Nelson toca la guitarra y empieza a cantar “Contigo”, de Joaquín Sabina. Mientras salen las melodías hace una panorámica de su vida. Piensa en Danay, en su familia o en esa carrera que eligió y solo le ha dado decepciones. Sientes al personaje y eso no es casual. Detrás está el histrionismo de quien le da vida a la historia. En Tan lejos y tan cerca, la telenovela de turno dirigida por Alberto Luberta y Loysis Inclán, Alberto Corona encarna el rol de Nelson, un hombre lleno de conflictos que en medio de esas dificultades crece y se replantea la forma en que asume la paternidad.

“Recibo un mensaje de Loysis con la propuesta del personaje de Nelson. Después me mandaron el guion para que lo estudiara porque querían ver la química en escena con la actriz que interpretaría el otro rol principal. Me puse contento porque es un sueño de todos los actores protagonizar una telenovela. Llevaba mucho tiempo esperando ese momento”, cuenta el artista cubano en entrevista a La Jiribilla.

Alberto Corona y la actriz Maité Galbán.

Alberto Corona estudió el guion de la escena durante cinco jornadas hasta que llegó el día en el que se encontró cara a cara con Maité Galbán, Danay, su esposa en la ficción. “Si bien nunca habíamos trabajado juntos, desde el primer instante en que nos miramos hubo una conexión total. Me sentí muy bien con ella y después me comentó que le sucedió igual. Me fui del casting y en el momento en que estaba cogiendo un carro para llegar a mi casa recibí un mensaje que decía: ‘Felicidades, Nelson’. Llegué eufórico”.

Desde la lectura inicial, al actor le llamó la atención ese viaje que emprende Nelson para crecer como persona. “Comienza de una manera en la novela y termina de otra. Esa apreciación como actor me dio muchas posibilidades a la hora de interpretarlo. Nelson es un músico que está en su mundo, y la paternidad no la ejercía de una manera responsable”.

Según Corona, ese punto es clave porque a partir de ahí se estrecha la relación personaje-actor. “Soy padre desde el principio, al contrario de Nelson. En el transcurso de la trama llega un momento en el que intenta a su manera cambiar la relación con sus hijos. Constantemente se está reinventando, pese a que se le presentan muchos obstáculos. A nivel de interpretación es muy rico porque te obliga como actor a tener diferentes matices. Sucede igual en la relación con la madre, el hermano y sus amigos”.

Si el actor tuviera que definir este papel en Tan lejos y tan cerca utilizaría tres palabras: alma, familia y padre. “La construcción del personaje es como una relación con un recién nacido. Hay que acercarse despacito para que no se asuste. Así el bebé te va conociendo y tú lo conoces a él”.

Son muchos los puntos de contacto entre Nelson y Alberto —agrega Corona—. “En ocasiones parecemos inmaduros u olvidadizos. Ambos somos artistas. No son 20 años como en el caso de Nelson, pero sí llevo 11 años de matrimonio con la actriz Liliana Lam. Construimos una familia en el mismo contexto en el que se desarrolla la trama de la telenovela (…) Nelson está en su nube como artista, y yo también tengo un poco de eso”.

Cuando me siento delante de la pantalla veo al Nelson que se fue metiendo en mi cabeza desde el momento cero. Esa imagen. Ese carácter. Ese desenfado. Esa realidad”.

Tan lejos y tan cerca fue un reto en todos los sentidos para Alberto Corona. Aprendió a tocar guitarra en tres meses con Juan Carlos, un profesor que iba tres veces a la semana a su casa. “Tenía locos a los vecinos. Todos me ayudaron muchísimo, incluso hay uno que me prestó la correa que aguanta la guitarra. Estaba hasta las dos o tres de la mañana estudiando ese instrumento”.

Otra de las anécdotas que recuerda es cuando Lucía, su hija, fue al casting para interpretar a Aliannys. “Lo hizo perfecto. Terminó la prueba y le dijo a Loysis: ‘El personaje es mío, dámelo’. Se demoraron un mes en dar la respuesta. Ese tiempo fue muy duro. Lo es para un actor profesional, más aún para una niña. Esa primera semana después del casting me decía que ella no quería que otra niña fuera mi hija en la telenovela. Me partía el alma porque sabía que perfectamente le podían decir que no. Le hice un video que tengo guardado cuando le di la noticia de que le habían dado el papel”.

“Soy padre desde el principio, al contrario de Nelson”, comenta el actor cubano sobre el modo en que asume la paternidad.

La novela le aportó oficio a Alberto Corona. “Aunque había tenido varias experiencias en la televisión, tuve que hacer incluso hasta 18 escenas en un día. Me aportó saber cómo lidiar con el estudio, las relaciones con el equipo de trabajo. No habían terminado de escribir y ya estábamos grabando. La historia de Nelson no llegaba a su fin y ya estábamos en el set”.

El artista agradece el trabajo de Eduardo Emir, el director de actores. “Me llevó recio, pero me aportó muchísimo en el proceso de interpretación y a la hora de construir el personaje. Incluso en ese estudio individual que debe hacer el actor para conocer su personaje íntegramente, desde adentro, desde su alma, sus aspiraciones, lo que quiere transformar en el otro personaje que interactúa en el set. Saber de dónde viene y hacia dónde va”.

¿Cómo fue grabar en tiempo de pandemia?

“Complicado. Grabar con Lucía en medio de la pandemia era contener el triple las preocupaciones. Dentro del equipo algunas personas fueron positivas, y yo solo pensaba: ‘Dios mío, que mi hija no se enferme′”.

Si preguntas qué hubiera hecho diferente, asegura que el Nelson que ve en pantalla es el que se imaginó. “Normalmente no nos gusta vernos en la televisión porque encontramos defectos. Cuando me siento delante de la pantalla veo al Nelson que se fue metiendo en mi cabeza desde el momento cero. Esa imagen. Ese carácter. Ese desenfado. Esa realidad. Puede que hubiese hecho muchas cosas distintas en otras situaciones determinadas, pero en sentido general, ese es mi Nelson. Estoy extremadamente contento”.

“Me siento dichoso cada vez que interpreto a un personaje. Tengo la posibilidad de vivir muchas vidas en una vida. Esa es la grandeza de mi arte, de la interpretación, de la actuación”.

La carrera de Alberto Corona está en un excelente momento. Ahora la Unicef lo convocó para que lidere la Campaña de Paternidades del 2022. Además, cumplió el sueño de protagonizar una telenovela y está incursionando en la dirección teatral. “Dirigí recientemente la obra Enriqueta Favez y ahora lo estoy haciendo con Kilómetro cero junto a mi esposa en Argos Teatro. Debe estrenarse en septiembre, quizás noviembre. Es una historia sobre la prostitución masculina en Cuba. Son 15 años de carrera artística donde la mayor parte he estado en las tablas. Es mi pasión”.

El actor cree que es momento de comenzar a replantearse nuevos proyectos y procesos que toquen temas que se puedan transformar de alguna manera con el arte. “Estoy ahora mismo en una nube, en un punto donde voy creciendo como artista. Eso es lo fundamental”.

¿Qué significa la actuación para Alberto Corona?

“Es descubrir a lo que te vas a dedicar toda la vida. Es la realización de una persona a partir de lo que hace. Me siento dichoso cada vez que interpreto a un personaje. Tengo la posibilidad de vivir muchas vidas en una vida. Esa es la grandeza de mi arte, de la interpretación, de la actuación”.

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