Al fin… Camiela (Camila Daniela) tuvo su concierto, su noche, su debut en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes. Llegó el día anhelado y contra vientos y mareas presentó su disco 11:11, premiado en la categoría de Ópera Prima en el Cubadisco 2023. Fue la fecha soñada e imagino que además de ver a su abuela sentada en una butaca, disfrutándolo, Camiela haya sido feliz por muchos motivos.
“Ya la escucharemos, como ella desea, a lo Norah Jones, a lo blues desgarrador, a lo jazz tibio y excelso”.
Recordando conversaciones tiempo atrás, estoy segura de que la felicidad la inundó desde el mismo instante en que tuvo la certeza de poder contar con los músicos que la acompañaron, a quienes les agradeció los ensayos intensos durante tres días y el espectáculo perfecto. Raúl Enrique Hernández Torres, en el bajo; Alejandro Aguiar Rodríguez en la percusión; Adner López Jiménez en la batería y Lázaro Zaldívar, en el piano.
Además, contó con el Dúo Iris y el Dúo Nu9ve en la interpretación del tema “Silencio”, y fue sublime verlos a todos en escena, jóvenes, con juegos vocales de lujo.
Camiela también vistió el vestido que la diseñadora cubana Jacqueline Fumero le obsequió. Sintiéndose poderosa con él, y quizá por toda la energía que la tela lleve, fue Camiela más y más feliz a medida que transcurría el concierto.
El álbum está dedicado a una sola persona, a un amor truncado, apasionado y nostálgico, al fin y al cabo. Sin embargo, el tema “Gozachá” fue exquisitamente revelador de una cantante que necesita, de vez en vez, brotar con voluptuosidad y sensuales movimientos en la escena e incitar con el canto a arrancarle vida a la vida. Los demás navegaban en el clima intimista de un amor que surge, que crece, que duele, que se acaba…
“Hazte de amor”, “Veneno”, “Otra piel”, “Yo no vine a romper tu corazón”, “Amar no es privilegio”, “Belleza colateral”, “Tiempo”, “Silencio”, “11:11”, “Gozachá” y “Tu regalo” fue el orden escogido de los títulos del disco, y fue acertado totalmente, para que las emociones cabalgaran in crescendo y Camiela pudiera sonreírle ampliamente al público, desbordante de alegría.
Cuestiones técnicas y musicológicas aparte, 11:11 es su primer paso en la industria fonográfica como protagonista, siendo la compositora y la voz principal de cada canción. Es el primer atrevimiento que asume esta mujer, bajista de varias agrupaciones, corista de otras y tímida artista oculta. Sé que aspira a más, y tiene las condiciones para ello, desde el punto de vista humano y artístico. Ya la escucharemos, como ella desea, a lo Norah Jones, a lo blues desgarrador, a lo jazz tibio y excelso.