Adys Cupull Reyes y Froilán González García: “Somos de la generación que despertó con el Moncada y nuestros héroes serán eternos”
Adys Cupull Reyes y Froilán González García confiesan que han vivido, pensado, sentido, viajado, investigado, estudiado y vencido en clave de Revolución. Pertenecen a la generación del Moncada; encarnan a esa juventud que despertó en el 53, cuando supieron de Fidel. Desde el 59, pusieron el cuerpo y, tras sesenta años caminando juntos, son la prueba viviente de que la Revolución se hace todos los días.
Como revolucionarios cubanos, son ejemplo en todas y cada una de las tareas que han cumplido. Alfabetizadores en la Sierra Maestra, asesores técnicos en la Campaña de Alfabetización del 61, historiadores, investigadores, escritores, profesores universitarios, diplomáticos, comunicadores, documentalistas, entre otras.
Como hijos, padres y abuelos se han destacado en cada etapa de la vida. Si quisiéramos capturarlos en una categoría sería la de “intelectuales orgánicos” en términos de Gramsci, para en apretada síntesis decir que Adys y Froilán, más allá de honores y victorias, siempre han sido parte del pueblo cubano, a través de las organizaciones de masas a las que pertenecen.
“Fueron amigos, se enamoraron, fueron novios y se casaron en una boda organizada por compañeros y compañeras de la beca, profesores y la familia”.
En vísperas del aniversario sesenta de la boda inolvidable, celebrada el 19 de diciembre de 1964 en La Habana, dialogaron con La Jiribilla, para narrar el inmenso legado que los retrata como protagonistas de las transformaciones sociales en Cuba. “Los que han caído por esta libertad no están olvidados ni muertos. Ellos son nuestra inspiración para luchar y resistir el cruel bloqueo. Fidel es Fidel. Y nos educó para enfrentar las adversidades” comentan, para situar la historia en el presente.
Resulta imposible abarcar seis décadas de participación política, producción de pensamiento y vida familiar de ambos. Entonces, nos sorprenden con la presentación de Gotas del alma, obra que contiene notas, textos, poemas, frases, anotaciones, sentires y pesares. Escrituras que juntos llevaron durante décadas y permanecieron guardadas hasta el 12 de diciembre, día en que fue presentado por Cubapoesía, en la Uneac, para celebrar la vida, y en defensa de la Revolución Socialista, de la que son forjadores.
Gotas del alma está organizado en cinco apartados. En el inicio los autores narran acerca de la familia, las madres y los hijos; toman el modelo de la Madre de la Patria, Mariana Grajales, desde la mirada de Vilma Espín; homenajean a los abuelos maternos y paternos. En la segunda parte, se refieren a la historia de Cuba; valoran especialmente el Asalto al Cuartel Moncada y las juventudes revolucionarias. El tercer capítulo está dedicado a la relación Cuba-México. La cuarta parte retrata los vínculos entre Cuba y Bolivia. Dan cuenta del camino recorrido y de los tiempos por venir al final del libro.
Comentan que Gotas del alma es “para esperar el nuevo año con poesía y celebrar nuestro aniversario sesenta, denunciando una vez más el bloqueo genocida del Imperio, porque el Moncada y los gallos cantan y nuestros héroes serán eternos”.
“Es un trabajo ─afirman─ en defensa de la paz del mundo, del amor, la familia y la Patria. Es una ofensiva o alerta. Lo que prepara el ‘gigante de las siete leguas’ no es bueno. Armas sofisticadas y hambre para desaparecer a los pobres de Nuestra América. Este libro, tiene carácter de novela histórica contemporánea, en la que se narran hechos y acontecimientos de Cuba en el contexto de América Latina y el Caribe; todo está situado, documentado y es parte de lo que hemos vivido”.
