obra que provenía de emigraciones. Por eso tuve que investigar y me di cuenta que los principales testimonios al respecto lo registraron viajeros del siglo XIX. En uno de ellos me apoyé. Es un artículo que rememoraba otra realidad detrás de las construcciones de las líneas del ferrocarril.

En relación con tu serie de los dibujos con cabellos. Más allá de una ocurrencia estética, ¿qué hay detrás del empleo de estos cabellos?

Son dibujos que he realizado a partir de cabellos naturales chinos, cabellos de algunos descendientes de aquellos trabajadores de las líneas del ferrocarril en Costa Rica y también en Centroamérica. Mi propósito es salirme de las fronteras nacionales porque fue una constantelamentable en más de una país. Como ya no existe sino las ruinas de las vías férreas, he querido indicarcon una tela azul —como aprecias en el video— dónde se ubicaban y más que ello, revelar qué hubo detrás de la construcción de las mismas.

Una tela azul indica las ruinas de las vías férreas. Foto: Maité Fernández
 

¿Qué descubriste en el relato del viajero que te motivó realizar la serie?

El viajero, que visita un campamento de trabajadores chinos, comienza a observar bajo qué condiciones se encontraban. Unas condiciones de vida que les había cambiado el contexto cultural propio. En unos de los apartados de textos se centra en cómo ellos comenzaban a morir.El viajero explica que más allá de enfermedades y condiciones laborales que les cambiaban sus vidas, los chinos empezaron a suicidarse de manera masiva. Les habían quitado el opio, les pagaban con arroz. También estuvo la barrera del idioma, pues ni hablaban español ni inglés. Entones los tenían en condiciones de esclavos. El viajero relata que una mañana se despierta y se encuentra 60 cuerpos colgados de los árboles. Cuando se acerca se da cuenta que están ahorcados con sus trenzas. A mí me parece una muerte fue fuerte, pero también es una muerte muy romántica porque matarse con una parte de tu propio cuerpo es significativo.

Y ¿acaso no lo hicieron por escasez de sogas en el campamento?

Pudiera pensarse eso, pero si partimos de una idea importante para ellos y que precisamente tiene que ver con la trenza larga, entonces el cabello adquiere otra connotación. Te recuerdo que en el caso de los chinos el principio de una trenza larga supone que una dinastía invadió otra, una cuestión de sumisión y también, conforme van pasando los años la trenza se asocia a un componente de sabiduría, de respeto… De manera que se suicidaran con las trenzas le imprime otra significación que estetiza incluso a la misma muerte. No olvides que el bordado del cabello en China también está relacionado con el luto.

Según tu trabajo, crees que vivimos contextos más fragmentarios que fragmentados o ¿viceversa?

El límite entre ambas es muy difuso. Aunque yo reconozco que trabajo más lo fragmentario, pues implica que investigues más tanto para la elaboración de tu obra como para cuanto le exiges indirectamente a quien se acerca a interactuar con tu propuesta artística. Lo fragmentario, en tanto renuncia a lo consecutivo y digamos a un orden que te permita localizar todas las partes o —para no ser pretencioso— la mayoría de las partes o referencias, lo cual es una utopía, es y será siempre más complicado.

Recién empezamos la Bienal de La Habana, así que es muy pronto para hablar de a recepción de On the Other Side of the Rail roads. Sin embargo, ¿cómo ha sido acogida esta muestra en Costa Rica?

Le ha ido relativamente bien. Esto es parte de una exposición que hice hace años en el Museo de Arte Contemporáneo de Costa Rica, el cual tiene cuatro salas y me las ofrecieron. Tuvo impacto en tanto el público pudo acceder a una información que desconocía por completo. Aun cuando la presencia del ferrocarril es para muchos una cuestión del pasado, creo es muy justo acordarse cuánto le debemos a esos trabajadores chinos, si bien sus destinos fueron apresurados con penurias económicas casi que malogrando la espiritualidad de ellos como grupo cultural muy significativo. Al final, lo espiritual terminó imponiéndose, aunque se impuso con un romanticismo indudablemente trágico.

 

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