Amor y dedicación. De seguro venceremos
28/4/2020
El mundo se encuentra en fase de limpieza exhaustiva para lograr el control sobre la Covid-19, tal y como exigen las pautas de los científicos. Los hashtag “quédate en casa” y “cuida a los tuyos” son muy utilizados en las publicaciones de los cibernautas que se mantienen más activos que nunca desde todas sus cuentas. El aislamiento nos ha quitado los abrazos y los besos de quienes no conviven con nosotros; nos mantiene lejos de las amistades y de las actividades sociales, más allá de las pantallas de nuestros dispositivos, o de uno que otro vecino al que saludamos desde la ventana.
La vida cultural se establece desde el video casero: conciertos en casa, entrenamiento en casa, títeres en casa, teleclases para todos los sistemas de enseñanza del país. Pero, ¿cómo funciona este sistema de aprendizaje en los estudiantes de la enseñanza artística? ¿Cómo la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso (ENB), tan exigente en su Plan de estudios, brinda apoyo para la formación de sus promesas danzarias, en pos de que desarrollen su entrenamiento diario en las actuales circunstancias?
Antes de que se propagara la pandemia en nuestro país, algunos estudiantes comunicaron que sus familiares atravesaban situaciones muy tensas económicamente. Un estudiante italiano, de 20 años, apasionado por la enseñanza que ha recibido de sus maestros en los dos años de estancia en Cuba, no había podido abonar su cuota del curso para continuar estudios porque su familia se encontraba en aislamiento, sin posibilidad de enviar dinero. La Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso y el Centro Nacional de Escuelas de Arte decidieron que, por su situación, no abonara la cuota, y él es uno de los que permanece seguro en la Beca de la calle Zanja.
Ramona de Saá, la querida Chery, directora de la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso, nos actualiza sobre la situación del centro y cómo deben los estudiantes hacer su entrenamiento, de cara a la continuidad del curso escolar, cuyo reinicio no es posible precisar aún.
¿Cuáles fueron las medidas establecidas por la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso ante el impacto de la Covid-19?
La situación no ha sido fácil. Estábamos preparando el Encuentro Internacional de Academias para la Enseñanza del Ballet y teníamos muchos planes para lo que quedaba de curso. Cuando se dio la orden de enviar a los estudiantes a las casas, de que no se podía seguir trabajando en colectivo, los muchachos de otras provincias permanecieron por un tiempo prudencial en la beca —más o menos una semana— y luego viajaron a sus casas. La mayoría de los estudiantes no cubanos se quedaron aquí, pues debido a las diferentes situaciones que atraviesan sus países, esa era la mejor opción. Ellos se mantienen bajo la disciplina de la beca.
El Sistema de Enseñanza Artística del país ha preparado, junto a nosotros, las orientaciones que deben seguir los muchachos para continuar con su preparación física. No deben dejar de ejercitar su tono muscular, la coordinación, el trabajo de brazos y hay que darles orientaciones en video con los ejercicios a realizar.
Una vez que venzamos la adversidad de la Covid-19 —que es, por cierto, muy grave no solo para un bailarín, sino para la población en general—, es preciso que nuestros alumnos sigan con el entrenamiento diario al nivel que les exige la escuela, porque estamos en la etapa final del curso escolar que esperamos continuar lo más pronto posible.
Todas las medidas que se están tomando por parte de nuestro Gobierno y del Partido, las recomendaciones de los medios oficiales y la televisión y el esfuerzo que realiza todo el personal de salud cubano, dentro y fuera del país, hacen que nos sintamos muy orgullosos de vivir aquí y nos comprometen a cumplir con disciplina las orientaciones. Es la primera vez que el mundo vive un fenómeno de tal magnitud y para nosotros también es novedoso; sin embargo, es admirable el cuidado que se ha tenido con la población.
¿Cómo se entrenan los estudiantes de ballet en estos tiempos?
Se están programando clases para poner por la televisión o mediante las redes sociales; pero se complica, sobre todo por Internet, todavía el país no cuenta con los recursos económicos necesarios para llevar las clases online, como sí hacen en otras escuelas o academias del mundo, que a una hora determinada, todos están en frecuencia para dar la clase diaria. Nosotros pensamos que algo podemos hacer. Las profesoras de la escuela están trabajando en este sentido, con la meta de mantener la comunicación con los estudiantes a través de las redes sociales o de cualquier otro recurso factible.
Pienso que hay un mensaje muy importante para los estudiantes de estas especialidades y, en general, de las artes: que no pierdan el deseo de aprender y se sientan seguros de que pueden continuar en cualquier espacio con sus ejercicios, con sus movimientos, con tareas adicionales que los mantengan en actividad. Hay que trabajar con inteligencia entre todos, desde la casa, para vencer la batalla contra el virus, solo así continuará nuestra escuela.
Quiero dejar un mensaje para estimular al alumnado a seguir ejercitándose en las casas; para que se sientan acompañados por nosotros, sus maestros. Deben pensar en sus posibilidades como artistas, deben pensar en su futuro.
Ojalá podamos librar esta batalla pronto. Tengo fe en que, con las medidas tomadas, vamos a salir adelante, pero sé que va a llevar tiempo. Todo el esfuerzo de los médicos va a ser retribuido con la disciplina social. Con gran amor y gran dedicación, de seguro que saldremos victoriosos.