Evocan que se conocieron en la Sierra Maestra, becados para la Universidad de La Habana, mientras eran maestros en las montañas de Bayamo y Guisa. Fueron amigos, se enamoraron, fueron novios y se casaron en una boda organizada por compañeros y compañeras de la beca, profesores y la familia. Froilán recuerda que, en la beca, conocieron a los combatientes revolucionarios que lucharon con el Che en Bolivia.
La familia son las raíces, pero también la llegada de los hijos Leandro, Liván y Chairo. “El enfoque que resaltamos es la familia en la construcción del socialismo en Cuba, el sentido es el contenido de esa familia, hay que defender la Patria y la Revolución. Los textos escritos dan cuenta de cómo fueron criados los niños. Nuestros padres ayudaron en la crianza de los tres, teníamos los Círculos Infantiles que eran muy buenos, Vilma dirigía y se preocupaba por la calidad de las compañeras que cuidaban a los niños. Empezaba el bloqueo y faltaban las materias primas, teníamos que hacernos hasta los zapaticos. Quién iba a decir que luego de 60 años estuviéramos en La Habana para celebrarlos. Nos fuimos de nuevo para la Sierra y formamos parte del claustro que inauguró el Centro Escolar René Ramos Latour en Mayarí Arriba. Hemos construido un hogar y tenemos tantos hijos que han venido a estudiar a Cuba, a la que consideran su segunda Patria y a nosotros sus padres”.
Froilán rememora los años en México, en misión diplomática entre 1974 y 1980 con toda la familia. Allí descubrieron las raíces mexicanas de Adys. Los Cupull o Kupull, eran un pueblo bravo asentado en Chichen Itzá. No aceptaron el dominio español y lograron llegar por mar a Santiago de Cuba, hace más de cinco siglos atrás.
“Froilán rememora los años en México, en misión diplomática entre 1974 y 1980 con toda la familia. Allí descubrieron las raíces mexicanas de Adys”.
Adys y Froilán sitúan el Asalto al Cuartel Moncada como el hecho histórico más relevante. Oriunda de Santiago de Cuba, Adys recuerda sentir las ráfagas en la madrugada del Moncada; “luego del carnaval seguían matando civiles en las calles; muchos desaparecieron, los que quedaron con vida fueron masacrados. El Moncada despertó al pueblo e hizo revivir a José Martí en su centenario, despertamos los dormidos de algo que desconocíamos, las clases sociales. Vivíamos en una sociedad de clases, pero no sabíamos el motivo de ser pobres y que otros tuvieran más que nosotros. A partir del ‘59 nace una generación, renace en Cuba, y nosotros somos de esa generación.
“Pasó el Moncada, el juicio y la prisión, el exilio. Llegó el Granma, vino el Che, y otros extranjeros, el pueblo fue libre, sin miedo a gritar ¡Patria o Muerte, viva Cuba! En el ‘56, mi hermano mayor subió a la Sierra. Mi madre le dijo que subiera, porque los esbirros de la tiranía lo tenían señalado. Ella prefería que muriera peleando y no torturado o desaparecido. Ese fue Santiago, una juventud tan valiente que despertó y encontró donde apoyar sus fuerzas después del Moncada. Costó muchos muertos, no se puede traicionar a esos muertos, que es lo que quieren los de allá, pero no van a ser traicionados”.
Fragmento del poema sobre el Moncada
1953
¿Por qué el Moncada?
Por la Revolución truncada
Por los niños sin infancia
que por calles deambulaban,
(…)
Porque en el Centenario del Apóstol,
no podía continuar aquel cliché de Nación:
Desempleo, discriminación, vicios, juegos, corrupción,
Sugar Company. Esso. Texaco, Shell Company
Telephone Company, Electric Company
Banana Fruit Company. Varadero Beach Company
No Passer. Stop, Stop, Stop. Private, private. PRIVATE
¡Basta! ¡Por lo más justo! ¡Aquí, el Moncada!
