Alicia Alonso, Rudolf Nuréyev y unas fotos únicas e irrepetibles
31/8/2020
El pasado miércoles 29 de julio varios medios de comunicación, ibéricos y cubanos, se hicieron eco de la inauguración de una expo de fotografías en el Palacio de La Misericordia, en Palma de Mallorca, España, consagrada a recordar el centenario del natalicio de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, y el 30 aniversario de su presentación en aquella plaza, junto a otro ícono de la danza mundial, el bailarín ruso Rudolf Nuréyev.
Fotos: Cortesía del autor
La exposición, organizada por el Consell de Mallorca, se mantendrá abierta hasta el próximo 12 de septiembre, y contiene imágenes inéditas tomadas por el reconocido fotógrafo, Oscar Pipkin, quien fue testigo excepcional, como corresponsal de la agencia de noticias EFE, del suceso cultural que reunió, por primera y única vez, el 31 de julio de 1990, a la Alonso y Nuréyev, en ocasión del Primer Festival de Música y Danza de Palma de Mallorca. Ambas figuras habían unido su talento para interpretar el ballet Poema de amor y del mar, con música del compositor francés Ernest Chausson y coreografía del cubano Alberto Méndez.
Aquel fotógrafo, Oscar Pipkin, que es un argentino afincado en Mallorca, donde ha echado raíces, es en la actualidad director de Proyectos del Centro Unesco en Mallorca y desde esa posición mantiene una relación con Cuba que se inició con el Festival de Jazz que organiza cada año el Centro, y en el cual han participado músicos cubanos. Ha visitado Cuba en varias ocasiones, donde mantiene una relación de trabajo y amistad con varios cubanos, entre los que se encuentra este redactor.
Aquella noche de 1990, acompañado de su inseparable Nikon, Pipkin dirigió sus pasos hacia el Centro Cultural La Misericordia, ubicado en una añeja construcción edificada entre 1817 y 1845. Para la función fue dispuesto un escenario en el patio central, donde se colocaron butacas para algo más de dos mil personas, que abarrotaron todas las capacidades. Para él suponía un día más de trabajo, no tenía conciencia de la magnitud de lo que ocurriría esa noche. Recuerda que se había anunciado también a la soprano Victoria de los Ángeles, una de las más grandes artistas que ha dado la ópera y muy querida en España por esos años; pero finalmente esta no subió al escenario, pues la función, al tener lugar al aire libre, se ejecutó con una grabación realizada en 1975.
Pipkin llegó al lugar minutos antes de comenzar la función y apremiado por otros compromisos de trabajo documentó aquella memorable actuación con algo más de cuarenta fotografías, y sin esperar por el saludo y los aplausos finales regresó inmediatamente a su estudio para revelar y enviar las imágenes, que fueron publicadas la mañana siguiente en los diarios El Sol, de Madrid, y La Vanguardia, de Barcelona.
Lo que no dicen ahora los medios sobre esta expo en La Misericordia es que fue consecuencia de otra realizada un tiempo antes en La Habana y que de alguna manera sirve de desagravio a un olvido.
El 13 de noviembre de 2019 los Reyes de España, de visita en Cuba a propósito del 500 aniversario de La Habana, inauguraron una expo de fotografías preparada por Iberia y la agencia EFE, titulada Cuba y España: Contigo siempre. La muestra incluía una de aquellas fotos de Alicia Alonso con Rudolf Nuréyev en Mallorca, que los organizadores, según un reporte de la agencia española Europa Press, se comprometieron en donar al Ballet Nacional de Cuba (BNC) una vez finalizada la muestra.
Lamentablemente, cuando la expo fue desmontada y embalada para su regreso a la península, se olvidó entregar aquella foto al BNC. Este hecho fue conocido por Pipkin, quien se comunicó de inmediato con Miguel Cabrera, historiador y Viengsay Valdés, actual directora del BNC, para ofrecerles esa y otras fotos que conserva de aquel suceso cultural único e irrepetible. Fue así como decidió, de conjunto con el Consell de Mallorca, exponer en La Misericordia todas las fotografías que celosamente conservaba de aquella noche memorable; y una vez concluida la muestra embalarlas y traerlas a Cuba, en el primer avión que restablezca los vuelos a La Habana —cancelados actualmente a causa de la pandemia de la Covid-19—, para ser entregadas a la dirección del BNC.
De la relación de Pipkin con Cuba es fruto también un libro de fotografías titulado De Andratx a Batabanó, una obra que ha permitido la compilación de decenas de imágenes de la vida cotidiana de los andritxoles que a principios del siglo XX emigraron a Batabanó, Cuba, en busca de oportunidades. Allí se dedicaron fundamentalmente a la pesca de esponjas en el Surgidero de Batabanó, al tiempo que sus actividades fueron captadas por el lente de Arnaldo Pou, otro mallorquín residente en la zona.
emigraron a Batabanó.
Todo ese testimonio, que se conserva en el Museo de Batabanó, estaba en muy mal estado, pues las herederas de Pou se marcharon de Cuba al triunfar la Revolución, no sin antes despedazar buena parte de las fotos. Por suerte, quienes intervinieron el antiguo estudio y la vivienda abandonada recogieron y guardaron todo ese valioso testimonio, que engrosó luego el archivo del Museo Municipal. Hasta allí llegué con Pipkin a finales de 2018 para digitalizar cada una de las piezas, que luego él llevaría a Mallorca para reconstruir y hacer que viera la luz un proyecto que se enmarcó dentro de los actos conmemorativos por el 25 aniversario del hermanamiento de los pueblos de Andratx y Batabanó. Pipkin regresó a Cuba en abril de 2019, para presentar el volumen en la Feria del Libro de San José de las Lajas.
Esperemos que finalmente pueda traer esa valiosa carga de fotografías, que seguramente serán expuestas en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, para disfrute de todos, y que goce de mucha salud, para que siga fortaleciendo los lazos de amistad entre los dos pueblos.
Extraordinaria exposición, será que algún día podré disfrutarla?