Arte en la Rampa, oferta excepcional para la etapa estival
Considerada una de las ferias más importantes de la cultura cubana, Arte en la Rampa en su edición veintitrés abrió las puertas al público en su sede habitual del Pabellón Cuba, el pasado 9 de julio.
En el evento, que se extenderá hasta el 1ro de septiembre, participan 79 creadores representados en unos 90 stands que imprimen gran colorido y belleza a este recinto ferial devenido sede nacional de la Asociación Hermanos Saíz.
Rodeada de vasijas, plantas ornamentales y macetas, nos encontramos en el Pabellón Cuba con Miriam Morales del Toro, una experimentada artesana fundadora y líder del proyecto Alfibrarte, radicado en la localidad de El Cano, en el municipio capitalino de La Lisa.
“Considerada una de las ferias más importantes de la cultura cubana, Arte en la Rampa en su edición veintitrés abrió las puertas al público en su sede habitual del Pabellón Cuba”.
“Mi esposo, también creador, y yo, creamos Alfibrarte en los años ochenta. En El Cano la alfarería tiene un arraigo muy fuerte, es en realidad una tradición. Por ello, más allá de los beneficios económicos, fundamos este proyecto con el propósito de dar continuidad a una de las manifestaciones más antiguas de nuestra artesanía y por consiguiente muy practicada por nuestros padres y abuelos”.
Sostenidos por ese loable empeño, Miriam Morales explicó seguidamente que de manera sistemática, “casi desde el mismo surgimiento del proyecto, nos dimos a la tarea de impartir talleres dirigidos a niños y jóvenes residentes en nuestra localidad. Asimismo, en Escuelas de Oficio y especialmente en centros estudiantiles dedicados a la enseñanza especial. En estos centros nos satisface grandemente la acogida que tienen nuestros talleres entre esos niños y jóvenes aquejados de alguna discapacidad física o mental”.
“Gracias a esos talleres, en la actualidad nuestro proyecto se sustenta en un fabuloso equipo integrado por aquellos que otrora fueron niños y que son ya hoy consagrados alfareros”.
Una gran variedad de vasijas y macetas de barro, algunas de ellas salidas del ingenio y las laboriosas manos de esta entusiasta creadora, colman el stand del proyecto Alfibrarte “que es un híbrido entre el trabajo de la alfarería y las fibras de recursos naturales”.
Más adelante añadió, “podríamos decir que casi somos fundadores de Arte en la Rampa. Por poco más o menos de dos décadas hemos asistido a esta Feria y ya felizmente contamos con un público que nos sigue año tras año y que a partir de sus solicitudes seleccionamos las creaciones que ahora ponemos a su disposición en nuestro stand”.
“Generalmente las mayores demandas han estado dirigidas a las macetas, que constituyen un magnífico soporte para la siembra de plantas ornamentales, medicinales y hasta alimenticias. En la actualidad muchas personas abogan por contar en sus viviendas con un pedacito verde. Alfibrarte, con sus creaciones, le ofrece esa posibilidad”.
Mientras que en representación de la oriental provincia de las Tunas, acompañado de una legendaria máquina de coser, el proyecto Triple A. Piel exhibe en su stand más de un centenar de piezas confeccionadas en este material.
¿A qué obedece el nombre de Triple A. Piel que identifica este proyecto creado en 2009? Preguntamos a Yoniel Hernández Corrales, uno de sus actuales integrantes.
“Aunque el proyecto como tal se oficializa en 2009, ya desde mucho antes, Amaury Garcés Reyes, fundador del proyecto, reunía en su casa a un grupo de artesanos que confeccionaban una gran variedad de artículos en piel inicialmente solo para hombres, sobre todo cintos y billeteras”.
“Ese creador, muy reconocido en nuestra provincia por su meritorio trabajo, bautizó el proyecto con el nombre de Triple A. porque los tres nombres de sus primeros integrantes coincidentemente comenzaban con A y justo se dedicaban al trabajo con pieles. En estos momentos integramos el proyecto cinco artesanos, todos pertenecientes a la Asociación Cubana de Artesanos Artistas, ACAA”.
Yoniel Hernández explicó igualmente que desde hace varios años “asistimos a Arte en la Rampa y a otros eventos convocados por la dirección nacional del Fondo Cubano de Bienes Culturales, como la Feria Internacional de Artesanía y Arte para Mamá y para Papá. La participación nuestra en estos certámenes, unido a la calidad, belleza y utilidad de las piezas que ofertamos nos han permitido ganar mucha popularidad y prestigio en el público habanero y ya contamos con clientes habituales”.
“Esa aceptación en el público nos llevó más adelante a crear otras líneas de trabajo encaminadas preferentemente a la mujer. Una tarea que no pocas veces se hace un tanto más compleja, por los gustos que estas suelen tener. En este sentido sobresalen la confección de una veintena de modelos de carteras y cintos femeninos, que, por supuesto, no tienen las mismas características que los creados para los hombres”.
“Esa aceptación en el público nos llevó más adelante a crear otras líneas de trabajo encaminadas preferentemente a la mujer”.
Con relación a la presencia de una máquina de coser que no pasa desapercibida para ninguno de los visitantes al Pabellón Cuba, Hernández Corrales dijo: “esta máquina la trajimos de las Tunas en el mes de diciembre cuando fuimos invitados a la última edición de FIART. Al público siempre le sorprende. Para nosotros, sin embargo, representa la mejor manera de mostrarles nuestro trabajo en vivo. Con ella personalizamos los artículos que ofertamos, como achicar o agrandar cintos o modificar algún que otro adorno en una pieza determinada”.
Nuevamente, Arte en la Rampa, devenida la feria de la familia cubana, se convierte en una de las mejores y principales opciones para la etapa veraniega en la capital. Su programación, concebida no solo como una feria de carácter artesanal y comercial con la expoventa de artículos textiles, de cerámica, calzado, orfebrería y madera, entre otros, incluye de la misma manera la realización de conciertos a cargo de reconocidos solistas y agrupaciones, espectáculos infantiles y juveniles, proyección de audiovisuales, exposiciones de artes plásticas, encuentros con personalidades destacadas de nuestra cultura, además de espacios dedicados a nuestras tradiciones, especialmente a la música campesina.
Al decir de los creadores Miriam Morales y Yoniel Hernández, “en Arte en la Rampa convergen todas las manifestaciones de la cultura cubana. Para nosotros en particular representa una excelente oportunidad para dar a conocer nuestras creaciones y perfilar al propio tiempo nuestras líneas de trabajo. También para intercambiar experiencias con estos artesanos artistas que hoy se dan cita en el Pabellón Cuba, después de haber sido seleccionados entre otros muchos”.