El primer y más doloroso parto “de la Revolución”
(Adys Cupull Reyes La Habana, 1976)
“La relación con Fidel fue de trabajo y dirección en cumplimiento de una Revolución que abrazamos, respondiendo a su llamado. Toda una generación de jóvenes, maestros, científicos, campesinos, llevados por las palabras vehementes y profundas de Fidel, el gran maestro de la juventud que subió a la Sierra, que nos transformó, como a toda la sociedad cubana. A partir de 1959 se empoderan las mujeres cubanas. Las muchachas nos sentíamos protagonistas y capaces. Mientras, la contra quemaba escuelas.
“Amparados por EEUU, matan a Conrado Benítez, maestro alfabetizador. El Che lo dice claro, había una vanguardia, delante iba Fidel y detrás el pueblo, transformándose, era un tiempo de aprendizaje. Fidel dijo que el Che era el Hombre Nuevo, pero había aprendido estando a su lado. Desde México, antes de zarpar el Granma, en carta a Celia, su madre, le dice: “He conocido al hombre que voy a seguir”. Fidel descubre a un joven genial que conoce la América profunda, un joven que sabe cuánto sufren el indio, los pobres.
“‘Mi último pensamiento será para ti y para tu isla’, le dice el Che a Fidel en la despedida. El Che, es otro maestro de su tiempo, forjador de juventudes, con absoluta lealtad a Fidel. En el poema que le hizo cuando viene para Cuba como internacionalista del Granma, trae en su mente el pensamiento martiano: ‘Vámonos ardiente profeta de la aurora, por recónditos senderos inalámbricos a liberar el verde caimán que tanto amas’”. Adys y Froilán recitan los versos de memoria.
“Han recibido infinidad de reconocimientos por investigar, desentrañar enigmas y revelar sucesos, bajo estricto rigor científico e información confiable”.
Han recibido infinidad de reconocimientos por investigar, desentrañar enigmas y revelar sucesos, bajo estricto rigor científico e información confiable. Han publicado más de cincuenta libros de investigación. “Los que más aportaron son La CIA contra el Che, De Ñacahuasú a La Higuera y El Diario del Che en Bolivia: ilustrado, que hicimos siguiendo los textos del Che. Agregamos fotos para que jóvenes y niños supieran cómo eran los lagos y montañas de aquellos parajes. Algo bien hecho como se merecía, como él hizo lo suyo, sin pedir nada a nadie, sin explotar a nadie”, dicen los principales biógrafos del Guerrillero Heroico. “Los libros también son hijos que hemos traído al mundo. Así mi corazón, Hasta que llegue el tiempo, En medio del fuego, todos sobre Mella escritos junto a los mexicanos”, comentan.
Adys Cupull Reyes y Froilán González, intelectuales cubanos, moncadistas, antiimperialistas, martianos, fidelistas, guevaristas, estudiosos y seguidores de Mella, principales biógrafos del Che, enlazan la historia de Cuba y la Revolución Cubana en relatos amorosos de sus propias trayectorias de vida, en Gotas del alma, obra que a lo largo de seis décadas han escrito a dos manos. Textos que dan cuenta de los caminos recorridos, que no transitaron individualmente, sino que son memoria de la diversidad de acontecimientos protagonizados por el pueblo y su dirigencia revolucionaria. Son más de cien textos que narran sobre Playa Girón, el avión de Barbados, la madre clandestina de Adys, el abuelo mambí de Froilán, los hijos de sangre y otros hijos del mundo, las madres de Bolivia, Tania, los otoños y primaveras por venir, entre otros.
Decía José Martí: “Mejor sirve a la Patria quien le dice la verdad” [1]. A lo largo de sesenta años, Adys y Froilán, vienen trayendo en sus manos, un puñado de verdades indiscutibles narradas en Gotas del alma.
Notas:
[1] José Martí: “Heredia. Discurso […]”, O.C., t. 5, p. 133.