A 100 años de Alma Mater
El 2022 marca el año en el cual la revista Alma Mater arriba a su centenario. En el contexto de la XXX Feria Internacional del Libro de La Habana, los integrantes de su equipo editorial dialogaron con la prensa sobre los retos que ha afrontado la revista y las perspectivas a corto plazo.
En el encuentro —con cita en el centro cultural Dulce María Loynaz— se abordó el trabajo de la publicación en las redes sociales y plataformas digitales, así como la promoción de iniciativas para el público universitario.
Yoandry Ávila Guerra, subdirector editorial, se refirió al tema de las rutinas laborales durante la pandemia de la Covid-19:
Gran parte del equipo de Alma Mater inició en diciembre de 2019. Cuando llegó la pandemia, en marzo de 2020, tenían pocos meses. Teníamos la idea de posicionar un poco más las narrativas y contribuir con nuevos productos comunicativos que resultaran más dialógicos, sobre todo porque el público meta no estaba solo en las redes sociales, sino que era activo y prosumidor de esas lógicas y maneras de hacer contenidos.
Como equipo teníamos la necesidad de contar qué estaba pasando en Cuba durante la pandemia. Los universitarios tuvieron protagonismo desde el principio, entonces era lógico que esas historias de enfrentamiento estuvieran en las páginas de Alma Mater. A raíz de estudiar las lógicas de comportamiento se empezaron a crear otras secciones e ideologías profesionales que durante muchos años se han desarrollado en el escenario infocomunicacional internacional, y que nosotros asumimos por el momento en que estaba Cuba, por el desarrollo y por un mayor acceso de la ciudadanía a las redes sociales y a Internet.
Para Max Barbosa Miranda, subdirector del equipo multimedia, las lógicas del trabajo no presencial contribuyeron al establecimiento de rutinas para la cobertura de acontecimientos urgentes, lo cual representa para nuestro país una forma distinta de hacer periodismo mediante las redes sociales.
Alma Mater es la única revista en Cuba que todavía imprime en papel bond, y el papel bond no se importa, por lo que hubo que volcarse a la producción multimedia e incorporar a periodistas que, si bien venían desde lo impreso, tenían que desarrollar una lógica de pensamiento para lo digital e incorporarse a la gestión de redes sociales.
Hemos ido mirando cómo lo hacen otros referentes, tanto a nivel nacional (que los hay) como internacional. Además, contamos con la inventiva de este equipo joven, que acaba de salir de la universidad o todavía está en ella y conoce las maneras en que se comunican los universitarios.
Otro de los temas abordados fue el papel de la revista en la defensa de los intereses de la juventud cubana, las estrategias utilizadas para el posicionamiento de contenidos y productos comunicativos en diferentes plataformas, y el fomento de la literatura.
De acuerdo con Yoandry, en el proceso editorial ha sido importante la revaluación de los contenidos, así como el espíritu crítico que exige no conformarse ni recurrir a temas que sean tendencia.
La esencia ha sido mirar qué se está moviendo en el escenario y ver si es efectivo para nuestros contenidos y para el público al cual nos dirigimos. Ha sido una manera de revaluar lo que publicamos. Uno de nuestros retos, que todavía hoy es un desafío, ha sido entender que la lógica de producción tiene que ser la de un multimedio, sin renunciar a esa imagen de Alma Mater como revista impresa que va a cumplir 100 años.
Así, se ha logrado implementar un método que evita la repetición de informaciones en otras plataformas, mientras se elaboran contenidos para cada una de ellas, con sus códigos correspondientes. Ello no solo es fundamental de cara a la multimedialidad, sino también para acercarnos a la elaboración de redacciones integradas, concepto esquivo que no pocos académicos han tratado de reinventar durante el confinamiento. En cuanto a esto último, Yoandry expresó:
Puedo pensar ahora mismo en determinados productos que son exclusivos para iVoox, redes sociales o para Youtube, y que cuando miras su contenido, desde un punto de vista holístico, te ofrece una narrativa mucho más global y completa, sin que por ello cada una de esas partes deje de funcionar por sí sola en esas plataformas para las cuales fueron creadas.
“Un trabajo puede ser mucho más efectivo en un escenario infocomunicacional como el actual”.
Esa dinámica la hemos logrado de forma más natural en algunos colegas, pero uno de los grandes desafíos es hacerles entender a las personas que escriben de manera recurrente cómo un trabajo puede ser mucho más efectivo en un escenario infocomunicacional como el actual.
Gracias a la calidad y al tono del periodismo exhibido en sus páginas y a las décadas de historia, Alma Mater tiene un sello distintivo en las secciones que la integran.
Mercedes Muñoz, encargada del trabajo en redes, resaltó la reinvención de modos de hacer y la elaboración de nuevos contenidos en “Asimetrías” mediante la elaboración de podcasts:
Le da un valor agregado a la sección, y es una salida diferente del contenido. En Cuba no tenemos tanta cultura de consumo de podcasts, por lo cual representa una forma diferente de acercarse a la literatura. Es también una vía de crecimiento mutuo, porque en muchas de nuestras redes sociales nos damos cuenta de que no hay mucho trabajo de comunidad de los medios que pertenecen a las mismas líneas editoriales.
No obstante, y aunque el escenario digital es lo que más se nota en el trabajo de la revista, todavía se ofrecen versiones electrónicas del formato impreso, al cual no van a renunciar.
“Uno de los principales motivos de orgullo del medio es su tradición de buen periodismo”.
Para Oday Enríquez Cabrera, quien se desempeñó como subdirectora de Alma Mater y actualmente dirige la revista Zunzún, uno de los principales motivos de orgullo del medio es su tradición de buen periodismo.
Mercedes Muñoz, a su vez, comentó que los valores de la publicación constituyen una fuente en el análisis de figuras vinculadas a su historia, como es el caso de Julio Antonio Mella. “Te das cuenta de que es un joven con el mismo ímpetu e irreverencia desde la posibilidad de hacer y de mostrar verdaderamente lo que les interesa a los estudiantes universitarios en los distintos momentos”, resaltó.
Con motivo del centenario, el equipo de Alma Mater elaboró un cronograma de actividades que detallarán con posterioridad. Yoandry Ávila comentó la elaboración de un dosier con trabajos publicados durante estos 100 años. “Hay varios libros que beben de secciones específicas de la revista, que deben publicarse en formato digital durante el año. Pensamos en la realización del taller Alma Joven y del concurso de periodismo universitario Manolito Carbonell”, apuntó.
Alma Mater fue fundada el 18 de noviembre de 1922 por Julio Antonio Mella. Las actividades desarrolladas en el marco de la Feria forman parte del grupo de acciones efectuadas este año con motivo de la celebración del centenario de la publicación joven más antigua de Cuba.